Vida y obra de Ramón María del Valle-Inclán y Federico García Lorca

III.1. Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)

Ramón Valle y Peña. Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra). Estudió Derecho, pero lo abandonó. Viajó a México como periodista y se enroló en el ejército. Volvió a España y se instaló en Madrid, se convierte en un personaje polémico y famoso. Frecuentaba las tertulias, los cafés de moda y los ambientes bohemios, donde perdió un brazo en una reyerta. Participó en actividades culturales y políticas, en las protestas contra Primo de Rivera, fue encarcelado en 1929. La figura de Valle-Inclán modelo de bohemio extravagante, original y excéntrico en su aspecto físico (manco, con largas barbas y melenas, lentes quevedescos…) y su vida salpicada de anécdotas y fabulaciones. Ramón Gómez de la Serna dijo de él que era “la mejor máscara de a pie que cruzó la calle de Alcalá.” En su literatura una evolución desde un modernismo esteticista a una literatura renovadora y comprometida social y políticamente su principal exponente en un género de su invención que denomina esperpento.

Obras:

El Ciclo modernista versión teatral de las Sonatas, titulado El marqués de Bradomín.

Las obras del llamado Ciclo mítico en Galicia mítica los personajes (extraños, violentos) dominados por la fuerza del mal (soberbia, crueldad). Comprende la trilogía de las “Comedias Bárbaras” (Águila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata). En 1920 se publican tres obras de Valle-Inclán: Divinas palabras, en la Galicia del “ciclo mítico”, una de las obras cumbre del autor, cuyos personajes representan un mundo marginal brutal y desgarrado; la Farsa y licencia de la Reina Castiza (de la trilogía Tablado de marionetas), ofrece una visión crítica y deformada de la corte de Isabel II, y representa el Ciclo de la farsa; y, Luces de bohemia, su mejor obra.

El Ciclo esperpéntico se inaugura con Luces de Bohemia (1920), en la que define el esperpento como mezcla de lo trágico y lo burlesco en que la realidad se deforma con un propósito crítico. Esta técnica del esperpento desarrollada en otras tres obras más radicales conocidas como Martes de carnaval (Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán), publicadas a lo largo de los veinte y ofrece la visión ridícula y esperpéntica del mito del honor calderoniano.

Luces es la vida del escritor bohemio Alejandro Sawa y narra un paseo por el “infierno” de la noche madrileña de un viejo poeta ciego y bohemio, Max Estrella. Max, acompañado del cínico don Latino de Hispalis vaga por calles, tabernas, calabozos) lamiendo sus heridas y encontrando a su paso dolor, crueldad, demencia y desesperanza. Desesperanzado, al final de la noche muere o se deja morir. Se trata de una sátira social y política sobre una España desoladora que se presenta como una imagen degradada y grotesca de la civilización y los valores europeos. El esperpento es, en palabras del propio autor, “una deformación que salta de lo grotesco y supone una superación del dolor y de la risa” si bien quizá es más recordada la que Valle pone en boca del protagonista de Luces de Bohemia: “Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el esperpento. El sentido trágico de la vida española solo puede darse con una estética sistemáticamente deformada”.

III.2. Federico García Lorca (1898-1936)

En Fuente Vaqueros, 1898. Cursó estudios en Granada, trasladó a Madrid, a la Residencia de Estudiantes, conoció a los principales representantes de la Generación del 27 y otros artistas Dalí y Buñuel. Entre 1929 y 1930 visitó con una beca Nueva York, viaje que le marcó. Durante la República colaboró con el gobierno en actividades culturales por toda España, dirigiendo el grupo teatral La Barraca. En 1936 fue fusilado en Granada.

García Lorca teatro lírico con carácter simbólico, trata temas el deseo imposible, el conflicto entre autoridad y libertad, la represión. Lleva a escena personajesfemeninos – a no poder desarrollarse por la opresión de fuerzas como el Tiempo o la Muerte, o por los convencionalismos sociales. De este conflicto entre el individuo y su entorno resulta la destrucción del individuo.

Obras:

Obras Mariana Pineda, drama histórico sobre la heroína andaluza liberal ejecutada en 1821.

Las farsas se clasifican en “farsas para personas” y “farsas para muñecos”. Son farsas para personas La zapatera prodigiosa, desarrolla el tema de la lucha entre la realidad y la fantasía representada por una joven casada con un viejo zapatero, y Amor de don Perlimplín con Belisa en un jardín. Son farsas para muñecos la Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita y El retablillo de don Cristóbal.

También cultivó el drama vanguardista, de influencia surrealista y difícil comprensión: El público en el interior de un personaje, fantasmas y pesadillas se encarnan ante el espectador y Así que pasen cinco años, se dramatiza la historia íntima de un joven atormentado y se desarrolla en la mente del protagonista durante un sueño.

Pero el culmen de su obra dramática son las llamadas tragedias lorquianas desarrolladas en un ambiente rural en el que las fuerzas naturales imponen un destino trágico.

Su tema básico enfrentamiento entre el deseo de libertad y la realidad que oprime y reprime. Bodas de sangre (1933): dramatiza el poder de la pasión, del sexo, de la tierra. Parte de un suceso real, la huida de una Novia con su antiguo Novio el día de su boda. Yerma (1934): la esterilidad se presenta como una maldición para la protagonista. Yerma ve todo a su alrededor es fecundo; Juan, su marido, funciona como el transgresor de la norma natural, luego le revela que no quiere hijos, ante lo cual ella lo mata y se condena para siempre. La propia Yerma afirma: “Yo misma he matado a mi hijo”. Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores trata sobre una mujer solterona que espera la llegada de su amor. La casa de Bernarda Alba (1936) es la culminación del teatro lorquiano, desarrolla la lucha entre el principio de autoridad, encarnado en Bernarda, quien dicta años de luto y reclusión para sus hijas por la muerte de su marido, y el principio de libertad, representado por Adela, la menor, quien mantiene relaciones ocultas con Pepe el Romano, el prometido de su hermana Angustias. Descubierto el hecho, Bernarda dispara contra Pepe y Adela se suicida. La acción transcurre en un espacio hermético y queda enmarcada por la primera y última intervención simbólicas de Bernarda: “Silencio”. Ella todo lo impone, su orden es la única verdad y no puede ser discutido. Al final de la obra, dictaminará: “La hija menor de Bernarda Alba ha muerto virgen”.

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