Vanguardias Literarias y Artísticas: Características, Autores y Obras Clave

Ensayos Sociológicos y Estéticos de Ortega y Gasset

Ensayos Sociológicos

En sus obras de carácter sociológico, Ortega y Gasset analiza las causas de las fuertes tensiones que vive España, a raíz del creciente auge del movimiento obrero y el despertar de los nacionalismos.

En La España invertebrada (1921), Ortega intenta descubrir las raíces de la profunda crisis que padece España. Tiene en cuenta la inestabilidad política y social del momento que, junto a los movimientos nacionalistas, han dado lugar al particularismo, tanto territorial como social. El primero se alimenta de la falta de unificación, de cohesión y de perspectivas comunes. El segundo alega que estamos ante una sociedad invertebrada, rota, que no tiene espíritu colaborador, sino que se mueve por intereses particulares.

En La rebelión de las masas (1930), defiende que la crisis que padece Europa es debida a la indocilidad de las masas, que se niegan a seguir las instrucciones de la minoría más ilustre, único grupo capaz de dirigir el destino de la nación. Además, el hombre notable, autoexigente con él mismo y que aspira a la perfección, ha sido sustituido por el hombre masa, incapaz de dirigir la sociedad. En Europa ya no gobiernan los mejores, sino las masas, y estas deben echarse a un lado para que el poder vuelva a las minorías egregias (democracia liberal).

Ensayos Estéticos

En La deshumanización del arte (1925), defiende que el arte debe reunir una serie de características, como:

  • Ser elitista: el arte es difícil y hermético, está dirigido a un público culto capaz de entender su esencia, es un arte minoritario y antipopular.
  • Tender a la depuración: al arte se llega a través del intelecto, pues es una realidad autosuficiente que tiene fin en sí mismo (el goce de sus puras cualidades estéticas y formales, por lo que debe alejarse de todo lo afectivo y sentimental).
  • Ser antirrealista: debe huir de la realidad e inventar otra nueva, el arte debe inventar lo que no existe. El procedimiento preferido para llevar esto a cabo será el uso de la metáfora.
  • Ser intrascendente: se aleja de los temas serios y graves. El artista se desvincula de la seriedad y el patetismo, y la creación artística está concebida como una actividad que tiende a la ironía, el juego o el pirueteo técnico.

En Ideas sobre la novela (1925), defiende que la novela debe ser un género intelectual cuyo objetivo sea el puro goce estético. Ya no atraen los relatos realistas que analizan los problemas humanos y sociales, sino aquellos que dan más importancia a la estructura o el estilo. Estamos ante un género en decadencia, ya que es incapaz de encontrar otros nuevos temas.

Las Vanguardias: Definición y Características

Con el nombre de vanguardias se designa a una serie de movimientos artísticos que se desarrollan en Europa en el primer tercio del siglo XX. El término surge en Francia durante los años de la Primera Guerra Mundial. Su origen está precisamente en el vocablo francés avant-garde, término de origen militar y político que venía a reflejar el espíritu de lucha, de combate y de confrontación que el nuevo arte del siglo reivindicaba frente al llamado arte decimonónico.

El propósito común que anima a todos los movimientos vanguardistas es el de renovar radicalmente el arte y la literatura anteriores. Supone un ataque al racionalismo y la idiosincrasia burguesa, y pretenden abrir nuevos caminos creando nuevas formas estéticas. Estos movimientos de vanguardia no afectan solo a la literatura, sino al resto de las artes.

  • Los llamados «ismos» se sucederán, en un periodo de mayor intensidad social e ideológica, y despuntan inmediatamente antes o durante la Primera Guerra Mundial, llegando su apogeo en la década de los 20 y entrando en crisis a partir de 1929.
  • En su enfrentamiento con el mundo burgués, unos derivaban hacia un pensamiento fascista, como es el caso del futurismo italiano de Marinetti; otros, volcarán su rebeldía en el movimiento proletario izquierdista. De esta forma, los dos grandes movimientos que marcarán el siglo XX, el fascismo-nazismo y el comunismo, serán expuestos y cantados en sus iniciales años de poder a través de la estética y las formas vanguardistas. El caso más significativo es el del surrealismo francés y su apuesta por la revolución comunista.
  • Posteriormente, los ismos serán perseguidos y prohibidos por los propios estados, como ocurrió en la antigua URSS estalinista a partir de 1923 y en la Alemania nazi de 1933.

Rasgos de las Vanguardias

  • Carácter de ruptura y revolución artística contra el arte pasado, en especial, contra el Realismo.
  • Es un arte para minorías. Reaccionan contra la sensibilidad romántica, presumen de un marcado antisentimentalismo y, como los románticos, se creen un género superior. Son vitalistas, activos, polémicos y apasionados.
  • Pretensión de originalidad y novedad absolutas (rechazo de normas, tradiciones…), teniendo como consecuencia la búsqueda y la experimentación constante de nuevas técnicas expresivas, a menudo por la vía de la provocación (desprecian al gran público, a la burguesía, buscan escandalizarla con sus actitudes insolentes y agresivas).
  • Son movimientos de escasa duración. Se siguen unos a otros en intervalos de pocos años.
  • Tienen conciencia de grupo, expresada a través de los distintos manifiestos con los que se dan a conocer y que, además de impugnar la tradición cultural, dejan traslucir frecuentemente la idea de que la revolución estética forma parte de un cambio más profundo, de carácter moral y social.
  • Muchas de las vanguardias utilizan como medios para su difusión determinadas revistas u otros recursos como manifiestos o programas.

Vanguardias en España

Además de la influencia de la vanguardia europea, fundamentalmente el surrealismo y el futurismo, dos son las vanguardias de origen hispánico, y ambas, casi exclusivamente poéticas: el ultraísmo y el creacionismo.

Los ecos de las vanguardias europeas llegan tarde a España. El principal artífice del movimiento vanguardista en España es Ramón Gómez de la Serna. A este nombre tenemos que añadir los de Rafael Cansinos Assens y Enrique Díez Canedo.

Ultraísmo

El ultraísmo fue el movimiento de vanguardia que nos tocó más de cerca. Este movimiento toma características de otras vanguardias. Para difundir las composiciones ultraístas se recurrió a diferentes revistas literarias, la mayoría de ellas de vida fugaz. El primer manifiesto ultraísta, que recoge abundantes elementos futuristas, cubistas y creacionistas, se publicó en 1919.

En el propio nombre del movimiento, «ultra», se sugiere la pretensión de ir más allá de la estética dominante. Es un movimiento ecléctico que toma de otras vanguardias el anhelo de experimentación y el rechazo de la tradición. Del futurismo, toma los temas y motivos de vida moderna (las máquinas, los grandes inventos, los deportes…); del creacionismo, la búsqueda de imágenes y metáforas nuevas; del cubismo, el interés por la disposición tipográfica y visual del poema.

Otras propuestas del ultraísmo son la supresión de la anécdota y el sentimentalismo en la poesía (en consonancia con la «deshumanización del arte» propugnada por Ortega y Gasset), la tendencia al juego y a la evasión. La poesía es independiente del mundo real y es tan real como este. La sinestesia y la metáfora serán los recursos más utilizados. La rima desaparece o, a lo sumo, se mantiene el ritmo. Se suprime la puntuación. La belleza no se encuentra fuera, en la realidad exterior, sino en el propio poema. El poema es un objeto bello en sí mismo. Esta idea dio lugar a la construcción de poemas creados como una sucesión de metáforas puras. El ultraísmo «esqueletizó» la poesía; será una poesía sustantiva.

Aunque de corta duración, el ultraísmo ejerció una influencia considerable en los poetas de la Generación del 27 y en los hispanoamericanos César Vallejo y Jorge Luis Borges.

Autores y Obras del Ultraísmo

Las figuras ultraístas más destacadas son: Jorge Luis Borges, quien le pondría nombre al movimiento. También se puede incluir a: Pedro Garfias, Adriano del Valle, Moreno Villa o Gerardo Diego. Entre las obras más destacadas podemos mencionar Hélices y Limbo de Guillermo de la Torre. También Gerardo Diego contribuyó al movimiento ultraísta con obras como Imagen y Manual de espumas.

Creacionismo

El creacionismo llegó a Madrid en 1918 de la mano de Vicente Huidobro, que inició el movimiento en París. No se propone reflejar ni imitar la realidad, sino crear realidades nuevas e independientes: «Hacer un poema como la naturaleza hace un árbol» (V. Huidobro), «Crear lo que nunca veremos» (Gerardo Diego).

El poema, por lo tanto, debe crear algo propio y autónomo que se explique y se comprenda por sí mismo, no por su parecido o relación con el mundo exterior. El poeta debe crear nuevas imágenes y relaciones entre las palabras; las metáforas no compararán dos realidades, sino que el poeta debe crear una relación arbitraria entre ellas. Del creacionismo, que influyó en poetas como Juan Larrea y Gerardo Diego, ha perdurado sobre todo el afán de renovación léxica y la creación de imágenes y metáforas.

Ramón Gómez de la Serna

Los vanguardistas llegaron a España, sobre todo, a través de publicaciones como la Revista de Occidente, fundada por Ortega y Gasset. Fue Ramón Gómez de la Serna el máximo impulsor de las vanguardias en España. Periodista y escritor, nació en Madrid y murió en Buenos Aires. Su obra se caracteriza por su arrolladora personalidad, hasta tal punto que creó un estilo conocido como «ramonismo», sinónimo de independencia, esteticismo y provocación.

Se manifestó como un iconoclasta con respecto a las artes y las tendencias culturales al uso y se mostró como un «vanguardista de las vanguardias», como un nihilista que, ante la sociedad caótica y carente de valores que le tocó vivir, respondió con una extravagancia casi esperpéntica. Fue un autor prolífico que escribió más de cien libros de todos los géneros, como la novela, el ensayo, el cuento, el teatro, el artículo periodístico y la greguería, que él mismo definió como «metáfora más humor».

Principales Ismos Vanguardistas

Futurismo

Fundado por el italiano F.T. Marinetti, es el primer ismo en aparecer cronológicamente hablando. Marinetti publica en 1909 en París su primer Manifiesto futurista. Partiendo de la ruptura total con el pasado y de la exaltación del «esplendor geométrico y mecánico del mundo moderno», sus rasgos más característicos son los siguientes:

  • Admiración por la civilización mecánica y los progresos técnicos y científicos (las máquinas, la velocidad, los deportes, grandes inventos como el tren, el avión, la electricidad…).
  • Desprecio por los temas humanos y sentimentales («El dolor humano no es más importante que el que siente una lámpara eléctrica en un cortocircuito»). Este repudio por lo sentimental, unido a la exaltación de la acción y la violencia, revelan la influencia de Nietzsche.
  • Destrucción de la puntuación ortográfica y de la sintaxis, supresión de adjetivos, adverbios, conjunciones (tendencia a la síntesis), empleo del verbo solo en infinitivo… todo ello con el fin de conseguir el ideal de las palabras en libertad, sin ataduras y un estilo rápido y dinámico.
  • Desde el punto de vista formal, abogan por una presentación pictórica de la página, es decir, utilizan letras de diferentes tipos y colores, símbolos matemáticos y musicales en lugar de signos de puntuación, líneas rectas, verticales u horizontales…

El futurismo fue un movimiento teórico, pero pobre en resultados literarios, con la notable excepción de algunos poetas rusos, como el propio Maiakovski. Su mayor contribución a la literatura fue abrir paso a los sucesivos movimientos vanguardistas y la incorporación de nuevos temas a la literatura posterior.

Surrealismo

Es, sin duda, el movimiento vanguardista más importante. El primer manifiesto surrealista apareció en París en 1924, firmado por André Bretón.

Algunas de sus características más importantes son:

  • El surrealismo se afana por explorar y sacar a la luz lo oculto, el inconsciente, el mundo de los sueños. Hay una gran influencia de S. Freud.
  • Como método para acceder al subconsciente, proponen la escritura automática, cargada de sugerencias y evocaciones, y alejada de todo control ejercido por la razón, sin preocupaciones estéticas.
  • La libertad de pensamiento y expresión culmina en una gran riqueza de imágenes y en metáforas sorprendentes e insólitas, relaciones inadvertidas entre las cosas y los seres («el encuentro de un paraguas y una máquina de escribir encima de la mesa de un quirófano»).
  • La escritura automática y los experimentos psicoanalíticos se dan la mano en la nueva estética, en la que lo onírico tiene un papel fundamental junto a lo misterioso, la magia, el fetichismo, los objetos extraños o los seres enigmáticos.

El surrealismo fue un movimiento que triunfó sobre todo en poesía. Fue el movimiento más longevo de todos (llegó aproximadamente hasta 1939 e incluso no murió del todo). Pueden observarse flecos de esta tendencia incluso a finales de los años 50. Afectó no solo a la literatura, sino también a las artes plásticas (Dalí, Marx Ernst) y al cine (El perro andaluz, de Buñuel). En España, algunos escritores de la Generación del 27 tienen libros surrealistas: F. G. Lorca (Poeta en Nueva York) o R. Alberti (Sobre los ángeles). El influjo del surrealismo, especialmente la escritura automática (emparentada con el monólogo interior de la novela moderna) y la imagen visionaria, onírica, ha sido de gran importancia para la literatura posterior.

Dadaísmo

Fundado en Zúrich en 1916 por el rumano Tristan Tzara, es tal vez el vanguardismo más radicalmente destructivo. Su nombre procede de la palabra «da-da» (palabra que intenta representar el balbuceo infantil).

El Dadaísmo surge de un deseo de independencia y desconfianza, y quiere romper con todo lo precedente. Es una reacción moral contra la sociedad burguesa asentada en unos valores (la racionalidad, el progreso, la ciencia). Los dadaístas hablan del antiespectáculo y deshacen moldes estético-literarios ya existentes.

Algunas de sus características son:

  • La negación absoluta de todo, incluso del arte y de la literatura. Más que crear, habla de destruir (es una actitud cercana al nihilismo o al anarquismo). Ponen en tela de juicio los valores tradicionales de manera provocadora, agresiva e irónica: «El más aceptable de los sistemas es no tener ninguno».
  • La propensión al absurdo, la burla y el humor corrosivo.
  • La exaltación de lo ilógico y azaroso, la incoherencia, el regreso a la infancia, la búsqueda del primitivismo. Un texto dadá es toda una experiencia lúdica. El propio Tzara invitaba a la gente a construir poemas utilizando palabras sacadas de periódicos, metidas en un saquito, mezcladas y extraídas al azar.

Expresionismo

Se trata de un movimiento de vanguardia típicamente germánico. Es en Alemania y en los países nórdicos donde brota con más fuerza. Su influencia será decisiva en la labor creadora del dramaturgo alemán Bertolt Brecht, uno de los principales renovadores del teatro del siglo XX, o Kafka, auténtico renovador de la novela contemporánea.

Se distingue de las demás vanguardias en que no supone una negación radical de la tradición artística anterior, sino más bien la acentuación de ciertos rasgos ya presentes en el Naturalismo y el Impresionismo. Sus postulados básicos son:

  • No interesa explicar el mundo como es, sino cómo lo ve el artista, es decir, el arte no es una representación de la realidad, sino que ha de revelar la realidad interior del autor.
  • Se deben proyectar las tensiones espirituales del artista, su yo angustiado, atormentado, provocando una visión deformada y trágica del mundo.
  • El objetivo es provocar una fuerte impresión en el público. Abundan: los personajes extraños, las descripciones intensas, las caricaturas, los rasgos distorsionados, la expresión cruda de ambientes, los comportamientos absurdos y el uso libre del lenguaje.

Vanguardias Hispanoamericanas

Las vanguardias hispanoamericanas suelen situarse entre 1930 y 1950. El agotamiento de la vertiente formalista y evasiva del Modernismo tras la muerte de Rubén Darío se podría resumir en los versos del mexicano Enrique González Martínez (1871-1952): «Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje (…) él pasea su gracia no más, pero no siente el alma de las cosas ni la voz del paisaje.»

  • Las poéticas inmediatamente posteriores al Modernismo pueden agruparse en dos direcciones: la primera, conocida como posmodernismo hispanoamericano, enfatiza en la simplificación formal y las imágenes accesibles con un espíritu localista; la segunda, de tipo vanguardista, radicaliza la exploración sobre el lugar crítico del arte en las sociedades modernas con una intensa experimentación formal y un espíritu cosmopolita.
  • En los años veinte se deja notar el influjo vanguardista, con su ruptura del realismo tradicional y su búsqueda de nuevas formas. El mexicano Juan José Tablada (1871-1945) experimenta con poemas ideográficos, al estilo de los caligramas o los haikus japoneses. Otro mexicano, Manuel Maplés Arce (1898-1981), encabeza el estridentismo (movimiento interesado en destacar lo urbano, lo moderno, lo tecnológico y lo cosmopolita). En Uruguay, surge el criollismo, impulsado por la tendencia a valorar lo autóctono de la nueva estética.
  • El vanguardismo latinoamericano se difundió especialmente a través de revistas literarias que fomentaban la polémica y celebraban la innovación llamativa. En Argentina sobresale Prisma (1921); en Cuba, la Revista de Avance (1927-30); en Perú, Amauta (1926-30), fundada por el pensador marxista e indigenista José Carlos Mariátegui (1894-1930).
  • Este grupo incorporó el impulso vanguardista proponiendo direcciones sugerentes para el diálogo entre la poesía, las otras artes, la psique y la sociedad.

César Vallejo

Los movimientos vanguardistas europeos influyeron directamente en muchos autores hispanoamericanos. El surrealismo, principalmente, se hace palpable en autores como César Vallejo, Pablo Neruda u Octavio Paz.

César Vallejo (1892-1938) comenzó con una poesía modernista, al estilo de Darío, pero siempre desde un nuevo punto de vista muy innovador. Su poesía se caracteriza por una renovación del lenguaje poético, el uso de técnicas vanguardistas como la fragmentación y la ruptura de la sintaxis. Trata temas como la angustia existencial y la condición humana.

Octavio Paz

Octavio Paz (1914-1998) fue uno de los escritores mexicanos más influyentes del siglo XX, reconocido por sus obras vanguardistas y su estilo único. Algunas de sus características y obras más destacadas son:

  • Experimentó con el surrealismo y el vanguardismo en su poesía, como se puede ver en obras como Los hijos del limo: del romanticismo a la vanguardia (1974) y La búsqueda del comienzo: escritos sobre el surrealismo (1974).
  • Combina la ironía, la analogía y la pasión en sus obras.
  • Se opuso al «arte puro» y defendió un «arte de tesis», donde los artistas no deben ser solo artistas, sino también intelectuales comprometidos.
  • Fue autor de obras icónicas como El laberinto de la soledad y Piedra y sol, donde utilizó diversos géneros literarios de manera innovadora.

En resumen, Octavio Paz fue un escritor vanguardista que experimentó con el surrealismo y la combinación de géneros literarios, desarrollando un estilo único y comprometido con la intelectualidad.

Jorge Luis Borges

En 1918, en Madrid, Huidobro contribuyó a fundar el ultraísmo, movimiento al cual se unió también el argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), que vivía en España por esos años. Al regresar a Argentina, Borges y otros jóvenes escritores difundieron el ultraísmo con la premisa de eliminar la ornamentación (modernista) y reducir la poesía a sus elementos fundamentales: la imagen, la tipografía, la innovación lingüística. El movimiento también quería captar la modernización a través de neologismos, referencias a los avances técnicos, la parodia y la incorporación de experiencias regionales. Borges renunció después a este tipo de estética a favor de la meditación filosófica y el diálogo con la cultura universal.

Autores y Obras de Borges

Borges es reconocido por crear un estilo literario único, caracterizado por la experimentación con el lenguaje, los laberintos narrativos y la mezcla de realidad y ficción. Sus obras a menudo exploran la naturaleza del lenguaje y la escritura, así como temas filosóficos como el tiempo, la identidad, los laberintos y los sueños. Su influencia en la literatura mundial ha sido profunda y duradera.

Entre sus obras podemos destacar:

  • Luna de enfrente (1925) y Cuaderno San Martín (1929), que reflejan su visión del mundo.
  • El hacedor (1960) y El otro, el mismo (1964): libros de poesía que profundizan en su exploración del lenguaje y la literatura.
  • Historia Universal de la Infamia (1935): un libro de cuentos que muestra su fascinación por los temas oscuros y enigmáticos. Se exploran los aspectos más sombríos de la naturaleza humana a través de diversos temas relacionados con el crimen, la traición, el engaño y la maldad. Algunos de los personajes retratados son estafadores, asesinos, piratas y otros individuos que se encuentran al margen de la ley y la moral convencional.

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