En este fragmento se observa claramente la diferencia de clases
1.Contextualización:
Estamos ante un fragmento que pertenece a la obra teatral La casa de Bernarda Alba escrita por Federico García Lorca (Fuentevaqueros, 1898 – Granada, 1936), en 1936. Por tanto, esta fue el último libro que escribíó ya que lo fusilaron ese mismo año, víctima de la Guerra Civil. Pertenecíó a la Generación del 27, grupo de escritores que se reúnen en torno a ese año para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora, al que admiraban profundamente. Lorca destacó como un excelente poeta, pero también como dramaturgo. En concreto, este fragmento que nos ocupa pertenece al segundo acto de la obra antes citada, en el que tienen lugar las primeras sospechas de los líos entre Adela y Pepe, los síntomas de tensión van en aumento.
2.Carácterísticas del género literario:
En esta parte solo intervienen dos personajes: Poncia, una antigua amiga a quien Bernarda ayudó y se convirtió en su criada; y Bernarda, la protagonista indiscutible, una mujer autoritaria que representa el poder absoluto, atemorizada por el qué dirán. Por ser el segundo acto, el tiempo escenificado representa el comienzo de la tarde y el desarrollo de los hechos. Lorca utiliza los tres momentos diferentes de un día en la obra (la mañana para el primer acto, la tarde para el segundo y la noche para el tercero) y de este modo parece que la obra se desarrolla en un día, con lo cual parecen comprimirse en 24 horas los ocho años de luto. Además los tres son calurosos. El autor emplea esta técnica para reflejar la monotonía a la que están sometidas las mujeres, para las que todos los días son iguales. La acción transcurre en una habitación de la casa, como toda la obra. La casa es un símbolo de prisión donde los personajes se ven reprimidos. Por último, las acotaciones reflejan la forma de hablar de las dos mujeres (Siempre con crueldad, con odio, crecida…) que muestran la actitud de superioridad de Bernarda, que ordena y trata de forma despótica a sus semejantes, y en especial a la criada; y el intento de Poncia de hacer daño a la protagonista, a la que la unen sentimientos contradictorios; por un lado, un orden lógico que deriva del trato recibido; por otro, lealtad y obediencia.
3.Carácterísticas de la lengua:
A pesar de su aparente sencillez, tiene un estilo sabiamente elaborado. Es frecuente el uso de un registro coloquial (aquí pasa una cosa muy grande, ¡Y así te va a ti con esos humos!…), propio de la lengua hablada. A través del diálogo, Poncia advierte a Bernarda de la tragedia, pero esta se muestra poco receptiva, se niega a verlo, imponiendo su autoridad, con frases categóricas, en las que se observan abundantes exclamaciones e imperativos. A pesar de que Bernarda utiliza muchas frases rotundas (Los tengo porque puedo tenerlos…), Poncia es leal y sumisa. Lorca hace un uso de un lenguaje para ponerlo en boca de Bernarda de frases rotundas y tajantes que muestran su creencia de superioridad. Además muestra su carácter clasista y extremadamente autoritario (¡Mi sangre no se junta con las de los Humanas mientras yo viva!). Por otro lado, en cuanto a figuras estilísticas, podemos encontrar numerosas hipérboles que son habituales en toda la obra (Aquí pasa una cosa muy grande, Y lo haría mil veces). Como sabemos, el autor pretende hacer una denuncia de una injusta situación que se encarga de exagerar.
4.Relación entre la postura del autor y el tema propuesto :
En esta obra se aprecia claramente la diferencia de clases. En esta parte, en concreto, se observa el clasismo el cual lo acentúa la protagonista, como todo lo de su personalidad. Con este clasismo Lorca quiere reflejar cómo era la sociedad de su época, pero es una evidente denuncia, ya que pone un personaje de esas carácterísticas de esa sociedad tan clasista que es pronto rechazado por el lector o por el espectador del drama. Esa diferencia de clases queda también patente, entre otros momentos, cuando Bernarda prohíbe el matrimonio de Martirio con Enrique Humanas. Además habla con desprecio del pueblo y también se aprecia cuando se dirige, con superioridad, a las criadas.
5.Opinión personal: Antiguamente no se permitían matrimonios entre diferentes clases sociales, ya que una familia adinerada quería acrecentar sus riquezas, para ello sus hijos tenían que casarse con una persona de su mismo status social, a pesar de que ello supusiera un matrimonio sin amor. En la actualidad, esto ya no ocurre, afortunadamente, en nuestra sociedad, a excepción de algunos países. El mejor ejemplo del cambio que se ha operado en nuestra sociedad, lo podemos evidenciar en la familia Real, cuando el príncipe se casó con una trabajadora de clase media. Esto, hace unos años, era impensable puesto que los reyes solían casarse entre ellos, pero, desde el punto de vista genético, supone un grave problema, ya que los hijos de estos pueden tener enfermedades degenerativas. Otra clara diferencia del cambio social al que estamos asistiendo es que, hace tiempo, las clases bajas no podían estudiar, puesto que no tenían dinero y, por tanto, debían trabajar para poder vivir. Sin embargo, si tenemos en cuenta que hace unos años la mayoría de la población era de esa condición social, los afortunados eran solo unos pocos, una minoría selecta. Hoy en día, la mayoría de los ciudadanos pertenecen a la clase media y tienen la suerte de poder estudiar, aunque algunos, por desgracia, no lo valoren. Sin embargo, todavía existen, en nuestra sociedad las diferencias sociales se aprecian de forma exagerada en los más ricos, en su mayoría famosos: futbolistas, cantantes, intelectuales, etc. Es decir, aquellos que pertenecen a una élite económica que está muy lejos de lo que es la mayoría. En conclusión, el clasismo, al que Lorca hace una dura crítica, era habitual en aquella época, pero, por suerte, la comunidad actual ha cambiado de mentalidad, incluso hay un derecho de igualdad, por el que queda reflejado que todos somos iguales, sea cual sea su condición social.