Últimas Tardes con Teresa de Juan Marsé: Un Retrato de Dos Mundos en la Barcelona de Posguerra

Últimas Tardes con Teresa: Un Retrato de Dos Mundos en la Barcelona de Posguerra

El Encuentro de Dos Mundos: Pijoaparte y Teresa

La novela narra los amores de Manolo, más conocido como Pijoaparte, típico exponente de las clases bajas marginadas cuya mayor aspiración es conseguir prestigio social, y Teresa, una bella muchacha rubia, estudiante e hija de la alta burguesía catalana.

La historia empieza cuando Pijoaparte llega a los barrios de los ricos, San Gervasio, con un flamante traje bien planchado, y se sienta en un flamante coche deportivo estacionado delante de la entrada de una fiesta de estudiantes. Enciende un cigarro y espera que alguna chica se fije en él. Al ver que esto no ocurre, entra y allí conoce a una chica, Maruja. Tiene una aventura con ella, pero cuando descubre que en su habitación hay colgados delantales, deduce que no es una burguesa, la despierta y la azota. Piensa que saliendo con ella conseguirá atraer a su dueña, Teresa, una universitaria conflictiva, rubia e hija de padres burgueses y ricos.

Maruja cae enferma, y su enfermedad desencadena la chispa del amor entre Pijoaparte y Teresa. Ella sustituye como su «líder espiritual» a Luis Trías de Giralt (líder estudiantil con el que previamente a intimar con Manolo había tenido una insatisfactoria experiencia sexual) por Manolo. Pero Maruja muere. En ese momento podemos comprender cómo realmente ambos personajes han llegado a estar profundamente enamorados el uno del otro, y cómo al mismo tiempo todo se viene abajo.

Estructura Narrativa y Temporalidad

Predomina la narración lineal en orden cronológico, aunque abundan las analepsis para volver a la niñez de los personajes que componen la trama o para reconstruir hechos importantes. De esta forma, llegamos a conocer de forma profunda al protagonista.

La acción dura un año y tres meses, con un corto episodio de dos años después. Se desarrolla en Barcelona y en la playa de Blanes. Dentro de Barcelona hay dos mundos: el Carmelo, barriada de clases marginales (ladrones, prostitutas, delincuentes…) y San Gervasio, un suburbio rico, exclusivo, con gente libre pero a la vez llena de problemas.

Son dos mundos enfrentados, el de Manolo y el de Teresa, y a través de ellos dos culturas, pues la chica es de origen catalán y él es charnego.

La Voz Narrativa y el Juego de Perspectivas

El narrador está en tercera persona con algunos monólogos interiores en primera y, a veces, en segunda persona.

El narrador en ocasiones nos sugiere datos para crear misterio, como todo lo que rodea al que llaman “Cardenal”. Con gran maestría, el novelista nos adelanta a veces el desenlace.

La voz narradora en tercera persona es la del autor, que interviene constantemente, más cerca de Pijoaparte que de los demás personajes.

La narración en tercera persona no excluye el artificio del perspectivismo para presentar la realidad en diferentes dimensiones.

Así, la escena primera en que el murciano aparece, sin ser invitado, en una fiesta particular del barrio San Gervasio, se presenta desde el punto de vista de Manolo, más tarde con la visión de Teresa y, por último, ante la perspectiva de Maruja.

Otras escenas son proyecciones de la fantasía de sus personajes. Por ejemplo, la visita narrada en detalle de Manolo a la alcoba de Teresa en la villa de sus padres ocupa casi siete páginas, al cabo de las cuales nos enteramos de que no hubo tal visita, que sólo hemos asistido a una febril aventura soñada, producto de la exaltada imaginación del joven.

Personajes: Un Reflejo de la Sociedad

Cuatro personajes, cuyas vidas están enlazadas por el azar, encarnan los dos universos antagónicos: Manolo, Teresa, Luis y Maruja, criaturas creadas por Marsé para caricaturizar esos dos mundos. El esquema de los personajes es Teresa-Maruja; Luis-Manolo, paralelismo buscado entre personajes de clases sociales diferentes para contrastarlos. Manolo y Luis son, durante cierto tiempo cada uno, novios y al cabo fracasados amantes de Teresa. Manolo y Teresa, por su parte, sostienen semejanzas psicológicas entre sí, pues mientras Manolo perseguirá siempre la imagen dulce de la pequeña turista francesa, Teresa hará otro tanto con la del golfillo conspirador de extraña fuerza.

Maruja

Hija de campesinos llamados Pepa y José, pobres, que viene a la ciudad para servir como criada a los señores Serrat. Humilde, aparentemente simple, resignada, agradecida a Dios por la pequeña porción de felicidad que se le ofrecía, el afecto de Teresa y su aventura con Manolo. Para Manolo, Maruja presenta siempre un aire de desesperación que lo desorienta y le provoca sentimientos encontrados. Le hace sentir un cierto desprecio hacia ella en un principio, una repulsión hacia su necesidad de amor y cálido contacto humano que finalmente acaba siendo vencida por esta misma característica, que va calando en Manolo y le hace adoptar una postura protectora hacia Maruja.

Manolo

También llamado Pijoaparte, es hermoso y fuerte, embustero, enamoradizo, movido por el instinto y la imaginación, más que por la inteligencia. De su tierra de Ronda, Málaga, se fue a Barcelona a casa de su hermano mayor y se hizo ladrón bajo la protección del Cardenal. Su mundo interior es bastante complejo, aunque su figura sea más caracterizada por la apariencia. Profundamente afectado por un episodio ocurrido en su infancia con una niña francesa, busca siempre la aceptación por parte de aquellas clases que él considera privilegiadas y superiores. Podemos comprobar esto en los numerosos escenarios que él construye en su mente, escenas en que él desenvuelve el papel de héroe y recibe, además del afecto (casi siempre erótico) de la damisela en apuros a la que sin falta él socorre, la aprobación de alguna figura que él vislumbra autoritaria y digna de respeto. Manolo se fija en Teresa desde la primera vez que la ve en una fiesta en la que él se cuela sin ser invitado, y por caprichos del azar, acaba liado con Maruja, que es casualmente parte del servicio en la villa de la acomodada familia de Teresa. En un principio, después de que Maruja cae en un profundo coma, Manolo tiene cierta curiosidad en Teresa, un interés provocado por la clase social a la que ella pertenece. Más tarde, se va revelando la auténtica naturaleza de sus sentimientos hacia Teresa en los monólogos internos del charnego. Trata de no dejarlos aflorar demasiado en un principio, puesto que él mismo no reconoce que está enamorándose de Teresa. Cuando ella empieza a hacer evidente su interés hacia él, Manolo deja entrever su fondo sensible y bueno tras su fachada.

Teresa

Se sintió atraída hacia el malagueño porque buscaba una aventura arriesgada, quería “desembarazarse” de su virginidad. Para ella, el amor era una tontería y prefería el deseo. Y por ello elige a Pijoaparte, con “nostalgia de arrabal” y obsesión de conspiraciones obreras.

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