El argumento de Luces de bohemia consiste en la dramatización de la última noche de la vida de Máximo Estrella. A partir de esta anécdota, Valle nos quiere dar una imagen de la España de su tiempo, dominada por la miseria, la locura y la violencia; en definitiva, por «lo infernal». La peregrinación de Max Estrella es un «viaje al fondo de la noche». Max desciende a los abismos de la ignominia, de la injusticia, de las miserias de toda índole. Y no sabemos si lo que lo mata es el frío, el hambre, el alcohol o su corazón cansado, o si es el dolor por el espectáculo que tiene en torno. Siguiendo esa línea, algunos críticos han pensado que lo que Valle pretende es reflejarnos la vida española como si de un infierno se tratase, y por esa razón se reafirman en la idea de que la obra, en algunos momentos, presenta contactos con la Divina Comedia de Dante. En su peregrinación «infernal», en su descenso a los infiernos Max va acompañado por Don Latino, como Dante iba acompañado por el poeta latino Virgilio. El infierno en Dante es descrito como un círculo, mientras que el viaje de Max también es circular. En la escena XI exclama: «Latino, sácame de este círculo infernal.» Y luego afirma: «Nuestra vida es un círculo dantesco.» Pero, en todo caso, el infierno de Dante se ha trasladado a Madrid… Y ha pasado por los espejos del callejón del Gato.
De la temática cabe decir que el tema principal es el enfrentamiento entre dos mundos:
El de las víctimas del poder y el de los poderosos. Entre las víctimas del poder estarán los dos únicos personajes verdaderamente trágicos de la obra: el preso y la madre del niño muerto, también los bohemios, con Max a la cabeza. Los poderosos son los que explotan a los demás en mayor o menor medida o son cómplices del poder justificando siempre sus decisiones: el Ministro, Serafín el Bonito, el librero Zaratustra o Don Latino.
La religión también parece estar presente con un determinado simbolismo como en la escena VI: preso catalán se llama Mateo, el mismo nombre de un apóstol que fue asesinado por la espalda; Max Estrella llama Saulo al anarquista y le encomienda predicar una nueva religión.
La literatura
Ya hemos comentado con anterioridad la gran cantidad de citas y referencias literarias. Así, el mundo de la bohemia y el de los poderosos aparece enfrentado y se confunden las diferencias entre realidad y literatura, es lo que se conoce como literatización de la obra. También se mencionan a diversos autores y obras: Homero y Belisario en la escena VIII o los hermanos Quintero, Shakespeare, Hamlet Ofelia en la escena XIV. Otro procedimiento es la crítica a figuras, escuelas o instituciones literarias así como también están presentes alusiones a la mitología.
La realidad política y social
Valle-Inclán utiliza la historia de manera anacrónica como una carácterística más de su teoría sobre el esperpento: producir un efecto deformador. Algunos de estos «saltos temporales» son las referencias a don Jaime de Borbón y al rey de Portugal, Manuel II. En toda la obra hay alusiones que critican otras situaciones de la realidad española como por ejemplo:
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La clase política y su represión policial
Ministerio de «Desgobernación», torturas, detenciones legales, la ley de fugas que permitía disparar a los detenidos. Es decir, se denuncia de la miseria material y moral de España, como consecuencia de la corrupción política.
Esta denuncia general de la situación histórico-social se puede concretar en una serie de subtemas. Las referencias al hambre y a la agitación social son muy numerosas; hay manifestaciones tumultuarias con asalto y saqueo de tiendas; frente a las organizaciones obreras con sus saqueos aparecen organizaciones patronales amparadas por la policía. Otro subtema es el de la corrupción del poder político y de la prensa: aparece reflejado el uso real en la época de la utilización por parte del gobierno de fondos reservados para sobornar a periodistas.
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La crítica a la burguésía, clase representada por el librero Zaratustra o el tabernero Pica Lagartos.
Tampoco quedarán fuera de su visión esperpéntica los personajes populares, como la Pisa Bien, la Lunares y los sepultureros.
El tema de la muerte está omnipresente
Las referencias al suicidio (como remedio para acabar con tanto sufrimiento) aparecen desde el principio, no hay que olvidar que la obra se inicia con el suicidio como solución a las penurias sufridas por Max y su familia. Y termina cumplíéndose la premonición como en las tragedias griegas. Mueren cinco personajes, víctimas más inocentes de la situación del país, por culpa de la injusticia, de la corrupción, de la pobreza, de la ignorancia y los abusos del poder. Muere Max, su mujer Madama Collet, su hija Claudinita y son asesinados el obrero catalán y un niño indefenso en la escena XI. En total son ocho escenas donde la muerte aparece en cierta medida como catalizadora de la trama (ESC. I: el suicidio de la familia de Max como solución final a sus penurias económicas, ESC.VI: la muerte anunciada del preso catalán ya que sabe que lo matarán aplicándole la Ley de fugas, ESC. IX: Max y Rubén Darío filosofarán sobre la vida y la muerte en el Café Colón, ESC. XI: la muerte del niño en las revueltas obreras y la muerte del preso catalán a manos de la policía, ESC. XII: la muerte de Max en la calle, ESC. XIII: el velatorio de Max, ESC. XIV: el entierro de Max y ESCENA ÚLTIMA: el suicidio de Madama Collet y Claudinita). –
El menosprecio del talento, La rebeldía, El suicidio, La miseria, La marginalidad social, La ceguera
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