Contexto Histórico y Social de la Literatura Hispanoamericana
Los países hispanoamericanos, excepto Cuba y Puerto Rico, lograron la independencia en la primera mitad del siglo XIX. La utopía de la libertad y sus enormes recursos naturales no supusieron una prosperidad económica y social, sino otra dependencia de las empresas multinacionales y de Estados Unidos. La América hispana se debate entre la explotación ajena de sus riquezas agrícolas y minerales y la pobreza de muchos de sus habitantes, dominados por una minoría adinerada. La mayoría de las naciones soportan truncados por constantes golpes de estado militares y se reproducen los movimientos revolucionarios y las guerrillas.
Evolución de la Novela Hispanoamericana
Ante todo, el cultivo de la novela es menor que el de la lírica. La evolución de aquella presenta un evidente retraso con respecto al de ésta. Cabe distinguir las tres etapas:
- La novela realista
- Los comienzos de la renovación narrativa
- La consolidación y el espléndido desarrollo de la nueva narrativa y la última generación
Primera Etapa: La Novela Realista
Los primeros decenios del siglo pueden presentar pinceladas de tipo naturalista, compatibles con resabios de lenguaje romántico. El denominador común de los contenidos argumentales sería la presentación de la peculiaridad americana. Hay que distinguir las áreas temáticas:
- Resulta proverbial la inestabilidad política de aquellos países, la incesante sucesión de «revoluciones», la frecuente presencia de dictadores que emanan de la oligarquía dominante. En estas tensiones se halla la novela hispanoamericana un importante filón. En este periodo que nos ocupa destacan las novelas de la revolución mexicana.
- Los problemas sociales, subyacentes a las citadas tensiones políticas. La novela reflejará las desigualdades de la pirámide social. La novela realista es una protesta ante esas desigualdades. No pocos títulos se proponen denunciar la oprimida condición del indio: se habla de novela indigenista.
Segunda Etapa: Comienzos de la Renovación Narrativa
A partir de 1940, se observa un cansancio de la novela realista. Los temas se pasarán a tratar con procedimientos distintos. Y aparecerán nuevos temas. Algunos aspectos:
- Surgen nuevos temas, el interés por el mundo urbano que dará cabida a los más variados problemas humanos o existenciales.
- Irrumpe la imaginación, lo fantástico. Ya Borges hablaba en los años 30 de «realismo fantástico». Pronto se hablará de realismo mágico. A partir de este momento, realidad y fantasía se presentarán enlazadas en la novela.
- En el terreno de la estética se notará un mayor cuidado constructivo y estilístico. Los autores atenderán a las innovaciones formales portadas por los grandes novelistas europeos y norteamericanos. Por otra parte, se asimilan elementos irracionales y oníricos.
Estos rasgos se prolongarán durante los decenios siguientes en la obra de nuevos novelistas. Debemos destacar: Borges, Miguel Ángel Asturias y Juan Rulfo.
Innovaciones en las Técnicas Narrativas
Ante la pobreza del estilo realista del siglo XIX, aparecen nuevas formas narrativas y las innovaciones que se realizan son intensas en el campo de las técnicas:
- La novela tradicional tenía un punto de vista único, autor omnisciente, y ahora se ha propugnado la desaparición del autor. Este se limita a presentar su novela, el punto de vista único. Puede aparecer el autor como una cámara cinematográfica que tan solo cuenta lo que ve.
- Hay una serie de tendencias de la novela contemporánea que relegan el argumento a un plano secundario.
- En la estructura externa podemos decir que se eliminan los capítulos tradicionales y se introducen las secuencias separadas por espacios en blanco sin numerar. La estructura interna no respeta la linealidad tradicional y aparecen nuevas: la estructura de contrapunto y la estructura de tiempo.
- También los personajes pierden su definición cronológica. Encontramos flash-backs.
Tercera Etapa: El «Boom» de la Novela Hispanoamericana
En 1962 se publica en España La ciudad y los perros de Vargas Llosa. En 1967 llegaba Cien años de soledad de García Márquez. Para los lectores españoles, obras como estas produjeron el mayor asombro. Se descubrió y se devoró con avidez la obra de los autores citados y de otros ya mencionados o que habremos de mencionar. Era el llamado «boom». Las características de esta novela son:
- Se confirma la ampliación temática y se incrementa la preferencia por la novela urbana.
- La integración de lo fantástico y lo real se consolida.
- En el terreno de las formas se observa una mayor ampliación artística.
- Por debajo de todo ello, late el convencimiento de la insuficiencia práctica y estética del realismo. Supone una voluntad de abordarla desde ángulos más ricos, más reveladores y más válidos. Esta preocupación no supone que el escritor abdique de propósitos testimoniales o de denuncia.