Tradición y Vanguardia en la Poesía de MH: Un Análisis Profundo

Tradición y Vanguardia en la Poesía de MH: Se empapaba de todo lo que leía y oía. Su motivo de inspiración era la poesía de vanguardia. Su aprendizaje literario se inclina en la imitación de los escritores cultos. La tradición de MH se presenta en un doble influjo a lo largo de su obra: la tradición de los clásicos españoles, caracterizada por un costumbrismo regionalista; poesía y teatro de los siglos de oro; y poesía y teatro de la modernidad y de su contemporaneidad. Se destacan autores como: Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Quevedo, Aleixandre (concepción del existencialismo), Darío.

La aparición de seres mitológicos en los poemas juveniles es una manera de introducir sensualidad e incluso erotismo natural a su poesía. La continua disturbia entre aplaudir o castigar el gozo carnal conduce a MH a valorar a otros escritores modernos que debatieron sobre las creencias de un Dios, así como Unamuno. También de los clásicos españoles hay pruebas de sus gustos literarios, desde el tópico ubi sunt (Manrique) hasta juegos metafóricos (Juan de Herrera).

La estela católica y espectacular del dramaturgo Calderón de la Barca es la que propicia la resurrección de un género prohibido en España desde el siglo XVIII, el auto sacramental, de ahí la primera obra teatral de MH: Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras.

Otro paso fue hacia el progresismo ideológico, de la mano del teatro épico de Lope de Vega. Así y todo, la personalidad que más impacta en MH es Góngora. El Surrealismo: los contactos de MH con la vanguardia fueron escasos, destaca su conexión con el purismo (Juan Ramón Jiménez). En Perito en lunas: poesía pura, suma nuevas imágenes de inusual lazo racional, deseo de extrañeza y disentimiento por parte del lector, sorpresa y emoción artística fundamentadas en la irracionalidad surrealista.

Su compromiso social experimenta un giro ideológico, iniciando el ciclo Sonreídme, que emplea un lenguaje surrealista con una claridad expositiva y retoma el romance (Neruda). MH se centra en una búsqueda de la personalidad poética, el recurso surrealista predomina. Desde el estallido de la Guerra Civil compone poesía del pueblo, imponiéndose desde Viento del pueblo y ausencias como temas. El romance vuelve a su función primitiva de noticiario (género popular).

En la segunda mitad de 1935: irracionalismo incontrolado y nuevos contenidos de impurezas, dejando atrás su juventud. El surrealismo se relaciona con una visión onírica irracional, engendrada por libres asociaciones y discordancias (Perito en lunas). En El rayo que no cesa, las imágenes se acumulan y encadenan formando cuadros fantásticos.

Existe una dualidad tradición-vanguardia en MH, con el homenaje a Garcilaso, prescinde de influencia vanguardista y se somete a la tradición más clásica del soneto.

La Tradición Popular (Neopopularismo): recreación culta de la tradición de corte popular, tiene dos vías: la transmisión oral y sus lecturas.

Compromiso Social y Político en MH: 1ª etapa: pleno éxtasis de expresión religiosa (teorías teocéntricas). Sublima el trabajo como peldaños para alcanzar a Dios. Primera obra teatral de MH. Este periodo conformista va desapareciendo ya en algunas muestras de sentimentalismo costumbrista, donde lo folklórico cede a la adhesión connatural con el necesitado, se contempla en ¡En mi barraquica! con un lenguaje huertano.

Situación Social y Política en MH: finales del XIX: oligarquía territorial que había impedido cualquier reforma agraria, clero conservador, militar autoritaria (II República-Guerra Civil). Esta posición social procedía de la generación del 98 como ausencia de compromiso, se olvidan de la España viva y se enfundan en la España soñada y recreada. Machado sí se preocupa del hombre de España con una poesía sin renunciar a la condición humana, pero sin dar soluciones.

El gran compromiso radica en que puso sus fuerzas para defender la tierra, los derechos y posibilidades. La nueva vida de MH en la capital, los avatares de la política y las nuevas amistades de MH hacen que abandonen el lastre ideológico oriolano, se decanta hacia el lado del más débil, del desvalido obrero. Nuevo periodo: clase social que reivindica sus derechos (pueblo trabajador). Abandona la poesía católica y de antaño e inicia una poesía más impura, con las primeras protestas sociales. Es el antípoda del esteticismo minoritario, poesía dirigida a la inmensa minoría. MH se libera de las cargas y de los prejuicios religiosos. En su drama social ha defendido el tiranicidio.

La introspectiva amorosa de El rayo que no cesa deviene en canto y proclama rebeldes. Fundamentará su compromiso social en experiencias cotidianas y sufridas por él. Era del bando republicano, inquietud social y esperanza en el hijo.

Viento del Pueblo: optimista, fraternidad, libertad y sangre fecunda. Poesía viril de circunstancias de lo personal que cede terreno a lo colectivo y a los contenidos éticos de la solidaridad.

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