Por otra parte, Pepe el Romano es otra de las piezas significativas en la obra.
Pese a no aparecer nunca en escena, está implícitamente presente. Mantiene una relación interesada con Angustias, pues esconde hipócritamente el interés por el dinero y es, sin duda, la base del conflicto de la casa.
Es concebido por todas las hijas como elemento liberador del mundo cerrado de Bernarda.
El espacio en esta obra se encuentra dividido en dos, uno interior, cerrado, definido como infierno y presidio, que es la casa con sus paredes blancas, sus ventanas cerradas, donde prima el silencio y donde nadie tiene privacidad ni libertad; y uno exterior, que por ser prohibido es percibido solo desde el interior de la casa y principalmente a través del sonido que es el único elemento externo que se filtra dentro. Poncia es la que sirve de enlace entre los acontecimientos del exterior y el interior.
Poco a poco, este espacio se configura en las acotaciones gracias a la iluminación que se va oscureciendo; se asiste en el primer acto a unos “muros gruesos” y “blanquísimos” que impiden el con-tacto con el exterior y recuerdan al blanco de la muerte, al mismo tiempo que la pureza de las hijas y la limpieza “aparente”. Los muros “gruesos” impiden todo contacto con el exterior. En el segundo acto están visibles las puertas de los dormitorios (lo que recuerda un convento o laberinto del que no pueden salir) y las paredes son “blancas”, aspecto que demuestra que la pureza ya no es la misma y que el conflicto y la envidia entre las hermanas va en aumento. Ya en el tercero, las paredes son “ligeramente azuladas” y termina la obra en un patio interior. Este símbolo del color de las paredes es la oscuridad que lleva a la tragedia final.
En el caso del fragmento, los personajes se sitúan fuera del corral, en el patio, cuando Martirio le dice a su madre que Adela estaba con Pepe el Romano.
El tiempo exacto que transcurre entre el primer acto y el último no se precisa, sí se afirma que los acontecimientos suceden en verano (calor asfixiante que simboliza cómo se sienten las hijas). El autor solo menciona que en el acto primero son las doce de la mañana, (indicado por las campanas); en el segundo, las tres de la tarde y en el tercero es de noche y faltan tres días para la boda. Existe aquí una relación con la descripción de las paredes, desde “blanquísimas” a “ligeramente azuladas” que ya se ha mencionado: los distintos actos se refieren a los diferentes momentos del día, van desde más luminosos (doce de la mañana), a menos, (de noche).
El tiempo psicológico es el que sienten los personajes. Es lento porque es un reflejo de la monotonía y el aburrimiento. No sucede nada en sus vidas, no hay ilusión, no hay esperanza ni proyectos.
Otras referencias temporales son las que aparecen asociadas a los encuentros nocturnos: Angustias se ve con Pepe el Romano hasta la una de la madrugada en el segundo acto, y en el tercero, ese tiempo se reduce, pues a las doce y media ya se ha ido. Se nota así cómo el tiempo que pasa con Adela es mucho mayor y va en aumento. En el segundo acto informa Poncia que lo oyó irse a las cuatro y en el tercero, se menciona que faltan tres días para la boda.
El fragmento corresponde al final de la obra. Es de noche y todos duermen menos Adela, que está con Pepe el Romano y Martirio, que la espía. Después de discutir las dos, Martirio llama a su madre a gritos y todas se despiertan y mantienen una violenta discusión que aparece reflejada en el texto con el trágico final de la obra. Se menciona que también los vecinos se despiertan.
IES LA LABORAL DE LA LAGUNA LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
2º de Bachillerato Sofía Delgado Hernández
Comentario La casa de Bernarda Alba
6
El fragmento se considera una obra literaria ya que la intención del autor no es informar de la realidad, sino conmover, crear belleza y hacer sentir. En la obra está presente la función expresiva porque Lorca plasma su visión de la realidad, su opinión sobre la sociedad del momento, sus ideas, sentimientos y emociones. También la función apelativa cuando se dirige un personaje a otro (las órdenes de Bernarda) y porque con la obra se intenta conmover, hacer pensar al lector o espectador y hacer que se identifique con su contenido. Por último, la función poética, porque el mensaje se elabora de manera original, diferente al lenguaje normal y con la finalidad de crear belleza. Además, el teatro de Lorca se caracteriza por poseer un lenguaje bastante poético y por la presencia de abundantes símbolos.
Pertenece este texto al género dramático porque está creado con la finalidad de ser representado. No hay narrador que cuente los hechos sino que es el diálogo de los personajes lo que permite conocer todo lo relacionado con la historia y con los personajes. Aparecen las acotaciones, indicaciones que aporta el autor del texto, escritas en cursiva y entre paréntesis, que sirven de guía para el decorado del espacio, para las acciones e interpretación de los personajes; “(Señalando a Adela); (Se dirige furiosa hacia Adela); (Haciéndole frente); (Adela arrebata el bastón a su madre y lo parte en dos)”. El subgénero es el drama porque Lorca subtitula la obra “Drama de mujeres en los pueblos de España”, ya que se trata de una historia en la que prevalecen acciones y situaciones tensas y pasiones conflictivas que en este caso desembocan en un final trágico.
García Lorca pretende mostrar un conflicto apasionado entre la autoridad y la libertad en una ambientación rural desde una perspectiva realista y, por ello, pretende reducir los elementos escénicos y dramáticos. Su estilo sencillo y realista, desnudo en ocasiones, lleva al uso de frases cortas y tajantes, que a veces producen una sensación de brusquedad.
Por ese motivo, el autor se vale de una serie de carácterísticas que contribuyen a lograr lo que él pretende; por eso, en el fragmento utiliza campos semánticos relacionados con la violencia cuando habla Bernarda (‘’escopeta’’, ‘’martillo’’…), y otras que se refieren al ámbito rural (‘’enaguas’’, ‘’corral’’, ‘’paja’’, ‘’jaca’’).
Pese a no aparecer nunca en escena, está implícitamente presente. Mantiene una relación interesada con Angustias, pues esconde hipócritamente el interés por el dinero y es, sin duda, la base del conflicto de la casa.
Es concebido por todas las hijas como elemento liberador del mundo cerrado de Bernarda.
El espacio en esta obra se encuentra dividido en dos, uno interior, cerrado, definido como infierno y presidio, que es la casa con sus paredes blancas, sus ventanas cerradas, donde prima el silencio y donde nadie tiene privacidad ni libertad; y uno exterior, que por ser prohibido es percibido solo desde el interior de la casa y principalmente a través del sonido que es el único elemento externo que se filtra dentro. Poncia es la que sirve de enlace entre los acontecimientos del exterior y el interior.
Poco a poco, este espacio se configura en las acotaciones gracias a la iluminación que se va oscureciendo; se asiste en el primer acto a unos “muros gruesos” y “blanquísimos” que impiden el con-tacto con el exterior y recuerdan al blanco de la muerte, al mismo tiempo que la pureza de las hijas y la limpieza “aparente”. Los muros “gruesos” impiden todo contacto con el exterior. En el segundo acto están visibles las puertas de los dormitorios (lo que recuerda un convento o laberinto del que no pueden salir) y las paredes son “blancas”, aspecto que demuestra que la pureza ya no es la misma y que el conflicto y la envidia entre las hermanas va en aumento. Ya en el tercero, las paredes son “ligeramente azuladas” y termina la obra en un patio interior. Este símbolo del color de las paredes es la oscuridad que lleva a la tragedia final.
En el caso del fragmento, los personajes se sitúan fuera del corral, en el patio, cuando Martirio le dice a su madre que Adela estaba con Pepe el Romano.
El tiempo exacto que transcurre entre el primer acto y el último no se precisa, sí se afirma que los acontecimientos suceden en verano (calor asfixiante que simboliza cómo se sienten las hijas). El autor solo menciona que en el acto primero son las doce de la mañana, (indicado por las campanas); en el segundo, las tres de la tarde y en el tercero es de noche y faltan tres días para la boda. Existe aquí una relación con la descripción de las paredes, desde “blanquísimas” a “ligeramente azuladas” que ya se ha mencionado: los distintos actos se refieren a los diferentes momentos del día, van desde más luminosos (doce de la mañana), a menos, (de noche).
El tiempo psicológico es el que sienten los personajes. Es lento porque es un reflejo de la monotonía y el aburrimiento. No sucede nada en sus vidas, no hay ilusión, no hay esperanza ni proyectos.
Otras referencias temporales son las que aparecen asociadas a los encuentros nocturnos: Angustias se ve con Pepe el Romano hasta la una de la madrugada en el segundo acto, y en el tercero, ese tiempo se reduce, pues a las doce y media ya se ha ido. Se nota así cómo el tiempo que pasa con Adela es mucho mayor y va en aumento. En el segundo acto informa Poncia que lo oyó irse a las cuatro y en el tercero, se menciona que faltan tres días para la boda.
El fragmento corresponde al final de la obra. Es de noche y todos duermen menos Adela, que está con Pepe el Romano y Martirio, que la espía. Después de discutir las dos, Martirio llama a su madre a gritos y todas se despiertan y mantienen una violenta discusión que aparece reflejada en el texto con el trágico final de la obra. Se menciona que también los vecinos se despiertan.
IES LA LABORAL DE LA LAGUNA LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
2º de Bachillerato Sofía Delgado Hernández
Comentario La casa de Bernarda Alba
6
El fragmento se considera una obra literaria ya que la intención del autor no es informar de la realidad, sino conmover, crear belleza y hacer sentir. En la obra está presente la función expresiva porque Lorca plasma su visión de la realidad, su opinión sobre la sociedad del momento, sus ideas, sentimientos y emociones. También la función apelativa cuando se dirige un personaje a otro (las órdenes de Bernarda) y porque con la obra se intenta conmover, hacer pensar al lector o espectador y hacer que se identifique con su contenido. Por último, la función poética, porque el mensaje se elabora de manera original, diferente al lenguaje normal y con la finalidad de crear belleza. Además, el teatro de Lorca se caracteriza por poseer un lenguaje bastante poético y por la presencia de abundantes símbolos.
Pertenece este texto al género dramático porque está creado con la finalidad de ser representado. No hay narrador que cuente los hechos sino que es el diálogo de los personajes lo que permite conocer todo lo relacionado con la historia y con los personajes. Aparecen las acotaciones, indicaciones que aporta el autor del texto, escritas en cursiva y entre paréntesis, que sirven de guía para el decorado del espacio, para las acciones e interpretación de los personajes; “(Señalando a Adela); (Se dirige furiosa hacia Adela); (Haciéndole frente); (Adela arrebata el bastón a su madre y lo parte en dos)”. El subgénero es el drama porque Lorca subtitula la obra “Drama de mujeres en los pueblos de España”, ya que se trata de una historia en la que prevalecen acciones y situaciones tensas y pasiones conflictivas que en este caso desembocan en un final trágico.
García Lorca pretende mostrar un conflicto apasionado entre la autoridad y la libertad en una ambientación rural desde una perspectiva realista y, por ello, pretende reducir los elementos escénicos y dramáticos. Su estilo sencillo y realista, desnudo en ocasiones, lleva al uso de frases cortas y tajantes, que a veces producen una sensación de brusquedad.
Por ese motivo, el autor se vale de una serie de carácterísticas que contribuyen a lograr lo que él pretende; por eso, en el fragmento utiliza campos semánticos relacionados con la violencia cuando habla Bernarda (‘’escopeta’’, ‘’martillo’’…), y otras que se refieren al ámbito rural (‘’enaguas’’, ‘’corral’’, ‘’paja’’, ‘’jaca’’).