El Teatro Español desde los Años Sesenta hasta 1975

Entre 1960 y 1975, el teatro español experimentó una notable diversificación, marcada por la coexistencia de varias tendencias. A continuación, se detallan las principales corrientes de este periodo:

Teatro Comercial

Continuando la tradición de la comedia burguesa, el teatro comercial mantuvo su popularidad. Destacaron autores como:

• Alfonso Paso, conocido por obras como Cena de matrimonios.
• Jaime de Armiñán.
• Juan José Alonso Millán.
• Jaime Salom.

Teatro Social

Un grupo de autores, conocidos como el «grupo realista», se propuso reflejar críticamente la realidad social española. Entre ellos se encuentran:

• Lauro Olmo.
• José Martín Recuerda.
• José María Rodríguez Méndez.
• Carlos Muñiz.

Las características de sus obras son:

• Temática: Abordaban la injusticia social, las condiciones precarias del obrero, la angustia, la emigración y los prejuicios sociales.
• Intención crítica: Denunciaban las injusticias sociales de la España franquista.
• Personajes: Pertenecientes a las clases trabajadoras, eran presentados como víctimas de una sociedad opresora.
• Fuentes: Se percibe la influencia del sainete trágico de Arniches, así como del esperpento y la farsa de Valle-Inclán.
• Trama: Se centraban en la realidad cotidiana de la gente corriente, incluyendo el paro y la emigración.
• Estilo: Empleaban un lenguaje popular y una expresión vehemente.

Obras representativas del «grupo realista»:

• Los inocentes de la Moncloa (1960), de José María Rodríguez Méndez.
• El tintero (1960), de Carlos Muñiz.
• La camisa (1962), de Lauro Olmo.
• Las salvajes en Puente San Gil (1963), de José Martín Recuerda.

Teatro Experimental

En esta década surgió un movimiento de renovación que buscaba la experimentación formal y nuevos cauces dramáticos. Abordaban los mismos temas críticos que los autores realistas, pero con una estética diferente. Las características esenciales de este teatro experimental son:

1. Uso de recursos vanguardistas.
2. Búsqueda de un carácter simbólico o alegórico.
3. Personajes deshumanizados o caricaturizados, convertidos en personajes-símbolo.
4. Acción fragmentada en breves secuencias sin un orden lógico.
5. Nueva concepción del espacio escénico, integrando la sala de butacas.
6. Concepción del teatro como un espectáculo total, incluyendo efectos sonoros, lumínicos y danza.
7. Preferencia por la farsa grotesca y satírica.

Los dos grandes dramaturgos de este teatro experimental fueron Fernando Arrabal y Francisco Nieva. También se puede citar a José María Bellido.

Fernando Arrabal

Fundador del teatro pánico, una mezcla del teatro del absurdo y el teatro de la crueldad. Buscaba crear un espectáculo total que conmoviera al espectador y lo sacara de su pasividad. Su producción dramática se divide en dos etapas:

• Primer teatro: Influenciado por el postismo y el teatro del absurdo europeo, así como por el de Mihura. Obras destacadas: Picnic y El cementerio de automóviles.
• Teatro pánico: Pretendía sacudir la conciencia del espectador mediante la alternancia del humor y del horror. Obras: El arquitecto y el emperador de Asiria y Oye, Patria, mi aflicción.

Francisco Nieva

En sus dramas, plantea la relación entre el hombre y la sociedad represiva que lo degrada al impedir el desarrollo de sus necesidades profundas. Además del erotismo, sus obras contienen referencias a una España negra y a la religión, criticándolas con vehemencia. Nieva concibe el teatro como un espectáculo, donde prevalecen los aspectos estéticos sobre el contenido. Dividió su producción en tres géneros:

• Teatro furioso: Obras que se rebelan contra la realidad y critican la España de su época. Obras: Pelo de tormenta y La carroza de plomo candente.
• Teatro de farsa y calamidad: Obras más metafísicas y poéticas, donde se da importancia a lo irracional. Obra destacada: Malditas sean Coronada y sus hijas.
• Teatro de crónica y estampa: Desarrolla temas históricos y biográficos. Obra: Sombra y quimera de Larra.

Grupos de Teatro Independiente (GTI)

Avanzada la década de los sesenta, surgieron grupos de teatro independiente como evolución de los grupos de teatro universitarios. Estaban compuestos por aficionados y buscaban llevar el teatro a todos los rincones del país. Sus características generales son:

• Creación colectiva de la obra, con un importante papel de la improvisación.
• Infravaloración del texto.
• Mantenimiento de enfoques críticos.
• Ruptura de las convenciones escénicas de espacio y tiempo.
• Autofinanciación: cada grupo constituía una empresa que financiaba sus propios espectáculos.

Los GTI más destacados fueron:

• Els Joglars, en Cataluña.
• Tábano, en Madrid.