Introducción a la Narrativa Española Contemporánea
Comenzamos el tema con el realismo social, cuyo cultivo se extendió hasta comienzos de los años 60. Posteriormente, se produce una renovación estructural y lingüística. A partir de 1975, surge una nueva etapa de la narrativa española, marcada por una nueva situación política y desarrollo social, dando lugar a diversos intereses y tendencias:
- Década de los 50: Predomina el realismo crítico, con el realismo social y el neorrealismo. Gana importancia la tendencia de la novela de fantasía y la metafísica.
- Década de los 60: Surge una renovación estructural y lingüística de la narrativa, con un auge del experimentalismo.
- Desde 1975 hasta la actualidad: La narrativa se caracteriza por la pluralidad de tendencias y la importancia de la historia narrada. Destaca la tendencia realista con distintas orientaciones (lo mítico, lo fantástico, lo expresionista, etc.).
Narrativa de los Años 50
Además del realismo crítico, surgen otras tendencias:
- Realismo Tradicional: Mi idolatrado hijo Sisí
- Fantasía: Merlín y familia
- Metafísica: El futuro ha comenzado
Entre 1954 y 1962 se produce el auge del realismo crítico, caracterizado por intentar reflejar la realidad, influido por el neorrealismo italiano y la novela estadounidense. Utiliza a menudo la técnica objetivista (eliminando la participación del narrador), la reducción de la extensión de la historia narrada a un espacio determinado, con protagonista colectivo y estructura fragmentaria. Los temas más utilizados son la vida diaria, las injusticias, la emigración, el caciquismo. Algunas obras neorrealistas a destacar: Los santos, Los hijos muertos, etc. De la novela social son: Días de septiembre, La mina, etc.
En esta época es destacable la figura de Rafael Sánchez Ferlosio, con su obra El Jarama. Relata la excursión al río Jarama de unos jóvenes, donde al anochecer muere una chica ahogada. El tema es la vacuidad existencial y el tiempo. El espacio es reducido. Tiene lugar un narrador objetivo y diálogos banales. Destaca la lengua coloquial.
Ignacio Aldecoa es escritor de cuentos, aunque también escribió una novela: El fulgor y la sangre.
Narrativa de los Años 60
La novela Tiempo de silencio de Luis Martín-Santos inaugura la etapa de renovación de la narrativa española. Señas de identidad de Juan Goytisolo es un ejemplo de la nueva orientación, que tiene su origen en el cuestionamiento de la pobreza estructural. Recibe influencia de la narrativa extranjera y presenta aspectos como la ruptura del orden cronológico (retrocesos, saltos o superposiciones), el perspectivismo, el monólogo interior, el empleo expresivo de la tipografía y la riqueza expresiva. Destacan en esta época Juan Benet y Miguel Espinosa.
- La novela Tiempo de silencio se desarrolla en Madrid. Un médico no logra salvar la vida a una joven a la que se le ha practicado un aborto clandestino. El médico es detenido pero no va a la cárcel. Poco después, su novia es asesinada por venganza. Se realiza una descripción de la realidad de la España de la época y una reflexión sobre la historia. Se utiliza en la obra el estilo directo, incluyendo el indirecto libre.
- En las primeras novelas de Goytisolo, aparece el mundo de la niñez y adolescencia. En Señas de identidad hay un retorno al subjetivismo y a la narrativa experimental. Su protagonista es un desarraigado, sintiéndose extranjero en su patria.
- El realismo tradicional de Miguel Delibes deriva hacia el realismo crítico en Las ratas o Cinco horas con Mario. Esta última es un monólogo de la protagonista durante la noche en la que vela el cadáver de su marido. Delibes se incorpora a la tendencia experimental con Los santos inocentes, que describe la miseria y el trato que recibían los campesinos.
- Últimas tardes con Teresa de Juan Marsé se introduce en la tendencia de renovación, donde se narran las relaciones de un joven de la burguesía catalana y un inmigrante murciano. En ella se critica el progresismo superficial y snob de cierta juventud universitaria.
Desde 1975 hasta la Actualidad
Se considera el inicio de una etapa marcada por la ausencia de propuestas colectivas. Se recupera la importancia de los elementos del relato. Hay temas relacionados con la intimidad, los sentimientos, la memoria, etc. Destacan:
- Julio Llamazares y José María Merino, cuyas obras se centran en la recuperación del pasado por medio de la memoria, dando una visión crítica de la vida provinciana. Ej.: La ruina del cielo (de Merino).
- Las novelas de Javier Marías, que se caracterizan por una prosa reflexiva con descripciones minuciosas y digresiones, y frecuente intertextualidad.
- En algunas novelas de Antonio Muñoz Molina, hay características de la novela policíaca y negra. El jinete polaco reúne ficción y recuerdo de la realidad histórica en su tierra de origen. Su prosa se distingue por los enunciados extensos, las comparaciones y las enumeraciones.