El universo dramático lorquiano, está estructurado sobre una sola situación básica, resultante del enfrentamiento conflictivo de dos series de fuerzas que, por reducción a su esencia, podemos designar principio de autoridad principio de autoridad y principio de libertad. Y son precisamente estos dos principios los temas principales de La casa de Bernarda Alba.
AUTORITARISMO VS LIBERTAD (TEMA PRINCIPAL)
El autoritarismo contra la libertad es uno de los temas más importantes en la obra. El papel de una autoridad dictatorial pertenece a Bernarda, mientras que el papel de la rebeldía es representado por las hijas de Bernarda y las criadas. Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus cinco hijas una larga y rigurosa reclusión como luto.Se trata, sin duda, de una hipérbole: es una exageración de la costumbre del luto impuesta a las mujeres y una exageración de las condiciones a las que éstas, sitúa a la obra en el plano de lo legendario, de lo simbólico y lo mítico, lo cual abunda en la idea de que no estamos ante un “drama” sino ante una “tragedia” al uso clásico y de que, a su vez, no estamos ante un “realismo” documentalista al estilo decimonónico sino ante un “realismo poético”. En esta “situación límite”, los conflictos, las fuerzas enfrentadas y las pasiones desatadas se agrandarán y se desarrollarán hasta la exasperación, pero esa desmesura se planteará de modo realista, de modo que los hechos se sucedan según un encadenamiento causal fuertemente trabado, lo cual hace verosímil lo hiperbólico (de ahí la rapidez y la naturalidad con que el lector-espectador acepta el planteamiento de la obra). Planteado ese conflicto dramático de mujeres encerradas y oprimidas en una casa y una tradición castradoras, Pepe el Romano será la figura catalizadora de las fuerzas que se desatan y enfrentan en ese “universo”: él es el prometido de Angustias, la hija mayor y la heredera, pero también el objeto de deseo de Martirio y de Adela, la más pequeña. Poncia, la criada, con su sabiduría popular, define mejor que nadie el conflicto de las hermanas en torno a Pepe el Romano; ella no sólo reprocha a Bernarda el que haya hecho de Martirio una resentida por no dejarle casarse en su día, también advierte a Bernarda de lo que se cuece en el pecho de Adela y aconseja a ésta para que no siga por el camino que le llevará a la tragedia.Tal es la situación de la que arranca Lorca en esta obra para dar cuerpo al tema central de toda su dramaturgia: el conflicto entre la realidad y el deseo o el enfrentamiento entre la autoridad y la libertad; enfrentamiento y conflicto que conduce inexorablemente a la frustración y a la tragedia, que en este caso es el suicidio de Adela la noche en que su madre descubre su relación con Pepe Romano y descarga su escopeta contra él no mata a Pepe pero así se lo hace creer a Adela, quien se suicida con y por esa creencia. Por otro lado podemos encontrar temas secundarios en los que se cimenta el argumento de la obra, como por ejemplo:
1.- Educación sexista
En esta época se convivía con una educación sexista e injusta. El papel de la mujer consistía en mantener la casa, concebir hijos, satisfacer al marido y alimentar a su familia “y la que no se conforma se pudre llorando en un rincón”, tal y como dice Poncia. Por ello, la mujer quedaba relegada a un desprestigiado segundo plano. Las hijas de Bernarda han crecido recibiendo una educación donde el hombre es el eje primordial.
2.- El honor. La moral conservadora
En Bernarda se puede observar tal obsesión por el qué dirán que tras el suicidio de Adela parece más preocupada porque los vecinos crean que ha muerto virgen que por la muerte de su hija.En la obra existe un exagerado sentido de la reputación y por consiguiente de la honra de pertenecer a un estado social elevado. Bernarda impone sus normas antes sus hijas y sus criadas, puesto que si se revelaba cualquier secreto, podrían perder toda la admiración y serían objetivo de burlas por el resto de su vida. Un claro ejemplo de la importancia de la honra, se puede ver en el pasaje donde gran parte del pueblo sale de sus casas a linchar públicamente a una mujer que ha concebido un hijo de otro hombre que no es su marido.
3.- Diferencias sociales
En el pueblo de Bernarda coexistían básicamente dos clases sociales: ricos y pobres.Por un lado, la gente de clase baja o pobres, tenían dos opciones: mendigar o trabajar para gente con mayor poder adquisitivo. Este es el caso de la criada que trabaja como sirvienta y gana lo justo o menos para comer. En esta época la gente dedicada a la servidumbre era considerada poco menos que esclavos, por ello Bernarda estaba tan preocupada por fingir se adinerada, ya que si se marchara a otros pueblos pasaría a ser de una clase social más baja, cercana incluso a lo miserable. Mientras que en el polo opuesto se encuentran los ciudadanos más adinerados. Ser rico o tener el suficiente dinero para poder aparentar serlo conlleva guardar las formas, es decir, los individuos más acomodados, que tampoco tenían mucho dinero, no podían casarse con alguien de clase social más baja, ya que en estos casos estaba en juego el honor de la familia.En la mayoría de ocasiones, los matrimonios eran organizados por los padres para unir las riquezas de las dos familias. Es, por ejemplo el caso de Angustias y Pepe el Romano. Pepe quiere casarse con Angustias, no por su belleza, sino por su herencia.Por consiguiente, Bernarda se había hecho con una familia entera que le servía, para aparentar mayor clase social. Con esto se pone de manifiesto que en aquella época no importaba tanto lo que eras sino lo que aparentabas ser.
4.-Erotismo y pasión desbocada
Para Bernarda el erotismo y la pasión son temas tabú que no tienen cabida entre las cuatro paredes de su casa. Sin embargo Adela se encarga de incumplir las normas de su madre manteniendo una relación con Pepe. Uno de los símbolos que en la obra representan la pasión es el caballo, que en este caso se relaciona con Pepe el Romano. Otro símbolo es la sed de Adela y Martirio, incluso del caballo, que hace referencia al apetito sexual. Adela es la única de las hermanas que se muestra pasional, ama a Pepe el Romano, tiene una relación con él por la que luchará, algo que le lleva a la muerte. Martirio desea lo que tiene Adela, pero es un sentimiento reprimido que sólo deja ver al final de la obra. Lo que sí deja ver Martirio son los celos que siente por su hermana pequeña.
5.-Odio y envidia
Las relaciones entre los personajes se basan en el odio, la envidia y el resentimiento, y lo largo de la obra se pueden apreciar muestras de ello. Las hermanas se odian entre ellas y se guardan un profundo rencor, en especial hacia Angustias, la mayor de todas e hija del primer marido de Bernarda, así como heredera de su fortuna.Esto hace despertar el interés de Pepe el Romano, el galán del pueblo, hacia ella, lo que le lleva a pedirle matrimonio. De ahí el odio hacia Angustias por parte de sus hermanas, que ven como es la única que puede liberarse del riguroso luto impuesto por su autoritaria madre y además, como se queda con Pepe, del que Martirio y Adela están enamoradas Martirio a su vez, siente un intenso rencor hacia Adela, ya que pese a haber pedido matrimonio a Angustias, es la elegida por Pepe y con la que tiene encuentros amorosos.Se forma así un triángulo de enemistades entre las tres hermanas. Pero no son las únicas entre las que surgen este tipo de relaciones, sino que aparecen entre todos los personajes. Así ocurre con Bernarda y las criadas, que critican constantemente a sus amas.Cabe destacar en especial el personaje de Bernarda, quien encarna a la perfección estos sentimientos, ya que parece no estar de acuerdo con nada de lo que le rodea, tanto con lo que sucede dentro como fuera de su casa. Siente resentimiento hacia todos, y no muestra afecto por nadie, ni siquiera deja ver el más mínimo indicio de solidaridad tras la muerte de su hija menor.