La obra no plantea un único tema, sino varios al mismo tiempo y sin contradicciones entre ellos, puesto que el gran problema es la carencia de valores de la sociedad española, ejemplificada en una serie de ambientes, discusiones y comportamientos individuales a través de una estética muy particular.
Luces de Bohemia (1920) se divide en quince escenas, cuyo tema gira en torno a las relaciones entre el ciego y pobre escritor Max Estrella y un amplio abanico de personajes, la mayoría de ambientes miserables y marginales, de entre los que destaca el más miserable de todos, Latino de Hispalis, que al quedarse con un billete de lotería premiado de Max, recién fallecido, provoca indirectamente la muerte de la familia de Max, desesperada por la situación de pobreza extrema. Valle se inspiró en la figura del novelista sevillano Alejandro Sawa quien murió pobre, ciego y loco dejando inédita su mejor obra, para crear el personaje protagonista Max Estrella.
La obra es una parábola trágica y grotesca de la imposibilidad de vivir en una España deforme, injusta, opresiva, absurda; una España donde no encuentran sitio la pureza, la honestidad o el arte noble. Otros esperpentos son Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán, publicados juntos por su autor en 1930 con el título de Martes de Carnaval.
En la obra se denuncia la situación histórico-social: el hambre y la corrupción política. Un tema evidente es la problemática histórica y social, cuyas referencias son numerosas, por ejemplo, el hambre, las manifestaciones multitudinarias. En la obra se dice “corren por la calle tropeles de obreros. Resuena el golpe de muchos cierres metálicos” o “El pueblo que roba en los establecimientos públicos”. Frente a las manifestaciones y a las organizaciones obreras aparecen organizaciones patronales amparadas por la policía y el Gobierno, un ejemplo, la Acción Ciudadana.
Otro tema muy importante es la muerte.
Se trata de un tema señalado, por ejemplo, en las llamadas al suicidio. El preso catalán, Rubén Darío y Max Estrella hablan de la muerte. En la escena del velatorio Rubén Darío y el Marqués de Bradomín hablan también sobre ella. No hay que olvidar al niño muerto en los brazos de su madre. La obra presenta una estructura circular, en la primera escena encontramos la invitación al suicidio colectiva que hace a su familia y la obra termina cerrándose en la muerte misteriosa de la madre y la hija.
Además, a través de los personajes, vemos distintas formas de afrontar la muerte: Max es partidario del suicidio, sin ninguna creencia religiosa. El preso catalán se resigna ante ella. Rubén Darío la supera con el consuelo de la vida eterna, ya que se declara creyente. El Marqués de Bradomín y Rubén Darío la ven como algo con lo que evitar el horror de perecer sin esperanza en el cuarto de un hotel.
Otro tema importante es la religión.
Son numerosas las escenas donde se hacen alusiones religiosas. El preso catalán (escena 6) se llama Mateo que significa “mano de Dios”. Max llama Saulo al anarquista y le encomienda la misión de predicar una nueva religión.
En cuanto a las acotaciones (indicadores que da el autor haciendo referencia a la acción, los personajes y lo que conlleva el desarrollo de la escena), son de carácter literario. Desde la primera escena se indica en las acotaciones la aparición de la luz (“Media cara en reflejo y media en sombra”,”luz de acetileno”, “luz de la candileja”). Otras indicaciones o acotaciones son más concretas, como si nos describiesen un cuadro, por ejemplo “Sobre las campanas negras la luna clara”
La obra presenta una simetría.
Las escenas se pueden dividir en dos grupos. Ambos grupos de escenas se encuentran en el mismo lapso temporal: doce horas. En las doce primeras horas tiene lugar el recorrido madrileño del poeta y su muerte. En las tres últimas relata el anticlímax que se forma tras la muerte del poeta. La simetría de la obra también se encuentra marcada por las apariciones del preso catalán; primero como prisionero. También encontramos, a lo largo de toda la obra referencias a la capa empeñada de Max y las invitaciones al suicidio, todo lo cual contribuye a dotar el texto de simetría. Otro aspecto que llama la atención de la obra es la reducción temporal, lo que contribuye a acrecentar el sentimiento trágico. En cuanto al espacio, la acción teatral se desarrolla en Madrid, en diversos escenarios, que solo adquieren sentido visto en conjunto.En la obra encontramos un gran número de personajes:
54 según la lista del Dramatis personae. Algunos de estos personajes están inspirados en la vida real. Como personaje real cabe destacar a Rubén Darío. Como personajes basados en la vida real, Don Gay Peregrino es Ziroballo, Max Estrella es Alejandro Sawa, Zaratustra es el librero y editor Gregorio Pueyo, Soulinake es Ernesto Bark. Máximo Estrella es el personaje principal de la obra. El libro nos lo presenta como un bohemio, ciego, pálido y calvo que posee una hermosa barba con mechones de canas. Es un gran poeta al que no se le reconoce el talento, por lo que está hundido en la miseria. No obstante, es muy consciente de su situación e intenta afrontarla con humor e ironía. Además se destaca su constante oposición a las injusticias y su afición a pasar las horas en la taberna, ahogando las penas con alcohol en compañía de sus amigos. Estaba inspirado en Alejandro Sawa. De la crítica de Luces de Bohemia no se libra nadie, desde la monarquía hasta el último plebeyo, pasando por la estéril bohemia: la queja es, así, total y aparece por primera vez una crítica colectiva. La obra constituye una feroz sátira política y social de la España del momento, un mundo de injusticia, miseria, estupidez, arbitrariedad y violencia, sin más salida que la muerte. Los sucesos históricos se proyectan de manera grotesca; de este modo, evidencian su carácter absurdo, aunque presentan consecuencias serias y aun desastrosas. El público, al analizarlos distanciadamente, aprenderá a ser crítico.