CONTEXTO HISTÓRICO Y SOCIAL A lo largo del Siglo XX, los países hispanoamericanos han sufrido regíMenes autoritarios y dictatoriales, revoluciones y contrarrevoluciones, que han provocado tanto inestabilidad política como económica. Después de la Guerra Civil española, algunos países como México o Argentina acogieron españoles exiliados por motivos políticos, algunos escritores entre ellos. La narrativa del primer tercio del Siglo XX es de corte realista, a veces con matices político-sociales; sus temas son la naturaleza, la tierra y sus habitantes. A partir de 1940 la novela y el cuento hispanoamericanos acogen nuevos temas y ensayan nuevas técnicas narrativas, su renovación va a servir de modelo a los autores españoles y también a los europeos. A PARTIR DE 1940. EL “Realismo MÁGICO” Corriente narrativa, también denominada “lo real maravilloso”, que supera el Realismo tradicional y diluye la frontera entre realidad y fantasía mediante la presentación de sucesos prodigiosos como si fuesen naturales y, a la inversa, de sucesos cotidianos como si fuesen fantásticos. En América, conviven lo cotidiano y lo insólito: lo maravilloso es algo cotidiano y consustancial a su propia realidad ya que son países llenos de excesos y de contrastes. Carácterísticas: a) Sin abandonar temas políticos, sociales e indigenistas de la novela realista, se incorporan temas urbanos y existenciales. B) Tendencia a unir lo real con lo imaginario a través de mitos y leyendas, de la magia, la poesía y lo onírico. C) Mayor perfección y novedades estructurales que incorporan de los grandes narradores europeos y norteamericanos (Kafka, Joyce, Faulkner, Proust): estructura narrativa desorganizada, ruptura de la línea argumental lineal, utilización del contrapunto, combinación de distintas personas narrativas y de diferentes puntos de vista, uso del monólogo interior, etc. D) Renovación del lenguaje.
Miguel Ángel Asturias, Nobel de Literatura, con El señor Presidente trata el tema del dictador, muestra con toda su crudeza el terror y la brutal represión; con notable influjo del Surrealismo y de la obra esperpéntica Tirano Banderas de Valle Inclán. Juan Rulfo: Pedro Páramo, una de las novelas más renovadoras cuyo protagonista es el pueblo de Cómala, dominado por un cacique despótico y arbitrario, sus habitantes pertenecen al mundo de los muertos. Jorge Luis Borges sobresale por cuentos como los de Ficciones y El Aleph; en ellos predomina la fantasía con un lenguaje denso y una vasta cultura, se adentra en lo mítico, lo simbólico y lo misterioso, sus temas predilectos son: la identidad humana, el destino del hombre, el tiempo, la eternidad y el infinito, el mundo como laberinto y la muerte. Alejo Carpentier: El siglo de las luces, reflexión sobre la América colonial en tiempos de la Revolución francesa, lo real y lo maravilloso se entrelazan; riqueza expresiva y búsqueda de nuevas formas narrativas. DÉCADA DE 1960. EL “BOOM” DE LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA Importante éxito y reconocimiento internacional, gran difusión editorial. Los novelistas continúan las innovaciones de la etapa anterior con mayor intensidad y enriquecen la novela con nuevos recursos. Defensa y consolidación del “Realismo mágico”. Carácterísticas: a) Preferencia por la novela urbana. B) Uníón de lo fantástico con lo real. C) Renovación de los procedimientos: 1. Se rompe la línea argumental, lo que exige un lector activo, 2. Cambios en el punto de vista, 3. La novela es un rompecabezas temporal, 4. Domina el contrapunto, 5. Combinación de personas narrativas, 6. Estilo directo e indirecto, monólogo interior, etc., 7. El lenguaje mezcla distintos estilos y registros: culto, vulgar, coloquial. Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura, es el mejor representante del “Realismo mágico”, de lo mítico y lo maravilloso. Cien años de soledad, alegoría de Hispanoamérica, “parábola de la creación”, de la humanidad, encarnada en la saga de los Buendía, donde fantasía y realidad se funden en un tiempo sin tiempo con un lenguaje bello y sugestivo. Otras novelas: Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera. Julio Cortázar renueva el lenguaje y distorsiona el tiempo, el espacio y la estructura narrativa de la novela en Rayuela, ya que sus secuencias (especie de capítulos) se pueden leer en distinto orden según crea el lector porque su estructura está inspirada en el juego de la rayuela en el que se salta de casilla en casilla. Cultivador del cuento fantástico con Bestiario, donde lo fantástico surge dentro de la vida cotidiana; entre sus colecciones de relatos breves: Historias de cronopios y famas (relatos de humor e ingenio). Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, utiliza las más variadas técnicas narrativas y a menudo acude a sus propias vivencias: La ciudad y los perros. O una de sus últimas obras: El sueño del celta, novela histórica especie de crónica periodística. Otros narradores: Ernesto Sábato, El túnel; Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres; Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz; Juan Carlos Onetti, El astillero; José Lezama
Lima, Paradiso; Manuel Mújica Lainez, Bomarzo; Augusto Roa Bastos, Hijo de hombre; José Donoso, Este domingo; Zoé Valdés, Te di la vida entera. Los autores citados se consagran como grandes narradores y abren paso a otros muchos, epígonos algunos del “boom” como Isabel Allende, que continúa el “Realismo mágico” con La casa de los espíritus, recuerdos de infancia y juventud que protagonizan la saga familiar de los Trueba.
Miguel Ángel Asturias, Nobel de Literatura, con El señor Presidente trata el tema del dictador, muestra con toda su crudeza el terror y la brutal represión; con notable influjo del Surrealismo y de la obra esperpéntica Tirano Banderas de Valle Inclán. Juan Rulfo: Pedro Páramo, una de las novelas más renovadoras cuyo protagonista es el pueblo de Cómala, dominado por un cacique despótico y arbitrario, sus habitantes pertenecen al mundo de los muertos. Jorge Luis Borges sobresale por cuentos como los de Ficciones y El Aleph; en ellos predomina la fantasía con un lenguaje denso y una vasta cultura, se adentra en lo mítico, lo simbólico y lo misterioso, sus temas predilectos son: la identidad humana, el destino del hombre, el tiempo, la eternidad y el infinito, el mundo como laberinto y la muerte. Alejo Carpentier: El siglo de las luces, reflexión sobre la América colonial en tiempos de la Revolución francesa, lo real y lo maravilloso se entrelazan; riqueza expresiva y búsqueda de nuevas formas narrativas. DÉCADA DE 1960. EL “BOOM” DE LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA Importante éxito y reconocimiento internacional, gran difusión editorial. Los novelistas continúan las innovaciones de la etapa anterior con mayor intensidad y enriquecen la novela con nuevos recursos. Defensa y consolidación del “Realismo mágico”. Carácterísticas: a) Preferencia por la novela urbana. B) Uníón de lo fantástico con lo real. C) Renovación de los procedimientos: 1. Se rompe la línea argumental, lo que exige un lector activo, 2. Cambios en el punto de vista, 3. La novela es un rompecabezas temporal, 4. Domina el contrapunto, 5. Combinación de personas narrativas, 6. Estilo directo e indirecto, monólogo interior, etc., 7. El lenguaje mezcla distintos estilos y registros: culto, vulgar, coloquial. Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura, es el mejor representante del “Realismo mágico”, de lo mítico y lo maravilloso. Cien años de soledad, alegoría de Hispanoamérica, “parábola de la creación”, de la humanidad, encarnada en la saga de los Buendía, donde fantasía y realidad se funden en un tiempo sin tiempo con un lenguaje bello y sugestivo. Otras novelas: Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera. Julio Cortázar renueva el lenguaje y distorsiona el tiempo, el espacio y la estructura narrativa de la novela en Rayuela, ya que sus secuencias (especie de capítulos) se pueden leer en distinto orden según crea el lector porque su estructura está inspirada en el juego de la rayuela en el que se salta de casilla en casilla. Cultivador del cuento fantástico con Bestiario, donde lo fantástico surge dentro de la vida cotidiana; entre sus colecciones de relatos breves: Historias de cronopios y famas (relatos de humor e ingenio). Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, utiliza las más variadas técnicas narrativas y a menudo acude a sus propias vivencias: La ciudad y los perros. O una de sus últimas obras: El sueño del celta, novela histórica especie de crónica periodística. Otros narradores: Ernesto Sábato, El túnel; Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres; Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz; Juan Carlos Onetti, El astillero; José Lezama
Lima, Paradiso; Manuel Mújica Lainez, Bomarzo; Augusto Roa Bastos, Hijo de hombre; José Donoso, Este domingo; Zoé Valdés, Te di la vida entera. Los autores citados se consagran como grandes narradores y abren paso a otros muchos, epígonos algunos del “boom” como Isabel Allende, que continúa el “Realismo mágico” con La casa de los espíritus, recuerdos de infancia y juventud que protagonizan la saga familiar de los Trueba.