Contexto Histórico y Cultural: De la Posguerra a la Democracia
Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el mundo quedó dividido en dos bloques ideológicos, encabezados por EE.UU. y la URSS, dando lugar a la Guerra Fría. En estos años, se sucedieron acontecimientos significativos como la creación de organismos internacionales: ONU (1945), UNESCO (1945), la OTAN (1949); el nacimiento de la Comunidad Económica Europea (1957); la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y la construcción del Muro de Berlín (1961).
En España, la Guerra Civil terminó en 1939 con el triunfo de las tropas franquistas, instaurándose una dictadura de casi cuatro décadas que condicionó la vida política, social, económica y cultural del país. Con la muerte de Franco en 1975, finalizó la dictadura y se restauró la monarquía. Se abrió entonces una nueva etapa conocida como la Transición. No sin conflictos y graves tensiones, se implantó un sistema democrático que garantizó la pluralidad política y la celebración de elecciones libres.
El Teatro Español Durante el Franquismo: Entre la Censura y la Innovación
Primeros Años y Teatro de Evasión
El panorama teatral era desolador debido a los condicionamientos comerciales e ideológicos de la dictadura (censura), la muerte de Valle-Inclán y Lorca, y el exilio de Max Aub y Casona. Las innovaciones teatrales europeas (Brecht, Ibsen, Ionesco, Beckett, Jarry) no llegaron a España hasta casi los años sesenta. El público buscaba entretenimiento, por lo que el cine se convirtió en un duro competidor.
La escena estaba dominada por dos tendencias:
- Comedia de entretenimiento: En la línea del teatro benaventino, constituyó el teatro comercial de éxito (El baile, de Edgar Neville y Alfonso Paso).
- Drama ideológico: Defensor de posturas conservadoras y católicas, con autores como José Mª Pemán (Callados como muertos y Los tres etcéteras de don Simón) o Luca de Tena (¿Dónde vas Alfonso XII?).
A partir de la comedia de entretenimiento, surgió una tendencia más innovadora, el teatro de humor o teatro cómico, con un humor intelectualizado basado en el absurdo y en el juego de palabras. Dentro de esta tendencia se enmarcan:
- Enrique Jardiel Poncela: Eloísa está debajo de un almendro (1940) y Los ladrones somos gente honrada (1941).
- Miguel Mihura: Tres sombreros de copa (1952) y Maribel y la extraña familia (1959).
La Década de 1950: El Teatro Existencial y Social
En 1949, el estreno de Historia de una escalera de Buero Vallejo inició el camino de la renovación teatral con la aparición del teatro existencial. Este existencialismo derivó en un teatro social y realista, un teatro de testimonio y compromiso que abordaba temas como:
- Conflictos personales y colectivos.
- Falta de libertad.
- Marginación y desigualdad social.
El género utilizado fue el drama. Alfonso Sastre cultivó un teatro de denuncia social y fue un importante teórico defensor del teatro como medio social para agitar las conciencias. Destaca Escuadra hacia la muerte (1953).
La Lírica Española: Del Realismo Social a los Novísimos
Década de 1950: El Compromiso Ético y el Realismo Social
Los poetas de los 50 se plantearon un compromiso ético ante la realidad y cultivaron el realismo social. Esta poesía denunció la realidad ante el silencio impuesto por el poder y trató de concienciar sobre ella. Se caracterizó por una mayor preocupación por el contenido que por la forma (tendencia al prosaísmo). La colectividad pasó a ser el problema central.
La poesía social y comprometida se inició con la publicación en 1955 de:
- Pido la paz y la palabra, de Blas de Otero.
- Cantos iberos, de Gabriel Celaya.
- Historia del corazón (1954), de Vicente Aleixandre.
Los temas preferidos fueron la injusticia, la solidaridad con los oprimidos, la alienación y el tema de España (Que trata de España, de Otero y Canto a España, de José Hierro).
Década de 1960: El Grupo de los 50 y la Poesía del Conocimiento
A finales de los 50, surgió el Grupo de los 50, que cultivaba una poesía del conocimiento. Defendían la idea del poema como acto de conocimiento. Autores destacados:
- Ángel González (Palabra sobre palabra).
- Francisco Brines (Palabras a la oscuridad).
- Claudio Rodríguez (Don de la ebriedad).
- Jaime Gil de Biedma (Las personas del verbo).
- José Agustín Goytisolo (Palabras para Julia y otras canciones).
Criticaban la poesía social por su pobreza estilística y temática. Aunque no abandonaban lo social, rechazaban el patetismo y el prosaísmo.
Década de 1970: Los Novísimos y la Renovación Poética
A finales de los 60, surgió un nuevo tipo de poesía: los novísimos. Sus rasgos característicos fueron:
- Exhibicionismo cultural.
- Nueva sensibilidad (elementos contraculturales).
- Creación de una nueva mitología.
- Cultivo del exotismo y la belleza.
- Reflexión sobre la creación literaria.
- Incorporación de técnicas surrealistas.
Autores destacados:
- Pere Gimferrer (Arde el mar).
- Vicente Molina-Foix (Los espías del realista).
- Guillermo Carnero (El sueño de Escipión).
- Ana María Moix (Call me stone).
- Manuel Vázquez Montalbán (Una educación sentimental).
- Félix de Azúa (El velo en el rostro de Agamenón).
- Leopoldo María Panero (Así se fundó Carnaby Street).
El Teatro Español: Evolución y Diversificación
Década de 1960: Del Realismo Social a la Experimentación
Durante los años 60, un grupo de autores (Buero Vallejo, Alfonso Sastre, Carlos Muñiz, Lauro Olmo, Martín Recuerda y Antonio Gala) buscaron una alternativa comprometida e innovadora al teatro comercial. Sus características fueron:
- Crítica social (explotación, abusos de poder).
- Aparición de personajes derrotados.
- Búsqueda de nuevas formas de expresión.
- Uso de un lenguaje violento, desgarrado y popular.
Obras destacadas:
- Los salvajes en Puente San Gil (1963), de Martín Recuerda.
- La camisa (1962), de Lauro Olmo.
Década de 1970: La Influencia del Teatro del Absurdo y el Teatro Independiente
Hacia 1970, la influencia de Grotowski, Artaud y el teatro del absurdo (Ionesco y Beckett) llegó a los autores españoles, iniciando un movimiento de renovación teatral. Se buscó un nuevo lenguaje dramático basado en:
- El espectáculo.
- La escenografía.
- La incorporación de técnicas audiovisuales.
Se hacía participar al espectador y se utilizaba un lenguaje alegórico. El principal autor fue Fernando Arrabal con el “teatro del pánico” (Pic-Nic (1952), El cementerio de automóviles (1957)). Otros autores: José Ruibal, Francisco Nieva o Luis Matilla.
Desde los años 70, destacaron los grupos de teatro independiente, con características como:
- Creación colectiva de la obra.
- Concepción del texto como un simple apoyo.
- Trabajo de investigación.
- Enfoque crítico.
- Ruptura de las convenciones escénicas.
Pioneros: Els Joglars (fundada en 1962 por Albert Boadella, entre otros) y Els Comediants (fundada en 1971).
Últimas Tendencias: De Finales del Siglo XX a la Actualidad
Lírica: Diversidad de Tendencias
Las últimas tendencias finiseculares llevaron a los poetas a una vuelta al intimismo y al abandono de las formas extremas del vanguardismo y culturalismo. Se distinguen tendencias, no grupos:
- Neosimbolismo o neorromanticismo intimista: Retoman aspectos del Romanticismo, con carácter simbólico (Clara Janés, Antonio Colinas).
- Vanguardismo experimental: Se acercan al Surrealismo, al collage y la poesía visual (Félix Grande, Blanca Andreu).
- Poesía del silencio: Poesía minimalista, reflexiva, de corte filosófico (Jaime Siles, Clara Janés, Andrés Sánchez Robayna).
- Poesía de la experiencia: Poesía realista que habla de la vida cotidiana, el desengaño amoroso y los conflictos generacionales (Luis García Montero, Jon Juaristi).
La variedad de tendencias y las nuevas tecnologías (internet, blogs, autopublicaciones) dificultan la sistematización de la poesía de finales del siglo XX y principios del XXI.
Teatro: Vuelta al Realismo y Nuevas Formas
Después de años de experimentación, se advierte una vuelta a la estética realista. Reaparecen temas relacionados con la vida contemporánea (marginación, violencia, drogas, conflicto generacional). La variedad de géneros es amplia. Los autores se decantan por la comedia y la tragicomedia.
Autores y obras representativos:
- Fernando Fernán Gómez: Las bicicletas son para el verano (1984).
- José Luis Alonso de Santos: La estanquera de Vallecas (1985) y Bajarse al moro (1985).
- Fermín Cabal: Esta noche gran velada (1983).
- José Sanchís Sinisterra: ¡Ay, Carmela!
- Juan Mayorga: Cartas de amor a Stalin (1999).
- Otros autores: Ernesto Caballero, Ignacio del Moral, Paloma Pedrero.
El Teatro en el Siglo XXI
Los dramaturgos más jóvenes recurren a fórmulas eclécticas, usando materiales de otras artes (cine, ópera, fútbol). Mantienen rasgos comunes como la atracción por lo marginal, la crítica al racismo o a los totalitarismos y la visión negativa de la sociedad contemporánea.
Autores destacados:
- Itziar Pascual (Las voces de Penélope 2004, La vida de los salmones 2015, La niña y la ballena 2017).
- Yolanda Pallín (Los restos de la noche).
- Juan Mayorga (Reikiavik (2012), Intensamente azules (2018)).
- Alberto Conejero (La piedra oscura, La geometría del trigo).
- Alfredo Sanzol (La ternura).
Es reseñable la tendencia al teatro documental en montajes como los de Andrés Lima (Shock, el cóndor y el puma) o Miguel del Arco (Jauría). Frente a las grandes salas, han surgido salas alternativas (La Cuarta Pared, La Casa de la Portera) y microteatros, espacios pequeños donde nuevos creadores buscan nuevas formas de expresión.