Teatro Español del Siglo XX
Años 40: Evasión y Humor
Las obras de estos autores son un precedente del llamado teatro del absurdo.
Años 60 y 70: Renovación Formal
Dentro del teatro comercial, triunfan las comedias de Miguel Mihura, Jaime Salom, Ana Diosdado y sobresale Antonio Gala con obras como Anillos para una dama y ¿Por qué corres, Ulises?. La experimentación, como ocurre en la narrativa y la poesía, lleva a los nuevos autores a considerar acabado el realismo social y a buscar nuevas propuestas. Quizá lo más peculiar es el teatro de Fernando Arrabal, con su imaginación, elementos surrealistas y ruptura con la lógica. Estas son las características de las obras de Arrabal, por ejemplo, El triciclo. Uno de los últimos estrenos de Fernando Arrabal lleva por título Pingüinas (la obra gira sobre mujeres importantes en la vida de don Miguel de Cervantes: su mujer, su hermana y su hija).
Desde 1975
Finalizada la dictadura y eliminada la censura, parecía abrirse una etapa prometedora para el teatro. Pero, por el contrario, ha sido en estos años cuando la crisis del teatro español se ha hecho más evidente. Un importante fenómeno del teatro español posterior a 1975 ha sido la creación de instituciones teatrales que dependen de instancias oficiales, tanto del Estado como de las comunidades autónomas o municipios. Así se creó el Centro Dramático Nacional y la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Francisco Nieva es probablemente el más importante de los dramaturgos de la segunda mitad del siglo. Su teatro va a caminar por la senda de lo surrealista, lo onírico, lo fantástico y lo imaginativo. El propio dramaturgo ha subdividido su obra en «teatro de crónica y estampa» y «teatro furioso». Al teatro furioso pertenecerían obras como Te quiero, zorra. Otros autores de la época son José Luis Alonso (Bajarse al moro) y Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano).
Novela Hispanoamericana del Siglo XX
Primeras Décadas: La Novela Regionalista
Hasta los años cuarenta, la novela y el cuento hispanoamericanos discurrieron por el cauce del realismo costumbrista, sin experimentar una revolución de sus estructuras. Durante estos años se dan las siguientes tendencias temáticas:
- Novela de la tierra: Describe la naturaleza americana en toda su grandiosidad. La vorágine, de José Eustasio Rivera, se centra en el enfrentamiento entre el hombre y la selva.
- Novela indigenista: Trata las injusticias que provoca el enfrentamiento del hombre blanco con la sociedad india.
- Novela política: En este grupo destacan las novelas referidas a la Revolución Mexicana.
Los Pioneros de la Renovación: Inicios del Realismo Mágico (1945-1960)
Entre 1945 y 1960 se observa en la narrativa hispanoamericana unas características nuevas que la hacen diferente de la novela desarrollada hasta entonces. Estos cambios se deben a una nueva concepción del mundo y de la vida, consecuencia de los cambios sociales, políticos y económicos que se estaban produciendo en los diferentes países de Hispanoamérica. A estas novedades se añaden las influencias de la narrativa europea y norteamericana del momento. Los cambios principales fueron:
- Se abandona el interés prioritario por los espacios rurales y naturales y la denuncia explícita de problemas sociales, y surgen temas nuevos en los que se integra lo urbano y los problemas del hombre contemporáneo.
- Se introduce en las novelas lo fantástico, lo onírico y lo irracional, denominado realismo mágico. Uno de los más conocidos es Rayuela, de Julio Cortázar, que ofrece varias formas de lectura.
Se considera que el relato que marca el cambio de rumbo es El pozo, de Juan Carlos Onetti. A esta obra seguirán otras en los años cuarenta: La invención de Morel, de Bioy Casares; El reino de este mundo, de Alejo Carpentier; y El túnel, de Ernesto Sábato. Y en los cincuenta, Pedro Páramo, de Juan Rulfo; y La región más transparente, de Carlos Fuentes.
El «Boom» de la Novela en los Años Sesenta
La definitiva renovación de la novelística hispanoamericana se produce a partir de los años sesenta con un fenómeno que la crítica ha denominado como el «boom» de la novela hispanoamericana. Surgió ligado a un fenómeno extraliterario que facilitó que esta novela fuera conocida en el exterior. Sin embargo, a lo anterior hay que añadir la coincidencia en un corto espacio de tiempo de una sucesión de novelas deslumbrantes, como Sobre héroes y tumbas, y la obra de Gabriel García Márquez, que fijó la atención de la crítica y el público internacionales en este grupo de escritores y algunos de sus antecesores. En cuanto a los temas, aunque no resulta sencillo sintetizarlos, destacan:
- La crisis existencial del individuo: Son recurrentes los temas de la sensualidad, la muerte, etc.
- El dictador: La primera irrupción narrativa de esta figura de la historia hispanoamericana se produjo con Tirano Banderas, de Valle-Inclán. Con posterioridad ha sido retratado en El señor Presidente, de Miguel Ángel Asturias; El recurso del método, de Alejo Carpentier, etc.
- La historia de Hispanoamérica: La historia del continente ha sido pródiga en acontecimientos de sugerentes posibilidades narrativas. De esta manera han surgido novelas históricas de calidad excepcional: Las lanzas coloradas, de Arturo Uslar Pietri; El siglo de las luces, de Alejo Carpentier; incluso Cien años de soledad puede integrarse en este grupo.
La Novela Más Reciente (A partir de los Años Setenta)
A partir de los años setenta continúan publicando autores ya consagrados. La narrativa de estos años reduce la complejidad técnica iniciada para crear una novela a la que el lector pueda acceder más fácilmente. Nombres y títulos fundamentales de este periodo: El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez; La casa de los espíritus, de la chilena Isabel Allende; El cartero de Neruda (Ardiente paciencia), del chileno Antonio Skármeta; Como agua para chocolate, de la mexicana Laura Esquivel.
El Cuento Hispanoamericano
Junto con la novela, el cuento ha sido un género narrativo ampliamente cultivado en Hispanoamérica. Destaca la aportación extraordinaria de Jorge Luis Borges, con obras como El Aleph. Otros narradores importantes son Augusto Monterroso, que escribió el famoso cuento del dinosaurio: «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí».
Poesía Hispanoamericana del Siglo XX
Es abundante y compleja la producción literaria que, durante este siglo, se ha desarrollado en los diecinueve países americanos de lengua castellana. A finales del siglo XIX se produce una extraordinaria renovación de la lírica hispánica de la mano del nicaragüense Rubén Darío. Los modernistas reaccionan contra la vulgaridad de la literatura realista. Sus versos están exquisitamente elaborados desde el punto de vista formal. Las obras más importantes de Darío son Azul y Prosas profanas.
Primeras Décadas del Siglo XX: Postmodernismo
En la primera década del siglo XX, la literatura hispanoamericana comienza a dar síntomas de un cambio de rumbo. También en estos años se aprecia un cansancio de las formas del modernismo. El poeta Enrique González Martínez condena los aspectos más ornamentales de la corriente, con un verso que se haría famoso: «Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje».
Poesía de 1920: Sencillez y Vanguardia
En la poesía de 1920 hay que señalar dos direcciones paralelas: una que se orienta hacia una lírica más sencilla y humana; otra que se suma a las corrientes de vanguardia.
- Una poesía más sencilla y humana: En este apartado llama la atención el nutrido número de poetisas destacables como Alfonsina Storni, cuyos libros siguen la estela de la sencillez expresiva y la vida sentimental como único tema; y Gabriela Mistral, que recibió el Premio Nobel en 1945. Su poesía busca la sencillez y la claridad; sería la promotora del movimiento literario denominado «sencillismo».
- La poesía de vanguardia: El primer embajador del vanguardismo europeo es, sin duda, Vicente Huidobro, que capitanea el movimiento que recibe el nombre de «creacionismo». El creacionismo parte de un lema: «El poeta es un pequeño dios». La primera condición de un poeta es crear. Curiosa figura del vanguardismo americano es el cubano Mariano Brull, al que él mismo dio el nombre de «jitanjáfora». Son muchos los poetas vanguardistas de aquellos años, pero los más importantes son, sin duda, César Vallejo y Pablo Neruda. El surrealismo fue el que dejó en América una huella más profunda.
La Poesía Pura
Con este rótulo suele reunirse a una serie de poetas en los que se observa un equilibrio entre tradición y renovación. Como los poetas españoles de la Generación del 27, se ven influidos por Juan Ramón Jiménez y Luis de Góngora. En Argentina, en aquellos años sobresale la figura de Jorge Luis Borges, introductor del ultraísmo. José Lezama Lima es otro poeta destacado que desemboca en el hermetismo.
La Poesía Negra
Una de las variantes más interesantes es la poesía vinculada al mundo negro. Esta lírica es manifestación de un compromiso ético y político con los grupos marginados. Sobresale Nicolás Guillén.
Tres Poetas Fundamentales
- César Vallejo: Su poesía refleja un sentimiento trágico de la existencia; todo se impregna de tristeza y desesperación. Se vuelca en la solidaridad con el hombre. Inicia su labor poética con Los heraldos negros. Su actitud de rebeldía se refleja en Trilce, libro clave que nace de la mezcla de «triste» y «dulce». Es un libro puramente experimental. Se da una ruptura en todos los planos. Póstumamente ve la luz Poemas humanos, su libro más personal.
- Pablo Neruda: Neruda halla muy pronto su voz personal en Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Son versos adolescentes de tono neorromántico. Recurre a diversos esquemas métricos, pero se abre paso ya la tendencia a la versificación libre. Los poemas constituyen un corpus unitario, que va de la plenitud amorosa a la separación y el olvido.
- Octavio Paz: Su lírica, eminentemente intelectual, se compone de un rico entramado de imágenes y percepciones sensoriales. Octavio Paz se vuelca en los temas metafísicos y existenciales. Manifiesta su angustia ante el paso destructor del tiempo y la fusión de la vida y la muerte. Sus primeras obras son Luna silvestre y ¡No pasarán!. Luego vendrían otras como Raíz del hombre, Bajo tu clara sombra, Entre la piedra y la flor, etc.