7A principios del Siglo XX, el mayor éxito comercial correspondía al teatro de humor, la comedia burguesa y el teatro poético. Hay que tener en cuenta que al público burgués, el público que acudía preferentemente a las salas, no le interesaban los problemas sociales e ideológicos ni las aventuras formales. Y sin espectadores no había dinero para montar obras. De ahí que los empresarios buscaran el sostenimiento del espectáculo teatral haciendo concesiones a lo que el público pedía. Los autores que no cumplieran sus requisitos quedaban marginados de cara a la representación.-Teatro de humor: Sus carácterísticas básicas son la caricaturización de tipos populares, juegos de palabras y lenguaje rebuscado. Entre los autores destacan los hermanos Álvarez Quintero, que gozaron del apoyo incondicional del público. Pero, sin duda, la estrella de este tipo de teatro en Madrid es Carlos Arniches. A partir de 1915, experimenta con fórmulas teatrales que fructificarán en la llamada tragedia grotesca, farsas o comedias en las que mezcla lo cómico y lo trágico y resalta la caricatura y lo grotesco. El principal atractivo del teatro de Arniches radica en el lenguaje disparatado, de eficaz comicidad, inspirado en el habla popular madrileña. Entre sus mejores obras se encuentran Los caciques y sobre todo La señorita de TréVélez, sobre la burla que sufre una mujer soltera ya mayor.
-La comedia burguesa: se desarrolla en un marco urbano y con un carácter realista tanto en los temas como en la escenografía. El principal autor sería Jacinto Benavente, cuya obra más conocida es Los intereses creados.-El teatro poético: es heredero del teatro ROMántico y recoge hechos históricos y héroes de la España medieval. Destacan Eduardo Marquina con Las hijas del Cid y En Flandes se ha puesto el sol. Los hermanos Machado también cultivaron en su madurez este género, al que aportaron mayor hondura psicológica. Es importante su obra La Lola se va a los puertos(1929).
Junto a estas manifestaciones aparece un teatro innovador, que solo se representa en círculos minoritarios. La renovación llega de la mano de Valle-Inclán, que rompe con los moldes tradicionales haciendo hincapié en lo grotesco, y a través de la obra de García Lorca, mezcla de tragedia y elementos populares. El teatro de Lorca aborda la imposibilidad de la realización amorosa, la imposición de las convenciones sociales y la frustración. En sus obras predominan las protagonistas femeninas. Destacan títulos como Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.También Unamuno y Azorín ensayaron nuevas fórmulas teatrales y se opusieron al teatro comercial, por lo que apenas consiguieron estrenar sus obras, muy lejanas de los gustos del público de la época. Obras de Unamuno son Fedra y El otro y algunos títulos de Azorín son Old Spain, Brandy, mucho brandy y Angelita.VALLE-INCLÁNNació en Villanueva de Arosa, Pontevedra en 1866. Viajó a México y posteriormente se establecíó en Madrid. En una pelea recibe un bastonazo de un periodista, la herida se complica y tienen que amputarle el brazo izquierdo. Durante la dictadura de Primo de Rivera fue encarcelado. Ocupó el cargo de director de la Escuela de Bellas Artes de Roma. Regresa a Santiago de Compostela en 1935 y muere en esta ciudad en 1936.Valle-Inclán es el gran dramaturgo de la Generación del 98, quien también escribíó novela y poesía. En cuanto a su obra teatral, su inagotable búsqueda artística le llevó de un inicial Modernismo decadente a la creación de un género personal: el esperpento. Analizamos su evolución:
-Al igual que en su labor novelística, el primer teatro de Valle se inscribe en la corriente modernista en su faceta más decadente. A este ciclo modernista pertenecería su obra El marqués de Bradomín (1906).-El autor prueba otros caminos. El ciclo mítico, con las Comedias bárbaras, es el resultado de la prueba. Es una trilogía formada por Ágüila de blasón (1907), Romance de lobos (1908) y la tardía Cara de plata (1922). La Galicia mítica y rural es el marco en el que se desarrollan estas historias. En ellas los personajes actúan gobernados por instintos y pasiones violentas y primitivas (sexo, dinero, poder), en un clima donde las supersticiones y los mitos desempeñan un papel fundamental.La culminación de este ciclo es Divinas palabras (1920). Seres diabólicos, irracionales y monstruosos pueblan esta obra en la que la avaricia y la lujuria desencadenan todos los conflictos.-Simultáneamente, Valle-Inclán desarrolla una serie de farsas, obras escritas la mayoría en verso donde lo grotesco y la caricatura convierten a los personajes en fantoches y marionetas ridículas. Constituyen un paso previo al esperpento. Un título importante es Farsa italiana de la enamorada del Rey (1920).-La producción dramática del autor culminó en el esperpento. El esperpento, definido en su obra más importante, Luces de Bohemia, da nombre a un género literario propio, basado en la deformación sistemática de personajes y valores, con la que ofrece una denuncia de la sociedad española del momento. Lo esperpéntico es una manera de ver el mundo, un reflejo deformado de una realidad ya deformada. Los personajes son seres grotescos en un mundo grotesco, semejantes a marionetas ridículas, aunque en ocasiones el autor tenga un gesto de ternura hacia ellos. La obra esperpéntica por excelencia es Luces de bohemia (1920) donde, a través de las últimas horas y del último peregrinaje nocturno de un poeta ciego, Max Estrella, y de su acompañante, Latino, muestra una visión esperpéntica de la vida madrileña y española. En esta obra define y teoriza sobre el esperpento. La obra es un desfile de gentes a las que la vida ha zarandeado como a muñecos. Es una crítica imparable de España y una denuncia de la falsedad e hipocresía social.Otra obra esperpéntica es Martes de carnaval, trilogía formada por Los cuernos de don Friolera(1921), Las galas del difunto (1926) y La hija del capitán(1927).Los esperpentos, así como la mayoría de las obras de Valle, no fueron representados en vida del autor. Solamente a partir de los años sesenta han sido llevados a escena paulatinamente con gran aceptación por parte del público.
-La comedia burguesa: se desarrolla en un marco urbano y con un carácter realista tanto en los temas como en la escenografía. El principal autor sería Jacinto Benavente, cuya obra más conocida es Los intereses creados.-El teatro poético: es heredero del teatro ROMántico y recoge hechos históricos y héroes de la España medieval. Destacan Eduardo Marquina con Las hijas del Cid y En Flandes se ha puesto el sol. Los hermanos Machado también cultivaron en su madurez este género, al que aportaron mayor hondura psicológica. Es importante su obra La Lola se va a los puertos(1929).
Junto a estas manifestaciones aparece un teatro innovador, que solo se representa en círculos minoritarios. La renovación llega de la mano de Valle-Inclán, que rompe con los moldes tradicionales haciendo hincapié en lo grotesco, y a través de la obra de García Lorca, mezcla de tragedia y elementos populares. El teatro de Lorca aborda la imposibilidad de la realización amorosa, la imposición de las convenciones sociales y la frustración. En sus obras predominan las protagonistas femeninas. Destacan títulos como Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.También Unamuno y Azorín ensayaron nuevas fórmulas teatrales y se opusieron al teatro comercial, por lo que apenas consiguieron estrenar sus obras, muy lejanas de los gustos del público de la época. Obras de Unamuno son Fedra y El otro y algunos títulos de Azorín son Old Spain, Brandy, mucho brandy y Angelita.VALLE-INCLÁNNació en Villanueva de Arosa, Pontevedra en 1866. Viajó a México y posteriormente se establecíó en Madrid. En una pelea recibe un bastonazo de un periodista, la herida se complica y tienen que amputarle el brazo izquierdo. Durante la dictadura de Primo de Rivera fue encarcelado. Ocupó el cargo de director de la Escuela de Bellas Artes de Roma. Regresa a Santiago de Compostela en 1935 y muere en esta ciudad en 1936.Valle-Inclán es el gran dramaturgo de la Generación del 98, quien también escribíó novela y poesía. En cuanto a su obra teatral, su inagotable búsqueda artística le llevó de un inicial Modernismo decadente a la creación de un género personal: el esperpento. Analizamos su evolución:
-Al igual que en su labor novelística, el primer teatro de Valle se inscribe en la corriente modernista en su faceta más decadente. A este ciclo modernista pertenecería su obra El marqués de Bradomín (1906).-El autor prueba otros caminos. El ciclo mítico, con las Comedias bárbaras, es el resultado de la prueba. Es una trilogía formada por Ágüila de blasón (1907), Romance de lobos (1908) y la tardía Cara de plata (1922). La Galicia mítica y rural es el marco en el que se desarrollan estas historias. En ellas los personajes actúan gobernados por instintos y pasiones violentas y primitivas (sexo, dinero, poder), en un clima donde las supersticiones y los mitos desempeñan un papel fundamental.La culminación de este ciclo es Divinas palabras (1920). Seres diabólicos, irracionales y monstruosos pueblan esta obra en la que la avaricia y la lujuria desencadenan todos los conflictos.-Simultáneamente, Valle-Inclán desarrolla una serie de farsas, obras escritas la mayoría en verso donde lo grotesco y la caricatura convierten a los personajes en fantoches y marionetas ridículas. Constituyen un paso previo al esperpento. Un título importante es Farsa italiana de la enamorada del Rey (1920).-La producción dramática del autor culminó en el esperpento. El esperpento, definido en su obra más importante, Luces de Bohemia, da nombre a un género literario propio, basado en la deformación sistemática de personajes y valores, con la que ofrece una denuncia de la sociedad española del momento. Lo esperpéntico es una manera de ver el mundo, un reflejo deformado de una realidad ya deformada. Los personajes son seres grotescos en un mundo grotesco, semejantes a marionetas ridículas, aunque en ocasiones el autor tenga un gesto de ternura hacia ellos. La obra esperpéntica por excelencia es Luces de bohemia (1920) donde, a través de las últimas horas y del último peregrinaje nocturno de un poeta ciego, Max Estrella, y de su acompañante, Latino, muestra una visión esperpéntica de la vida madrileña y española. En esta obra define y teoriza sobre el esperpento. La obra es un desfile de gentes a las que la vida ha zarandeado como a muñecos. Es una crítica imparable de España y una denuncia de la falsedad e hipocresía social.Otra obra esperpéntica es Martes de carnaval, trilogía formada por Los cuernos de don Friolera(1921), Las galas del difunto (1926) y La hija del capitán(1927).Los esperpentos, así como la mayoría de las obras de Valle, no fueron representados en vida del autor. Solamente a partir de los años sesenta han sido llevados a escena paulatinamente con gran aceptación por parte del público.