Teatro español e innovación escénica: Del 27 al exilio

El teatro español experimentó una profunda renovación gracias a la Generación del 27. Este movimiento no se limitó a la poesía, sino que incluyó a dramaturgos como Alejandro Casona y Max Aub, quienes desempeñaron un papel crucial en la evolución del género.

Características de la Generación del 27 en el teatro

  • Depuración del teatro poético, eliminando la retórica modernista e incorporando ritmos y formas populares.
  • Incorporación de las vanguardias, buscando la armonía entre innovación, clasicismo y tradición popular.
  • Acercamiento del teatro al pueblo con fines educativos.

Compañías como «La Barraca» y «Teatro del Pueblo» difundieron por toda España un repertorio diverso, combinando clásicos con obras innovadoras.

Teatro de los poetas del 27

Pedro Salinas

Escribió principalmente en el exilio, con obras largas como Judith y el tirano y El dictador, representadas en teatros de cámara.

Rafael Alberti

Debutó en el teatro con El hombre deshabitado (1931), consolidándose como autor de vanguardia. Su obra Fermín Galán (1931) marca el inicio de su teatro político. Durante la Guerra Civil, Alberti impulsó un teatro urgente y directo, como la Cantata de los héroes.

Miguel Hernández

Con Los hijos de la piedra (1935), de temática minera, cultivó el teatro social. En 1937, su teatro se centró en la contienda bélica.

Teatro de Casona y Aub

Alejandro Casona (1903-1965)

En Otra vez el diablo (1935), combinó humor y lirismo. En su exilio mexicano estrenó Prohibido suicidarse en primavera. Residiendo en Buenos Aires (1941-1963), creó obras como La dama del alba, considerada su obra maestra. Su teatro destaca por su perfección constructiva y la fusión de realidad y fantasía, aunque con diálogos a veces poco naturales y personajes convencionales.

Max Aub

Pionero de la revolución escénica entre 1923 y 1935, su temática explora la incapacidad humana para la autocomprensión, la comunicación y el contacto con la realidad (Crimen o Una botella). En el exilio, destaca San Juan (1943), un teatro potente y renovador.

Federico García Lorca

Además de poeta, Lorca fue un destacado dramaturgo. Sus temas principales son la frustración, el amor imposible, los conflictos entre deseo y realidad, y la lucha entre autoridad y libertad. Sus personajes, a menudo mujeres, anhelan la libertad. Su estilo evolucionó hacia un uso más conciso del verso, reservándolo para momentos de gran intensidad o canciones populares. Lorca experimentó con diversas formas teatrales: simbolismo, verso modernista, marionetas, farsa, vanguardia surrealista y realismo. Buscaba la renovación teatral, destruyendo las convenciones.

Obras destacadas

  • Bodas de sangre (1932) y Yerma (1934): Tragedias de sabor clásico que combinan prosa y verso, coros y simbolismo, creando un intenso dramatismo. Bodas de sangre, inspirada en un hecho real, narra la tragedia de una novia raptada por su antiguo amante el día de su boda. Yerma explora la tragedia de la mujer estéril que, desesperada, asesina a su marido.
  • La casa de Bernarda Alba: Obra cumbre que aborda temas como la libertad versus autoridad, las pulsiones eróticas, la frustración vital y la opresión de la mujer. La obra presenta a una madre autoritaria que impone una estricta moral a sus hijas, lo que lleva a un trágico desenlace.

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