Inicios del Siglo XX

El teatro español de principios del siglo XX se vio marcado por los condicionamientos sociales. El público burgués, principal consumidor de teatro, no se interesaba por las problemáticas sociales o de aventuras. Los empresarios teatrales, por tanto, se enfocaban en satisfacer los gustos del público, marginando a aquellos que no lo hicieran.

Antecedentes (Segunda Mitad del Siglo XIX)

El drama romántico evolucionó hacia la alta comedia, con características similares a la novela realista (ambientación contemporánea, observación de la realidad, finalidad educativa con tesis moral), pero manteniendo elementos del romanticismo (presencia de verso, efectismo exagerado, sentimentalismo burgués). La alta comedia, aunque no creó obras trascendentales, marcó un cambio de rumbo. Sus máximos representantes fueron: López de Ayala (Consuelo) y Manuel Tamayo y Baus (Un drama nuevo). En este contexto, irrumpe el neoromanticismo de José Echegaray con procedimientos más extremos.

A finales del siglo XIX, se intentó introducir el naturalismo europeo (escenarios realistas, lenguaje convencional y temas conflictivos), pero será Benavente quien dé forma al nuevo teatro.

Teatro de Principios del Siglo XX

• Comedia Benaventina: Francisco Benavente, tras el fracaso de una obra crítica, adaptó su estilo al gusto del público burgués. La comida de las fieras, su primer gran éxito, marcó su estrategia posterior. Sus tramas abordaban problemas poco conflictivos (leves defectos en las relaciones personales o sociales). Su obra incluye comedias burguesas y dramas rurales.
• Comedia Costumbrista: Representa la línea de los sainetes, caracterizada por ambientes pintorescos de determinadas regiones y lenguaje humorístico. Carlos Arniches, su autor más exitoso, reflejó las costumbres madrileñas (El santo de la sidra) y creó la tragicomedia grotesca (personajes grotescos y trágicos, con cierta crítica social).
• Teatro Poético: Teatro en verso influido por el modernismo, con temas históricos y conservadurismo ideológico. Autores destacados: Eduardo Marquina (En Flandes se ha puesto el sol) y los hermanos Machado (La Lola se va a los puertos).
• Intentos Renovadores de la Generación del 98: Unamuno (Fedra), Azorín (Lo invisible) y Jacinto Grau, quien empleó la prosa poética (El burlador que no burla; El señor Pigmalión).

La Obra Teatral de Valle-Inclán

Valle-Inclán se distanció del teatro de su época por su originalidad, planteamientos radicales, riqueza expresiva y la singularidad de sus temas y estética.

El Teatro de la Generación del 27

Los autores de la Generación del 27 buscaron crear un nuevo público mediante el acercamiento del teatro al pueblo. Autores importantes:

• Alejandro Casona: Alcanzó la fama con Nuestra Natacha. En el exilio estrenó varias obras, y tras su regreso a España cosechó grandes éxitos con La dama del alba y La barca sin pescador, donde mezcla realidad y fantasía.
• Max Aub: Autor de una valiosa producción teatral vanguardista y antirrealista (Espejo de avaricia) y obras sobre la guerra (San Juan).
• Federico García Lorca: Se dedicó plenamente al teatro en sus últimos años. Su teatro, de carácter poético, aborda el enfrentamiento entre el individuo (deseo, amor, libertad) y la autoridad (orden, sometimiento, convenciones sociales), con predominio de personajes femeninos.
  • Farsas: Tragicomedia de Don Cristóbal y la seña Rosita, una farsa de guiñol sobre un matrimonio de interés con un trasfondo triste.
  • Teatro Lírico: Mariana Pineda, un romance popular en tres estampas.
  • Teatro Surrealista: Obras cortas como El paseo de Buster Keaton.
  • Dramas Rurales: Sus obras más importantes (Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba) comparten rasgos comunes: la índole sexual de los problemas, el protagonismo femenino y la tragedia.
    • Bodas de sangre: Dos novios a punto de casarse, pero la novia huye con su antiguo amado. Ambos hombres mueren. La obra combina prosa y verso, realismo y poesía.
    • Yerma: Drama de una mujer estéril que mata a su marido.
    • La casa de Bernarda Alba: Drama intenso sobre la represión femenina.