Teatro Español de principios del siglo XX
1. El teatro a comienzos del siglo XX
Al inicio del siglo XX se seguían representando las formas teatrales heredadas del siglo anterior: los dramas de tema histórico en verso, la “alta comedia” dirigida a la sociedad burguesa y el “género chico”, heredero del sainete y el entremés. Hasta 1920 no se percibe un intento de renovación teatral.
2. El teatro modernista y del 98. Valle-Inclán
Un teatro “comercial” triunfa en estas primeras décadas. Se seguían representando con gran éxito las obras de Carlos Arniches y los hermanos Álvarez Quinteros, que idealizan la sociedad madrileña y andaluza respectivamente; los protagonistas son tipos y reflejan las virtudes y defectos típicos de ambas regiones. Arniches inicia después un teatro tragicómico, línea que continúan más tarde Jardiel Poncela y Mihura.
Entre los autores de éxito destaca Jacinto Benavente. Su teatro inicial, Señora Ama o La Malquerida, participa de la renovación modernista al romper con la tradición del siglo XIX, pero pronto cede al éxito y a la “alta comedia”. En su obra maestra, Los Intereses Creados, introduce personajes de la comedia del arte italiana y muestra una sociedad basada en un juego de intereses.
Entre los autores modernistas y del 98 se encuentran:
- Miguel de Unamuno. Sus dramas, al igual que sus novelas y poemas, tratan de modo simbólico el conflicto existencial. Destaca El Otro.
- José Martínez Ruiz, “Azorín”. Destaca Angelita, su mejor obra.
- Jacinto Grau quiere renovar el teatro de su tiempo, al que acusa de comercial y falto de originalidad, recurriendo a varios temas, enfoques y técnicas. Destaca El Señor de Pigmalión.
2.1 Ramón María del Valle-Inclán
Por encima de todo, genial innovador del teatro español. Valle rechaza el realismo burgués del teatro anterior y propone una total renovación de la escena española en todos sus aspectos.
Se divide su extensa producción en ciclo mítico, ciclo de la farsa y ciclo del esperpento.
- Ciclo mítico. Las Comedias Bárbaras se sitúan en una Galicia intemporal, arcaica y supersticiosa, con personajes faltos de moral, y un mundo de pasiones donde conviven lo sobrenatural, lo misterioso y la muerte. Divinas Palabras es una tragicomedia rural.
- Ciclo de la farsa. En esta etapa, Valle contrapone lo sentimental y lo grotesco para afrontar de otra manera la realidad y desmitificar la sociedad tradicional con un lenguaje cada vez más esperpéntico.
- Ciclo del esperpento. El esperpento nace de una determinada situación histórica y sigue la tradición española representada por Quevedo o Goya; intenta, además, una deformación sistemática de la realidad para ofrecer su imagen grotesca. El esperpento es una nueva estética, una nueva visión del mundo desde una posición crítica que coincide con un movimiento estético de protesta contra la sociedad burguesa, ya que muestra sus aspectos más corruptos de forma despiadada, al tiempo que comporta una intención renovadora de las formas literarias y del lenguaje. El prodigio permanente del esperpento es la deformación idiomática. Asimismo, es magistral el uso de la ironía y el sarcasmo para revelar lo absurdo de una sociedad grotesca que vive de las apariencias y desenmascara la corrupción en todos los estamentos sociales, en las instituciones oficiales y académicas, y en definitiva, en la forma de vida del pueblo.
El ciclo del esperpento se inicia con Luces de Bohemia, en la que teoriza sobre este nuevo género y ataca las formas burguesas imperantes. Después escribe Martes de Carnaval, que reúne tres esperpentos: Los cuernos de Don Friolera, que ridiculiza el concepto de honor transmitido por el teatro clásico, Las galas del difunto, parodia del mito de Don Juan, y La hija del capitán, que aborda de forma grotesca la dictadura militar.
3. El teatro vanguardista y del 27. García Lorca
- Rafael Alberti refleja en su teatro las inquietudes de su poesía. En la etapa anterior a la guerra civil, vanguardista, destaca El hombre deshabitado. En el exilio escribe El adefesio, cercana al esperpento.
- Max Aub comienza con obras vanguardistas, pero luego, en el exilio, escribe un teatro testimonial comprometido con la realidad: San Juan.
- Alejandro Casona. El tema central suele ser la oposición entre fantasía y realidad en la vida de sus personajes.
3.1 Federico García Lorca
Su producción se inicia con El maleficio de la mariposa.
Lorca cree que el teatro debe servir para elevar la sensibilidad del pueblo y cree también en la fuerza del poeta para transformar con la palabra la realidad. Por eso en su obra hay mucha poesía y mucho simbolismo, pero no sólo eso; el teatro lorquiano es un espectáculo total al que contribuyen el texto, la escenografía, la música, la danza… Su producción dramática se puede clasificar en:
- Las farsas. En todas funde lo lírico y lo grotesco.
- Las comedias imposibles. Son obras simbólicas, surrealistas. El público y Así pasen cinco años.
- Las tragedias de tema social. La cima de su teatro…