Teatro Español (1920-1939): Del Comercialismo a la Vanguardia

Teatro Español (1920-1939)

Contexto Europeo y Español

A finales del siglo XIX, el teatro europeo estaba dominado por la estética naturalista y la escenografía realista. A principios del siglo XX, surgieron nuevas corrientes vanguardistas con autores como Bertolt Brecht, Antonin Artaud, Eugène Ionesco y Samuel Beckett. Se incorporaron técnicas del cine y el cabaret, pero esta renovación apenas llegó al teatro español. Hasta 1939, las obras más representadas en España eran las de alta comedia de José Echegaray, que buscaban la emoción del espectador. En las primeras décadas del siglo XX, se produjeron algunos intentos de renovación. Echegaray insistió en la vuelta al romanticismo, con conflictos extremos y apasionamiento verbal y gestual.

Tendencias del Teatro Español (1920-1939)

1. Teatro Comercial

La Comedia Burguesa

Jacinto Benavente desarrolló la comedia burguesa, dirigida a la burguesía como una crónica amable de sus preocupaciones, utilizando una suave ironía. Benavente, conservador, miembro de la RAE y ganador del Premio Nobel de Literatura, creó un teatro de evasión que desvelaba los vicios de la alta burguesía española. Se valoran su dramaturgia, la ironía, el diálogo y el complejo ritmo teatral. Como defectos, se mencionan el diálogo sin dialéctica, el narrativismo y el esquematismo psicológico. Benavente no se vio influenciado por la estética vanguardista, ni por el modernismo ni por la Generación del 98. Su teatro fue una novedad en sus inicios, pero tras la Guerra Civil, las nuevas generaciones lo rechazaron. Destacan sus obras Los intereses creados y La malquerida.

El Teatro Cómico

A principios del siglo XX, el género cómico se acompañaba de elementos líricos como la música, con la finalidad de entretener al público. Los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero reflejaron en sus obras el ambiente andaluz. Destacan El patio y La Malvaloca. Pedro Muñoz Seca creó el astracán, buscando la comicidad y desfigurando el lenguaje natural. Destaca La venganza de Don Mendo. En la tragedia grotesca, se combinan lo cómico y lo trágico, con una voluntad de crítica caracterizada por la ignorancia, la hipocresía y la crueldad. Estas obras giran en torno a un enredo amoroso y contienen un lenguaje disparatado. Entre las tragedias grotescas de Carlos Arniches, se encuentran La señorita de Trevélez y Los caciques.

Teatro en Verso

Surgió como reacción al teatro realista-naturalista. Impulsado por el modernismo, utiliza el verso como lenguaje dramático y se inspira en el drama histórico romántico. Eduardo Marquina cultivó el drama histórico y rural en verso: Las hijas del Cid y En Flandes se ha puesto el sol. Los hermanos Machado aportaron una mayor hondura psicológica con La Lola se va a los puertos.

2. Intentos de Renovación Teatral en los Años 20

Los primeros intentos de renovación teatral vinieron de la mano de escritores de la Generación del 98, como Unamuno, Azorín, Valle-Inclán, Lorca, Rafael Alberti, Max Aub y Miguel Hernández.

Miguel de Unamuno

Presentó un dramatismo esencial. Abogó por un teatro desnudo, suprimiendo la escenografía, reduciendo los personajes y las pasiones, y esquematizando la acción, que es sustituida por la palabra. Para él, el teatro es un medio para desvelar la interioridad. Destacan: Fedra, El otro y El hermano Juan.

Azorín

Incorporó tendencias europeas. Su teatro es de búsqueda y experimentación. En cuanto al drama, abogó por un teatro antirrenacentista y temas basados en el mundo interior. Esta nueva estética la llamó «superrealismo». Azorín pretendió descentrar al público a través de diversos aspectos:

  1. El diálogo es fundamental y debe reflejar las costumbres de los personajes.
  2. Los temas principales son el tiempo, la muerte y la felicidad, que tienen como antagónicos el dinero (Brandy, mucho Brandy) y la guerra (La guerrilla), y el arte para alcanzar el amor (Cervantes o la casa encantada y Lo invisible).
  3. La iluminación destaca lo que se encuentra más allá de la realidad; su ausencia marca el transcurso de los años.

3. Renovación Teatral en los Años 20: Valle-Inclán y el Esperpento

El teatro de Valle-Inclán es el más original del teatro español del siglo XX. Mostró una voluntad de renovación formal y temática para romper con el teatro de su época. Su máxima producción, el esperpento, se muestra en sus primeras obras.

Dramas Decadentistas

En obras de influencia modernista como El marqués de Bradomín, Valle-Inclán dramatiza el tema del adulterio, libre de la carga ética e inmerso en la literatura decadentista de fin de siglo.

Dramas de Ambiente Galaico

La trilogía de Comedias bárbaras y Divinas palabras se relacionan por sus temas y se localizan en una Galicia intemporal, con una sociedad arcaica. Los conflictos se centran en la lujuria, la soberbia y el pecado.

Las Farsas

De las cuatro farsas que escribió, en las que se reflejan los valores más convencionales de la sociedad española, como la monarquía, destacamos La reina castiza y Divinas palabras.

El Esperpento

Aquí culmina la producción dramática de Valle-Inclán. Destacan Luces de bohemia, Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán. El esperpento logra la deformación caricaturesca de la realidad y los personajes, la creación de situaciones absurdas, la ironía y un lenguaje coloquial y vulgar, lleno de casticismos. Valle-Inclán muestra desprecio por su momento histórico. Sus obras no fueron representadas en vida del autor por las técnicas que requerían.

4. Renovación Teatral en los Años 30: La Generación del 27 y Lorca

En los años 30, el teatro estaba en crisis. Los intentos de renovación por parte de los poetas de la Generación del 27 contaron con el apoyo de la República. Destaca el teatro de Pedro Salinas, Max Aub, Lorca y Rafael Alberti, con tendencias vanguardistas. Federico García Lorca creó el verdadero teatro poético, con problemas de la vida e historia. El teatro lorquiano se caracteriza por la concepción social y dialéctica de la obra. El tema básico es el enfrentamiento entre el deseo y la realidad opresiva, siendo el destino final del personaje la muerte trágica. Los primeros dramas de Lorca están influenciados por el modernismo. Destaca El maleficio de la mariposa, con el tema de la creación imaginativa, y Mariana Pineda, un drama histórico en verso que presenta una visión trágica de la libertad en una sociedad opresora. Lorca escribió cuatro farsas que trataban sobre un matrimonio de conveniencia entre un viejo y una joven. Destacan: //Las farsas para guiñol//, donde Lorca lucha contra el teatro comercial por medio de las formas plurales, y Retablillo de Don Cristóbal. En //Las farsas para personas//, mencionamos La zapatera prodigiosa, con una mezcla de fantasía y realidad. En //El teatro imposible// lorquiano, se anticipan posteriores hallazgos del teatro europeo, como el desdoblamiento de los personajes. En este teatro se reúnen tres comedias influenciadas por el surrealismo: El público, Así que pasen cinco años y Comedia sin título. En sus tragedias y dramas, el argumento tiene poca importancia. Aparecen pocos personajes en un ambiente rural en el que las fuerzas naturales se imponen al destino trágico. Destacan: Bodas de sangre, donde se dramatiza el poder de la pasión y del sexo, y aparecen figuras alegóricas de la luna y la muerte; Yerma, en la que Lorca sustituye lo alegórico por lo ritual, con coros y canciones; y La casa de Bernarda Alba, que desarrolla la lucha entre la autoridad y la libertad, y cuya acción transcurre en un espacio hermético.

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