Otro rasgo a destacar es el registro coloquial (“vainas de mujeres”; “los motivos del corazón”), que contrasta con la elevada retórica de determinados fragmentos (“El argumento decisivo de los padres fue que una familia dignificada por la modestia no tenía derecho a despreciar aquel premio del destino. Ángela Vicario se atrevió apenas a insinuar el inconveniente de la falta de amor, pero su madre lo demolió con una sola frase:−También el amor se aprende.”).