¡EscribeArriba, Metido en el túnel de La Pintada, Rudecindo trabajaba hasta el agotamiento. Aquella era una verdadera esclavitud, pensó. Entraba a las siete,salía a las Doce; volvía a la una y media para salir a las cinco y media. Nueve horas diarias De trabajo. ¡Y qué lentas pasaban! Los minutos parecían detenerse, alargarse, Como complacidos en martirizarlo. La boca de la mina abría sus negras fauces Para devorarlos; los vomitaba a las doce: negros, sudorosos, agotados; luego Volvía Seguir leyendo “Redacción sobre la familia” »