Sociedad, Cultura y Literatura en el Siglo XVII: Barroco Español

Sociedad y Cultura del Siglo XVII: Decadencia y Transformación

Principios del siglo XVII: Decadencia del Imperio Español

A comienzos del siglo XVII, la decadencia del Imperio español comienza a acelerarse, y en pocas décadas perderá buena parte de sus posesiones europeas.

Causas de la Decadencia

Las causas de la decadencia se gestaron en el siglo anterior, con los gastos excesivos, los enfrentamientos bélicos y los complejos aspectos administrativos de un imperio tan grande.

Consecuencias de la Decadencia

Las consecuencias se manifiestan en una aguda crisis económica: las condiciones de vida de los campesinos son cada vez peores, y la industria y la banca experimentan una brusca caída.

Crisis Política

La crisis política aumenta en los reinados de Felipe III y Felipe IV, quienes delegan el poder en los validos, lo que favorecerá la corrupción.

Crisis Social

La crisis social se agrava debido a las fuertes tensiones entre la burguesía y la nobleza. La burguesía incrementó su poder en los siglos anteriores, y la nobleza veía peligrar su poder y sus privilegios. Para mantener su situación, la nobleza se alió con la Iglesia.

Visión del Mundo: Contrastes

El resultado de la decadencia hará que la gente tenga una visión del mundo marcada por contrastes: el espejismo del reciente pasado glorioso convive con la decadencia, el derroche económico en tiempos de crisis, la corrupción política coexiste con actitudes patrióticas exageradas, y el deseo de los placeres mundanos se da al mismo tiempo que las manifestaciones de religiosidad.

Mentalidad de la Época: Pesimismo y Desengaño

El idealismo y la confianza en el ser humano propios de la sociedad renacentista ceden ante nuevas actitudes que definen la mentalidad de la época: el pesimismo y el desengaño. Pese a ello, las clases privilegiadas desean ver reflejados sus ideales de grandeza en un boato que se contrapone a la situación que se vive.

Carlos II

Carlos II llega al trono en 1665. Durante el reinado de este monarca enfermo y de escasas dotes de gobierno, la situación española toca fondo. Carlos II muere sin descendencia en 1700, lo que supone el fin de la Casa de los Austrias.

La Literatura del Siglo XVII: El Barroco

Características Generales del Barroco Literario

La literatura del siglo XVII es una evolución de la que se había dado durante el Renacimiento. Así, encontramos elementos que habían triunfado en la etapa anterior, como los esquemas métricos italianos, el amor o la fugacidad de la vida, pero con un nuevo planteamiento.

  • Actitud de desengaño, obsesión por la muerte y respuestas en la religión: En esta etapa, una actitud pesimista y desengañada determina los temas literarios. La conciencia de la fugacidad de la vida se convierte en una preocupación casi obsesiva por la rapidez con la que llega la muerte, y la mirada idealizada que antes lanzaba el poeta sobre su entorno ahora le devuelve un panorama decadente al que intenta encontrar respuestas mediante una recuperada religiosidad.
  • Realismo y Crítica Social: La crisis social propicia un realismo en los textos literarios que, en muchos casos, tiene una intención crítica. Para plasmarla, se usa frecuentemente la sátira y la ironía. El afán realista puede dar lugar a la inclusión de peculiares motivos temáticos: la deformidad y la fealdad pueden aparecer en los textos literarios del mismo modo que en su día apareció la belleza o los espacios idealizados.
  • Estilo Ornamental: Las corrientes y los esquemas métricos heredados del Renacimiento se complican ahora en un estilo ornamental y un intento de exprimir todas las posibilidades del lenguaje, en busca siempre de originalidad, brillantez e ingenio.

Corrientes del Barroco Literario

  • Conceptismo: Se propone ahondar en las posibilidades del idioma, llegar a una expresión depurada de las ideas, a través del ingenio, estimulando la reflexión del lector en unos casos, y su sentido del humor en otros. Sus representantes fueron Quevedo y Gracián.
  • Culteranismo: Se distancia del lenguaje habitual para sorprender al lector y crear una forma de expresión específica para la literatura, sobre todo para la poesía. Con este fin, utiliza un estilo complejo muy elevado, y lleno de latinismos y de sugerencias sensoriales. Su máximo representante es Góngora.

El Siglo de Oro

El esplendor literario de esta época, que continúa el iniciado por los escritores renacentistas, ha propiciado para el siglo XVII el calificativo que ya se ha aplicado para la centuria anterior: Siglo de Oro.

Lírica Barroca

Herencia del Renacimiento

Como le ocurre al conjunto de la literatura del siglo XVII, la lírica barroca parte de unos esquemas y modelos heredados del Renacimiento: el petrarquismo y el género bucólico.

Renovación y Poesía Popular

La lírica de esta época aprovecha aspectos de la poesía popular y tradicional castellana, de modo que están presentes los romances, las canciones o las letrillas.

Siglo XVII: Renovación Profunda

El legado del Renacimiento es sometido en el siglo XVII a una profunda renovación. Si en el Renacimiento se concebía el arte como imitación de la naturaleza, ahora se entiende que la creación debe ser invención y originalidad. La finalidad de la obra literaria es producir asombro en el lector, y ello se consigue poniendo en práctica todos los recursos y artificios de que disponga el poeta. Este proceso de renovación se desarrolla a través de dos corrientes: el conceptismo (Quevedo) y el culteranismo (Góngora). Pero podríamos hablar de una tercera tendencia: una línea de influencia garcilasiana que podemos llamar clasicismo y cuyo poeta más destacado fue Lope de Vega.

La Poesía Conceptista

Características del Conceptismo

El conceptismo se caracteriza por la búsqueda de múltiples significados que pueden encerrar las palabras. Su estilo se basa en las asociaciones de ideas, en las dilogías y en los neologismos. El ingenio es su principal recurso y se manifiesta en hábiles juegos de palabras y llamativos paralelismos, así como recursos expresivos: antítesis, paradoja, metáfora, etc.

Francisco de Quevedo

Obra de Quevedo

Quevedo entendió la poesía de acuerdo con los valores de su tiempo: su obra expresa preocupaciones universales, pero transmite la experiencia cultural y vital de la España del siglo XVII. Su obra lírica es muy abundante y variada, tanto en temas como en registros. Utiliza un tono serio y reflexivo, el apasionado, el burlón y hasta el obsceno con intenciones diferentes: expresar sentimiento amoroso, la fugacidad de la vida o hacer burlas y sátiras. También son variados los sonetos, romances, silvas, etc.

Temas en la Poesía de Quevedo

  • Poesía Metafísica: Se trata de composiciones de tema moral, filosófico y religioso, de tono grave, que ofrecen una visión pesimista de la vida, entendida como camino hacia la muerte. El poeta se muestra constantemente preocupado por la fugacidad del tiempo y desengañado por lo vanas que resultan todas las cosas, destinadas a desaparecer. Una obra sería Heráclito cristiano, escrito en 1613.
  • Poesía Amorosa: Siguiendo la línea de los poetas renacentistas, Quevedo retoma en su poesía amorosa los elementos de la tradición petrarquista: la amada inalcanzable, el sentimiento inquebrantable hacia ella, la silenciosa queja del amante herido de amor, etc., pero adapta estos tópicos a la perspectiva de su propia época con vetas de sombría y, a la vez, apasionada expresión del afecto. El amor se muestra como una fuerza que permanece más allá del final de todas las cosas. Destaca la obra Canta sola a Lisi.
  • Poesía Satírico-Burlesca: La poesía satírica de Quevedo se basa en los rasgos típicamente conceptistas: el poeta construye conceptos con ingeniosos juegos de palabras y metáforas. Además, utiliza léxico procedente de registros muy variados: desde nivel culto hasta el de germanía. El objetivo que el autor persigue es el humor y, sobre todo, la crítica de algunos personajes reales de la época y de ciertos hábitos sociales. En este sentido, llama la atención la mordacidad con la que ataca la hipocresía, la ambición desmedida de poder, la corrupción política, la pedantería, etc. En la obra satírica de Quevedo, hay un buen número de composiciones que muestran toda una galería de personajes tipificados. Se trata de retratos de tipos sociales de ámbitos diferentes: desde el mundo de la justicia hasta el del hampa. En otras ocasiones, el tema escogido es la caricaturización y ridiculización de tópicos y modelos literarios.

Cuando Quevedo murió, estaba ordenando el conjunto de su obra poética. Su amigo Josef Antonio González de Salas se la editó póstumamente bajo el título El Parnaso español, monte en dos cumbres dividido, con las nueve Musas. En ella se propone una clasificación temática de los poemas: cada musa da lugar a un apartado.

La Poesía Culterana

Autores y Corriente Culterana

Fue una corriente criticada en ocasiones por su acumulación de recursos retóricos. Los autores que fueron influidos por esta corriente fueron el conde de Villamediana o Pedro Soto de Rojas, quien, partiendo del petrarquismo, evoluciona progresivamente hacia el culteranismo.

Estilo Culterano

El estilo culterano se caracteriza por las alusiones a la mitología, el uso de la metáfora, la presencia de elementos sensoriales, la alteración de la sintaxis con hipérbatos y estructuras latinas y el uso de cultismos. La poesía culterana explora el idioma a través de su brillantez y su sonoridad.

Luis de Góngora

La poesía de Góngora se caracteriza por llevar al extremo los rasgos culteranos, de forma que se ha llegado a acuñar el término gongorismo para designar una modalidad más compleja y retorcida del culteranismo. Góngora fue ya en su época un poeta de minorías debido a la dificultad de su obra. No todas sus composiciones tienen el mismo grado de complejidad. En la trayectoria del poeta se aprecian dos planos paralelos: el de una poesía más accesible (poesía popular) y el de su producción más hermética (la obra culterana).

Poesía Popular de Góngora

Con la poesía popular, Góngora retoma la métrica tradicional castellana para abordar diversos temas: amorosos, burlescos, mitológicos, etc. Destacan los romances, que abarcan varias modalidades: pastoril, caballeresca, amorosa, etc., y cuya estructura el poema moderniza con frecuencia al introducirles un estribillo.

Los Sonetos de Góngora

A lo largo de su vida, Góngora escribió numerosos sonetos de diversos temas: amorosos, satíricos, de circunstancias morales, etc. Muchos de ellos tienden un puente entre sus primeras composiciones y la renovación culterana, que culminará su trayectoria.

Obras Culteranas de Góngora

En el año 1613, Góngora provoca una viva polémica en la vida literaria de su época al dar a conocer estas dos obras, de marcada estética culterana:

  • Polifemo y Galatea: La Fábula de Polifemo y Galatea es un poema narrativo escrito en octavas reales, que recrea el mito del cíclope Polifemo y la ninfa Galatea. Góngora se inspira en las Metamorfósis de Ovidio: Polifemo, enamorado de Galatea, le declara su pasión, pero ella ama al pastor Acis. El gigante hace mil promesas y halagos a Galatea, pero, al ser rechazado, asesina a Acis aplastándolo con una piedra. Su sangre, transformada en agua por los dioses, se convierte en un río. El Polifemo encierra todas las características de la poesía gongorina: la acumulación de recursos expresivos, el léxico sensorial y colorista, los cultismos y la sintaxis latina.
  • Soledades: Soledades es un poema de larga extensión, escrito en silvas, que consta de dos partes: Soledad I y Soledad II. Góngora concibió la obra en cuatro partes, pero solo llegó a escribir estas dos, de las cuales la segunda también está inacabada. El poema narra la historia de un náufrago que, tras sufrir un desengaño amoroso, llega a una costa donde unos pastores le acogen. Tiene la oportunidad de comenzar una nueva vida en el campo. Así, la defensa de la vida en la naturaleza, sencilla y sincera frente a la falsedad del ambiente urbano, se convierte en el tema central de la obra. El estilo, como en el Polifemo, se caracteriza por lo abundante de los rasgos culteranos y por la frecuencia de las alusiones mitológicas.

Poesía Clasicista

Influencias del Clasicismo

Junto a las dos grandes tendencias barrocas, surge un grupo de poetas que, aún con cierta influencia de estas, optan por mayor fidelidad al petrarquismo, la obra de Garcilaso y la poesía tradicional castellana.

Autores Clasicistas

Destacan los hermanos Argensola, que tienen gran influencia en los clásicos, aunque adaptada a los temas y circunstancias de su época. El grupo de los poetas clasicistas surge en torno a la figura de Félix Lope de Vega.

Lope de Vega

Influencias de Lope de Vega

Tiene diversas influencias: Petrarca, los cancioneros, el Romancero, etc. También cultiva las modalidades más variadas: lírica culta y lírica popular. Sus vivencias personales están perfectamente integradas en su poesía, sobre todo las amorosas, si bien tiene importantes composiciones de tema religioso.

Obras de Lope de Vega

Sus primeras composiciones son, sobre todo, romances: tenemos, entre otros, los que dedica a Elena Osorio, a la que llama Filis, y algunos de carácter morisco y pastoril.

  • Rimas: Se publican en 1602 y en él aparecen dos importantes poemas épicos: La hermosura de Angélica, inspirada en los amores de Angélica y Medoro, y La Dragontea, que trata sobre la derrota y la muerte del corsario Francis Drake. También se incluyen 200 sonetos.
  • Rimas sacras: En 1614 son publicadas y sus poemas evidencian una evolución hacia la poesía espiritual, fruto de la crisis personal en que se hallaba durante esta etapa de su vida. Adopta la fórmula de la poesía profana para expresar el sentimiento religioso.
  • Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos: Están firmadas con el pseudónimo de Tomé de Burguillos e incluye composiciones diversas: sonetos satíricos, poemas religiosos y romances, así como un poema épico burlesco, La Gatomaquia, una historia en la que los protagonistas son gatos.

La Prosa Barroca

Prosa de Ficción: La Novela

En la narrativa barroca perviven corrientes idealistas como la novela de caballerías y la pastoril, así como la novela bizantina. En el siglo XVII se difunden con éxito las obras principales de Cervantes. Las modalidades más relevantes del Barroco son la novela cortesana y la novela picaresca.

Novela Picaresca

Partiendo del modelo creado por el Lazarillo de Tormes en el siglo anterior, se desarrolla ahora la novela picaresca, cuyos rasgos están ya claramente delimitados. En el siglo XVII hay varios autores que destacan como Francisco López de Úbeda, con La pícara Justina; Vicente Espinel, con la Vida del escudero Marcos de Obregón.

Mateo Alemán: El Guzmán de Alfarache

En el Guzmán, el protagonista, ya maduro, relata los hechos de su vida: primero, su origen en Sevilla; luego, sus andanzas en Madrid, donde se convierte en pícaro. La novela termina con el arrepentimiento del protagonista, lo cual marca la intención didáctica de la narración.

Quevedo: El Buscón

El argumento de El Buscón relata el proceso por el que un joven se convierte en un pícaro o en un criminal. Pablos, el protagonista, proviene de una familia de delincuentes de Segovia. Su origen marginal parece condicionar su vida, que culmina cuando este se convierte en asesino. La novela termina cuando Pablos, para huir de la justicia, decide marcharse a América. Quevedo presenta una sociedad dominada por las falsas apariencias, la corrupción de la justicia y los enfrentamientos entre grupos sociales. La intención de la obra es mostrarnos con negro humor los vicios sociales y la escasa calidad humana de sus personajes. Quevedo no plantea ninguna enseñanza.

Estilo de El Buscón

Sus elementos son propios del conceptismo burlesco, destaca el uso de la metáfora y la comparación. También hay frecuentes animalizaciones marcadas por hipérboles. La novela es una presentación grotesca de la sociedad. Sustituye el realismo por la caricatura.

Novela Cortesana y María de Zayas

La novela cortesana se basa en los modelos de la novella italiana, en la que se había inspirado Cervantes en sus Novelas ejemplares. Sus rasgos son la extensión breve, los argumentos con tendencia al enredo y las intrigas, y la intención didáctica. Las novelas de Zayas se desarrollan a partir de intensos lances amorosos y ofrecen todo un análisis de la pasión. Como piezas clave están el erotismo y la denuncia de la desigualdad entre sexos. Zayas plantea con frecuencia el problema de la escasa formación recibida por la mujer, lo cual la convierte en una víctima fácil de los abusos de los hombres. La obra narrativa de Zayas se recoge en dos libros: Novelas ejemplares y amorosas y Desengaños amorosos, formados por 10 novelas cada uno. En ellas podemos apreciar la influencia cervantina, así como ecos de la narrativa pastoril y bizantina, como el refinamiento de los escenarios y ciertas dosis de idealismo. Además, es característica de sus obras la introducción de fragmentos en versos. Por otra parte, los modelos italianos son importantes en la obra de esta autora. En las Novelas ejemplares y amorosas usa el recurso estructural de Boccaccio en el Decamerón: crear un pretexto narrativo que enlaza todas las historias y les sirve de marco general.

Prosa Didáctica

Es de intención didáctica y se desarrolla en temas variados: los tratados morales y políticos, que transmiten los valores católicos y monárquicos, y la prosa satírica, que plantea reflexiones de carácter filosófico y moral, pero con un tratamiento humorístico.

Baltasar Gracián

Sus obras recogen modelos de conducta basados en la prudencia y la moderación, y proponen la desconfianza ante las apariencias del mundo. Todo ello se relaciona con cierta actitud pesimista y desengañada de Gracián, observador de la profunda crisis de valores de la época. Su estilo, caracterizado por los rasgos del conceptismo, su expresión es concisa y sentenciosa (Lo bueno, si breve, dos veces bueno), pero no simple: Gracián tiene un estilo docto y complejo, que recurre con frecuencia a la antítesis, la elipsis, las asociaciones de ideas, los paralelismos, etc. Su intención es forzar el ingenio del lector. Uno de los libros más representativos del estilo y el ideario de Gracián es El oráculo manual y arte de prudencia. Está compuesto por aforismos, que recogen las ideas defendidas por el autor en sus otras obras. Otras obras de Gracián son los tratados morales El héroe, El político y El discreto. En ellos el autor expone las cualidades que deben tener dichos personajes y deja traslucir su visión crítica del mundo. Escribe también un tratado de estética literaria, Agudeza y arte de ingenio, que recoge los aspectos retóricos del conceptismo. Su obra maestra es El Criticón, una narración filosófica y alegórica que plantea las diversas etapas de la vida, de la infancia a la vejez, como un recorrido desde la ilusión hasta el desencanto. La alegoría se debe a hechos y a personajes simbólicos.

Quevedo y la Sátira

Quevedo practicó un subgénero de la prosa didáctica llamada sátira: obra de variada temática que emplea recursos humorísticos para expresar los puntos de vista del autor sobre cuestiones sociales, morales o filosóficas. Quevedo escribe Sueños. Es una serie de escenas hiladas por un narrador, quien en cada una transmite al lector un sueño que ha tenido. Quevedo escribió otras obras como La hora de todos y La Fortuna con seso. En ella encontramos una parodia de carácter mitológico.

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