La Semiótica de la Cultura y Bajtín
Bajtin y la Semiótica: Reacción al Formalismo y Estructuralismo
La semiótica, la teoría de Bajtín y la pragmática representan una reacción frente a formalistas y estructuralistas. El método inmanentista ya no se considera válido a partir de la literariedad. Esta corriente de la semiótica también se incluye en la crisis de la literariedad y pretende estudiar también el contexto.
Vinculación con el Posformalismo Ruso
Existe una vinculación con el posformalismo ruso: Bajtín y la Semiótica de la cultura (cuyo máximo exponente es I. Lotman).
Bajtin, figura del siglo XX cuyo origen está en el formalismo, acaba proponiendo una alternativa a él. Considera muy importante el vínculo entre forma e ideología. Elabora su teoría en los años 20 y 30, pero se da a conocer en los 60. Concibe la teoría literaria como innovación: uniendo forma (elementos textuales) con la ideología (en el caso de Bajtín, el marxismo).
Bajtin es también figura principal en el Círculo de Bajtín, junto con estudiosos similares en pensamiento, como Medvedev. En la unión ideología-forma, se diferenció enormemente de los formalistas. Si bien un formalista solo atiende a una estética material, propia de la forma, Bajtín considera necesario incluir contenido e ideología.
Del Formalismo a las Formas Arquitectónicas del Texto
Se produce un desplazamiento de las formas hacia un estudio de las formas arquitectónicas del texto, que incluyen otros aspectos como lo social. No rechaza del todo el concepto de forma, pero lo modifica.
- Dialogismo: La conciencia humana es una conciencia dialógica, nace del intercambio de voces del sujeto con el otro, con los demás. Solo puede aprehenderse la lengua en el intercambio de voces entre el yo y el otro, que es un intercambio activo, y donde tampoco el sujeto es una individualidad hablante que expresa, sino el miembro de una comunidad heterogénea plagada de muchas voces. La constitución misma de la conciencia del sujeto es lingüísticamente dialógica, y por el lenguaje se materializa ideológicamente como discurso social. También los textos dialogan unos con otros, se dejan penetrar por un entramado de voces polifónicas que es lo que la lectura estructuralista de Bajtín llamó “intertextualidad”. Bajtín explica el dialogismo en un capítulo aplicado a la novela, en un trabajo sobre la poética de Dostoievski. Establece una comparación entre Tolstoi y Dostoievski, de sus mundos narrativos.
a. Tolstoi: voces de la novela unificadas, no hay discrepancia, mundo armónico entre personajes y narrador.
b. Dostoievski: su gran aportación es haber creado el dialogismo en la novela. Lleva a su culminación la novela polifónica al entablar un flujo de conciencias plurales que incluso rompen la frontera habitual que distingue el discurso del autor del discurso del personaje.
En una misma novela, distintas voces que rivalizan, no hay una visión unificada del mundo normativo, hay tensión, confrontación ideológica, distintas conciencias. Concepto, por tanto, de naturaleza social. El narrador no coincide con los personajes. Por tanto, la novela presenta:
a. Plurilingüismo
b. Pluriestilismo
c. Plurivocalidad: no solo entre personajes, sino en el mismo personaje, en un diálogo interno. Dostoievski caracteriza a sus personajes por estos conflictos internos, por la culpa, por lo que debería o no hacer (El doble). Son en cierto modo discursos sociales.
También se aplica a otros géneros, no solo a la novela. En cuanto a la parodia, es un fenómeno de naturaleza social, hay dos voces, la autoritaria y la parodiada. No puede ser estudiado tampoco desde el formalismo entonces.
- Carnavalización: La cultura popular en la Edad Media y Renacimiento es un análisis de Bajtín a Rabelais. El carnaval es un estilo literario de naturaleza social, basado en la burla a lo sagrado, subversión del orden, relativización de los valores cotidianos. El carnaval también es una forma mediante la cual puede triunfar el dialogismo. Las fiestas asociadas al carnaval intervienen las jerarquías, mezclan los opuestos, juntan lo sagrado y lo profano. Ese concepto permite comprender unitariamente el gran efecto modelador de la sátira y la parodia, junto con el diálogo, en la conformación de los géneros y la literatura.
- Teoría de la narrativa: cronotopo. Espacio y tiempo vinculados. Bajtín, junto a los dos conceptos anteriores, incluye este cronotopo en la novela, porque la novela no se puede estudiar desvinculada de su cronotopo. Encuentro y camino. La picaresca es un buen ejemplo en esa temática. Hay novelas marcadas por la cultura de provincias, como Madame Bovary. El castillo, como elemento espacial pero también temporal, propicio para los elementos sobrenaturales, aparece, por ejemplo, en Drácula.
Una Nueva Epistemología
Bajtin no propone solo una teoría, sino el fundamento de una nueva epistemología que afecta a la raíz de lo social: una nueva forma de comprender el mundo como conflicto yo-otro, unidad-variedad, donde la raíz materialista, marxista, de su pensamiento socializa la experiencia y la reparte abierta a un conflicto permanente, donde ha quedado rota la esencia metafísica de la estética que aislaba los textos como expresión de individuos hablantes.
Semiótica
Semiología en Europa equivale a Semiótica en América.
Antecedentes de la Semiótica: Mukarovski
Antecedentes de esta semiótica: Mukarovski (significante – artefacto, significado – objeto estético variable). En Mukarovski se detecta triple influencia: Husserl, estructuralismo, y el marxismo. Mukarovski sitúa la estética como parte de la ciencia general de los signos, la semiótica, definiendo el arte como un hecho semiológico. La obra de arte es un hecho semiológico, de naturaleza semiótica. Lo vemos con la pragmática también. El texto literario es, al mismo tiempo, un signo, una estructura de signos y un valor. Como en todo signo, en un texto estético – y literario – pueden distinguirse dos aspectos: el símbolo externo o significante y la significación representada o significado.
La obra literaria no puede ser reducida a su aspecto material, porque el material, que Mukarovski llama “artefacto” solo es investido de significación merced al acto de su percepción. El objeto de la estética no es el artefacto o parte material (significante), sino el objeto estético (significado), que es el resultado de cómo el perceptor, la conciencia subjetiva entra en relación con el signo material.