ODAXI AL LICENCIADO JUAN DE GRIAL.FRAY LUIS DE LEÓN.En esta oda en liras, Fray Luis vuelve a inspirarse en su admirado poeta latino Horacio para tratar el tema de su preferencia por la poesía lírica, en vez de por la épica, como le proponía su amigo Grial.En las tres primeras estrofas describe poéticamente la llegada del otoño, que puede referirse también al periodo de la madurez, no sólo a la estación del año. Para ello utiliza varias imágenes metafóricas con referencias a mitos: la diosa Flora recoge las flores en su seno; el dios del Sol, Febo, está más bajo y se acerca al mar, Egeo; el dios del viento, Eolo, envía nubes. Y enumera también otras imágenes tópicas del otoño como la caída de las hojas, la migración de las cigüeñas y el arado de los campos.Todo esto invita al estudio y, más concretamente, al cultivo de la poesía lírica: subida al sacro monte Parnaso, residencia de las musas de la poesía, y la fuente pura, Castalia, otro mito que representa la poesía.En la quinta y sexta estrofas le dice que no se preocupe si otros se equivocan al preferir las modas, la fama y el oro, porque eso no es duradero, y le anima a escribir siguiendo a los clásicos, como él hace inspirándose en Horacio.En la última estrofa, le dice que él no podrá hacer lo mismo, puesto que, utilizando una serie de metáforas, le explica que lo han derribado y quebrado sus alas y su plectro, es decir, la libertad de escribir. Se refiere por tanto a su encarcelamiento por la Inquisición.
La noche oscura. San Juan de la Cruz
En estas liras, San Juan de la Cruz explica de forma alegórica, como si se tratara del encuentro entre dos amantes, las tres etapas o vías de la experiencia mística: vía purgativa (limpiar el cuerpo de sentimientos materiales), vía iluminativa (elevación del entendimiento hacia Dios) y vía unitiva (fusión del alma con Dios). La noche oscura, propicia para el encuentro amoroso, simboliza la negación de los sentidos, así el alma puede escapar del cuerpo (la mujer escapando de la casa para ir al encuentro del amado). La luz simboliza el alma y la divinidad, la luz guía por tanto a los enamorados. En la quinta lira, llena de exclamaciones y anáforas, se produce el encuentro, el éxtasis místico, la unión. El quiasmo y la aliteración con que se cierra la estrofa, refuerza el sentido de unión y confusión entre el alma y Dios, entre los dos amantes.En las tres últimas estrofas, con referencias al Cantar de los Cantares de la Biblia, y por tanto a la versión que hizo del mismo el propio San Juan en su Cántico espiritual, se recrea la escena amorosa entre el alma y el Esposo, que descansan como dos enamorados después del encuentro amoroso. El éxtasis, el olvido de sí mismo, dejándose en la voluntad de Dios, el Amado, se expresa con una enumeración de verbos y una imagen erótica que significan el estado de beatitud en que ha quedado el alma, que ya pertenece a Dios (símbolo de las azucenas, la pureza y la “virginidad” olvidada)
Llama de amor viva. San Juan de la Cruz
La estrofa utilizada es una modificación de la lira tradicional compuesta por seis versos de rima consonante siguiendo el paradigma 7a 7b 11c 7a 7b 11c.Se trata de otro poema místico de San Juan en que expresa con gran exaltación la felicidad de la unión mística del alma y Dios. El fuego y la luz de la llama simbolizan el amor y el conocimiento divino. Las paradojas (cauterio suave, regalada llaga, tiernamente hieres, matando muerte en vida has trocado) realzan el sufrimiento que es a la vez placer, porque la muerte del cuerpo y los sentidos dan la vida superior, la experiencia mística que él quisiera ya permanente, por eso pide la muerte, para no tener que retornar ya más al mundo material (rompe la tela de este dulce encuentro), como si la muerte fuera el propio acto amoroso del alma con Dios.Es de notar también la alusión platónica en la antítesis de oscuridad y luz de la tercera estrofa, las cavernas del sentido se contraponen a las lámparas de fuego del amado.Como es habitual en San Juan el lenguaje erótico sirve para representar la experiencia mística, por eso en la última estrofa hay una imagen de encuentro amoroso entre el alma y Dios representados como la mujer y su amante, que despierta en su seno
.San Juan de la Cruz.Tras de un amoroso lance..
La estrofa utilizada es la redondilla, se repite la estructura 8a 8b 8b 8a, en rima consonante. A partir de la segunda estrofa se usan redondillas dobles. El poema tiene forma de villancico, canción tradicional de origen medieval que se compone de una cabeza (la primera estrofa) y un pie que consta de estrofas nuevas en las que repite el estribillo al final de cada una; el estribillo se engarza a la mudanza (estrofas nuevas) con un verso de enlace. El estribillo se cantaba a coro, mientras que el resto del poema lo cantaba una voz solista.Aquí San Juan utiliza el lenguaje de la cetrería (la caza con aves rapaces como halcones) para representar la experiencia mística. Él mismo convertido en una especie de halcón, vuela a lo más alto para cazar la presa, pero en seguida vemos que la caza simbólica es un acto de amor divino, lo dice en los epítetos (amoroso lance) y más tarde con el adjetivo detras (lance divino). La hipérbole o exageración está plenamente justificada porque su propósito es también exagerado, llegar a lo más alto, a Dios. Por eso vemos que hay momentos en que pierde de vista el suelo (lo material, pérdida de los sentidos o vía purgativa), y cuanto más alto llega más cansado se halla (el desfallecimiento del éxtasis). Es de notar la paronomasia del estribillo (caza, alncance) que pone énfasis en la unión, puesto que alcanzar la caza es conseguir llegar al amor divino.