Romanticismo: El Movimiento Artístico y Cultural del Siglo XIX
Introducción
El Romanticismo fue una revolución artística, política, social e ideológica que se extendió por toda Europa durante el siglo XIX. Sus ideales principales fueron la libertad, la democracia, el idealismo, el nacionalismo y la subjetividad artística. Este cambio no fue repentino, sino el resultado de un proceso iniciado a finales del siglo XVIII. El movimiento literario alemán Sturm und Drang puede considerarse un precursor del Romanticismo europeo, con J.W. Goethe como figura clave y modelo para toda Europa, a través de obras como Las cuitas del joven Werther y Fausto.
Características y Temas del Romanticismo
En líneas generales, el Romanticismo se caracteriza por los siguientes temas:
- Originalidad: La obra aspira a ser única, fruto de la inspiración del artista.
- Realidad y Contradicciones: Se busca captar la realidad en toda su complejidad, superando los modelos preexistentes.
- Nacionalismo: Exacerbado por las guerras napoleónicas, se refleja en el deseo de representar la realidad local a través del costumbrismo.
- Interés por el Pasado: Se idealiza el pasado histórico, así como el exotismo y el orientalismo.
- Sentimiento Trágico de la Existencia: Se explora el placer del dolor, lo macabro y lo nauseabundo.
- Idealismo y Religiosidad: Un idealismo a menudo frustrado que busca refugio en la piedad tradicional o en el satanismo.
- Lucha contra Poderes Superiores: Se presenta la atracción de sucumbir ante fuerzas superiores.
- Sentimientos: Se enfatizan el amor, el sentimiento religioso, el pesimismo y la relación entre el anhelo y el rechazo a la muerte.
- La Mujer: Se idealiza a la mujer como un ángel liberador, fuente de amor e inocencia.
- Personajes Arquetípicos: Se presentan héroes, antihéroes, personajes marginales y otros arquetipos.
El Género Poético en el Romanticismo
La poesía fue un género muy cultivado durante el Romanticismo. Se desarrolló tanto la poesía lírica intimista, centrada en la exaltación del «yo», como la poesía narrativa, inspirada en temas históricos, exóticos y leyendas populares. Formalmente, se busca la espontaneidad y la autenticidad, lo que a veces resulta en imperfecciones. Métricamente, se prefiere el polimorfismo y se recuperan estrofas antiguas como el romance, o se crean nuevas. En España, destacan Espronceda, Bécquer y Rosalía de Castro.
José de Espronceda
Espronceda, inicialmente neoclásico, evolucionó hacia el Romanticismo tras su exilio en Londres. Entre sus obras destacan El estudiante de Salamanca y El Diablo Mundo, esta última considerada una de las creaciones más originales del Romanticismo español. También es notable La Canción del Pirata, que exalta comportamientos antisociales como símbolo de libertad.
Gustavo Adolfo Bécquer
Bécquer, figura clave del Postromanticismo, se caracterizó por su melancolía, idealismo y fervor religioso. Sus Rimas, recopiladas tras la pérdida de su manuscrito original, Libro de los Gorriones, se dividen en cuatro partes: la poesía, el amor ilusionado, el fracaso amoroso y la soledad y la muerte. También escribió prosa, como Historia de los templos de España y Leyendas.
Rosalía de Castro
Rosalía de Castro, poetisa gallega, también representa el Postromanticismo con su lenguaje lírico intenso y la expresión de sus vivencias. Escribió tanto en gallego como en castellano. Destacan sus obras en gallego Cantares Gallegos y Follas Novas, y en castellano En las orillas del Sar.