Capítulos 12-14
Marcela, una muchacha huérfana que hasta los 15 años aproximadamente ha vivido con su tío y luego se ha marchado al campo para cuidar de unas ovejas, es tan bella que enamora a todo el que la ve. Uno de éstos es Grisóstomo, un acomodado pastor, que ha andado buscándola y no ha visto correspondido su amor. Por este motivo muere de pena y desesperación y don
Quijote, junto con los demás cabreros y Sancho, se dirige al entierro. Allí se lee una canción compuesta por el difunto, en la que manifiesta su desesperación por el amor no correspondido. Marcela hace acto de presencia y todos los presentes la culpan de la muerte de Grisóstomo aunque ella se defiende manteniendo que lo que es amado por hermoso no tiene que amar a quien le ama. Acto seguido se aleja por el campo.
Capítulos 16:
En la venta don Quijote y Sancho son curados tras su pelea por la mujer del ventero, su hija y Maritornes, que no tardan mucho e comprobar la locura del caballero. Éste que cree haber llegado a un castillo, es acomodado en una cama muy rudimentaria y sueña que la hija del ventero, la dama del castillo, se ha enamorado de él. Por este motivo la confunde con Maritornes, que se había apalabrado para esa noche con una arriero hospedado en la venta, y se acuesta con ella. Acto seguido se desata una pelea nocturna entre Sancho, el arriero, don Quijote, el ventero, Maritornes y un cuadrillero.Capítulos 17:
Siguen los sucesos de la venta y, a fin de sanar tantas palizas y porrazos se le ocurre a don Quijote confeccionar el bálsamo de Fierabrás, que con sus poderes extraordinarios les curará heridas y chichones. Sancho coincide con su amo en que un moro les ha castigado encantando la venta. A continuación don Quijote se dispone a abandonar la venta, aunque se niega a pagar su estancia. Sancho tampoco quiere pagar y es manteado. El ventero se queda con sus alforjas.Capítulos 39:
El cautivo cuenta que viene de una familia leonesa. Debido a su amor por sus hijos y sus deseos por su bienestar, el padre del cautivo dividió su hacienda en cuatro partes y las repartió a los tres hijos, guardando una parte para si mismo. El padre les dice que tienen que servir a la «Iglesia, la mar, o la casa real» con lo que les da. El cautivo, siendo el hijo mayor, se dedica al rey (Felipe II) y se fue a Italia y desde allí salió para luchar contra los turcos. Aunque ganaron los cristianos, los turcos tomaron al cautivo como prisionero. Después de 22 años, todavía no había recibido ninguna noticia de su familia En posesión de los turcos, el cautivo conoce a uno de los soldados de la Goleta llamado Pedro de Aguilar, quien compuso sonetos. En la venta, un caballero que acompañaba a Don Fernando resulta ser el hermano de Pedro y le cuenta al cautivo está bien en casa, casado, rico, y con una familia. Pronto recitará los sonetos de él.Capítulos 40:
Para continuar la historia del cautivo, comparten dos sonetos. Después de la vuelta aConstantinopla, muere Uchalí Fartax, el capitán del cautivo. Desde Constantinopla, el cautivo se va a Argel. Con su nuevo amo Azán Aga que tenía a muchos cautivos, pero se indica que el único cautivo al cual nunca castigó fue uno llamado Saavedra. Estando en el baño, un día, aparece una caña por la ventana que solamente podía coger el cautivo cristiano. Encima estaba atada una tela con monedas adentro. Después aparece una mano blanca seguida por una cruz, que le indica al cautivo que fue un acto de bondad de algún cristiano. Aparece varias veces esta caña, una vez con una carta escrita en árabe, que no comprende el cautivo. Él pide a un renegado, que se la traduzca. Explica la carta que esta persona es una mujer que conoció el cristianismo cuando era niña, de una esclava cristiana. Por esto, le tiene confianza en la Virgen María (Lela Marién en arábigo) para llevarla a tierra cristiana. La mujer, que se llama Zoraida, ofrece casarse con la persona que la lleve a este destino. Le contesta el cautivo por escrito con ayuda del renegado, diciéndolo que no pierda esperanza. Hay varias otras veces cuando aparece la caña con monedas y cartas, y al final llega a comunicar Zoraida que el dinero es para pagarse el rescate y también comprar un barco para que se puedan ir juntos a tierra cristiana.Capítulos 41:
El renegado les había comprado un barco para su escape, y el cautivo tiene un plan para huir a tierra cristiana, con un punto de encuentro. Con el pretexto de buscar yerbas para su maestro, Arnáute Mamí, se va a la casa de Zoraida, donde se encuentra con su papá, Agi Morato. Cuando por un instante desaparece Agi, el cautivo habla con Zoraida, y ella lo abraza pero de repente vuelve su papá. Para disfrazar lo que pasa, ella finge desmayarse. Implican que ella se desmayó por el ataque de los turcos, y el papá le dice al cautivo que puede pasar por su casa cuando quiera. Cuando van a buscar a Zoraida, ella va con cuidado, pero su papá se despierta al escuchar el ruido del baúl que lleva ella. Para que él no envíe a otra gente para salvarles y atacar al barco del cautivo, lo toman a bordo también. Zoraida le explica que se juntó a este grupo por voluntad, al contrario de lo que opina su papá. Igual, ella nunca le quiso hacer mal a él. Él se pone furioso pensando que ella solamente quería ser cristiana para poder tener más libertad y ser menos honrosa. Hay más conflicto a bordo con él, y al final lo dejan en una isla para que él no vaya contando lo que le acaba de pasar. En la misma noche, los franceses atacan su barco, y secuestran a bordo a todos que acompañan al cautivo. Dejan en el mar los bienes de Zoraida, pero no les quitan la ropa a los hombres. Después, los franceses sueltan a los hombres en unos barquitos, y ellos reman hacía tierra cristiana. Cuando llegan, están cerca de la ciudad de Vélez Málaga. La gente allá les tiene miedo, pensando que son moros, pero explican que son cristianos, y todo queda bien. El renegado se va a Granada para restaurarse en la Iglesia, y el cautivo se queda con Zoraida, intentando buscar a su familia para ver como está después de tanto tiempo.Capítulos 19:
Sancho le comenta a Don Quijote que todas estas desventuras que están padeciendo son debidas a que Don Quijote había roto su juramento de no comer pan (aquí Cervantes se descuida ya que en ningún momento anterior había nombrado este juramento). Don Quijote le dice que tiene razón pero que él también tiene parte de culpa ya que no se lo había recordado. De esta forma se hizo de noche y vieron a través del camino unas luces que se acercaban. Cuando ya se encontraban muy próximas Don Quijote les pregunto que de donde venían, entonces la mula de uno de ellos se asusto y tiro al suelo al hombre que la montaba y todos los demás huyeron. Don Quijote enojado apuntó con su lanza al hombre que se encontraba en el suelo y le volvió a preguntar que de donde venían. El hombre le dijo que era un religioso y lo que llevaban era un muerto. Así Don Quijote llamó a Sancho, el cual aprovechando la oscuridad había estado robando algunos alimentos, para que ayudase a levantar al pobre religioso. Sancho a su vez presentó a Don Quijote como «El Caballero de la triste figura» y Sancho ante la curiosidad del monje del porque de ese nombre dijo que era porque no tenía muelas y porque la cara la tenia muy delgada de no haber comido en todo el día. Así se despidieron del monje y se fueron a un prado a comer los alimentos que habían robado.