El espacio del libro transcurre en Madrid del s. XVII. Sabemos esto porque hace muchas referencias a lugares y calles que se ubican en esa ciudad, algunos son los siguientes: El Escorial, El estreno de Tirso que fue en Madrid. Dice textualmente: Miré por la ventana. Sobre los tejados de la calle del Niño, las nubes grises, amenazadoras, que se agolpaban sobre el cielo de Madrid lo hacían todo más siniestro.

PERSONAJES:

Capitán Diego Alatriste, Iñigo de Balboa, Francisco de Quevedo, María de Castro, Gonzalo de Moscatel, Luis de Alquezar, Angélica de Alquezar, Felipe IV, Gaspar de Guzmán, Gualterio Malatesta, Lope de Vega, Lopito, Fray Emilio Bocanegra. El libro empieza cuando el Capitán Alatriste acude a una representación teatral de un estreno de Tirso de Molina. El capitán se retrasa porque tuvo un percance antes con un espadachín como él, que él intenta solucionar rápidamente para acudir. Una vez llega en el teatro están esperándole Quevedo e Iñigo. Al acabar la representación la actriz principal, María de castro cita al Capitán en su camerino, ya que ellos dos tenían ya una relación de antes que a veces era más que profunda. María de Castro es la mujer de Rafael de Cózar, pero que después se revelara que la relación que mantienen no es de tal calidad. La siguiente acción, nos habla Quevedo que le han pedido que tiene que estrenar una obra en el Escorial para la audiencia de la Reina. Además debía ser Cózar quien la estrenara. Después de dejar la taberna en la que estaban manteniendo la conversación, fueron a la casa de Lope, donde al entrar el Capitán se llevo la sorpresa al ver la persona con la que se había batido el día anterior antes de ir al estreno. Alatriste se entero que aquel contrincante era el hijo de Lope de Vega. Alatriste se disculpo y intento irse ante que Lope pudiese abrir la boca, pero Lopito lo impidió con el permiso de su padre y esto permitíó que se reconciliaran Lope y Diego. Salíó de la casa de Lope y cuando se dirigía a su encuentro con María de Castro, por la noche, se dio cuenta que había unos bultos en la oscuridad que le estaban siguiendo. El cómo gran espadachín que e pudo vencer a los dos que intentaban cumplir les ordene que alguien le había mandado. Después del incidente llega al lugar concertado, donde María le dice en la cama que le satisficiese. Muchos eran los que intentaban disuadir al Capitán para que no se siguiesen viendo. En el alcázar de los Austria, había quedado Iñigo de Balboa con su amada Angélica de Balboa. Angélica iba vestida como un hombre, ella no le dijo en ningún momento donde iban a ir. Escondíéndose de todos, para que ella no fuese vista por nadie, él la ayudaba a espiar a una persona a quien él desconocía. Más tarde, desde una posición bastante escondida, entre toqueteos y conversaciones, pudieron ver como el Capitán se batía en duelo contra dos espadachines que intentaron hacer que no pudiese continuar su camino. Iñigo al ver esa desventaja saliendo corriendo a defender a su ídolo. Con un grito de Capitán se evito una estocada mortal de Diego a Iñigo. Luego, Iñigo tuvo que inventarse excusas para explicarle al Capitán porque estaba él allí sin delatar a Angélica. Al día siguiente estaban en la taberna y acudíó Saldaña, un antiguo amigo aconsejándole que no se acercase más a ver a María de Castro, ya que el Rey había fijado su vista en ella y debía ser protegida para que solo el Rey pudiese poseerla. Dos días después n la taberna, estuvieron hablando los protagonistas con Lopito y el capitán Contreras. Lopito manifestó su amor imposible por Laura de Moscatel, y explico las intenciones de su padre porque ella se casase con otra persona. Entre todos planearon es secuestro de la chica para que si ella quisiera casarse con él pudiera hacerlo. El plan salíó conforme lo habían ideado y la pudieron conseguir después de enfrentarse con los guardaespaldas que había contratado Moscatel. Lopito y aura se casaron, con la mala suerte que a los tres meses de matrimonio Laura muere de enfermedad. Muchas espadas querían atravesar ya el cuerpo de Diego de forma que le tendieron una trampa, enviándole una nota por María de Castro, en la que decía que quería despedirse de él y que acudiera a una dirección que ella misma anota en el papel. Por otra banda, Angélica de Alquezar le había pedido lo mismo a Iñigo, de forma que en el momento en que estaba atrapado Diego, Iñigo miraba escondido como en la otra ocasión, como Alatriste no tenía más remedio que batirse. Iñigo salíó corriendo para poder defenderlo, pero cayó de un empujón y se quedo inconsciente. Salíó el rey de entre aquellos hombres que querían hacerle la emboscada y Alatriste no se lo pensó dos veces, ya que desvaino la espada y lucho contra todo los que querían cogerlo, alguien de todos los que estaban allí, mato al rey, pero culparon a Alatriste. Después de supuestamente matarlo, Alatriste fue detenido y conducido a Caballerías para ser allí castigado. De camino, Alatriste no tuvo más remedio que matar a uno de los que estaban custodiándole y escaparse, tarándose al río y nadando a favor de la corriente para que lo cogiesen. Consiguió escapar de los guardias y no lo mataron. Cuando entro en los barrios de nuevo vio a una amigo suyo, Bartolo Cagafuego. Mientras pasaba todo el alboroto producido por la fuga del Capitán, encontró alojo en la posada del Aguilucho. Allí acudiría Iñigo más tarde para dándole explicaciones de lo que pasa en fuera de la posada. El día siguiente se fue a casa de Gualterio Malatesta para solucionar unos problemas, cuando al entrar a su casa se encontró a una mujer, que debía ser su mujer. Malatesta no estaba en casa, por lo que amordazo a su mujer, y mientras esperaba a que llegara Malatesta a su domicilio, le dio tiempo para curiosear todas las pertenencias de él. Cuando llegó Malatesta tuvieron una pelea en la que por suerte para Malatesta éste logro escaparse del alcance del Capitán. Al fin le consiguieron a Alatriste una audiencia con el conde-duque para que Diego pudiese hablar con él y así demostrar su inocencia. De camino al Escorial, el primer contrincante con el que tuvo que luchar fue con Martín Saldaña, al que dejó herido, más bien muerto en el callejón, en el que descubríó que le seguía. Los enemigos más directos eran los que él más temía que impidieran el camino hacia el Escorial. Tuvo que hacer una parada en medio del camino para cambiarle las herraduras al caballo. Mientras se las cambiaba, vio como un hombre se queda observándolo durante mucho tiempo. Emprendíó su viaje hacia el Escorial cuando se dio cuenta que le seguía dos personas al galope. Él intento que no lo alcanzaran huyendo, aunque no lo consiguió. Cuando se dio cuenta salieron dos hombres más de entre la arboleda, por lo que fue más fácil que le hiciesen la emboscada. Cuando estaba rodeado le pegaron un tiro a la cabeza de su caballo, por lo que éste se desplomó al suelo inmediatamente, cayendo encima Diego. Sin tener posibilidades de escapar, le ataron las manos y los pies y le contaron el plan. El rey saldría de caza ese día por los alrededores del Escorial, y ese día no llevaría mucha vigilancia, por lo que sería, más fácil acceder hasta él para matarle. Por otro lado en el Escorial estaban Quevedo con Iñigo, hablando con el conde-duque para que supiese que Diego era inocente, ya que él no se presentaba. Esa noche la pasó Iñigo con Angélica, es los aposentos de la doncella. Ella quería que Iñigo no se enterase de la conspiración que estaban haciendo su padre y los aliados contra el rey para que no pudiese ayudar al Capitán. Para conseguirlo, le dijo varias veces que le amaba, se acoto con él, y hasta le apuñalo por la espalda. Iñigo se dio cuenta y le pego un derechazo, de forma que la dejó inconsciente y él se fue a ayudar a diego.
Fueron con el cochero de Cózar hasta donde querían asesinar al rey en la caza. Allí pudo ver que Diego ya se había liberado y que el rey se había intentado defender pegándole un tiro a un traidor. Entre Alatriste, Iñigo y Cózar salvaron al rey. Cuando todo esto pasa, el rey reconoce la hazaña de Alatriste y le pone un sombrero en presencia del rey, simbolizando que ya era uno de los grandes de España.