Renovación de la Narrativa Hispanoamericana

En los primeros lustros del siglo XX, la narrativa hispanoamericana seguía los cauces del realismo. La renovación narrativa comienza en los años 40 y llega con tal fuerza creadora que se situó en la primera línea de la narrativa mundial en los años 60.

Características de la Narrativa a partir de 1940

A partir de 1940, se observan en la narrativa hispanoamericana características diferentes. Estas características se deben a una nueva concepción del mundo y de la vida, consecuencia de los cambios sociales, políticos y económicos que se estaban produciendo en los diversos países de Hispanoamérica. A estas novedades se añaden las influencias de la narrativa europea y norteamericana del momento (Kafka, Proust…)

Es una corriente novelística que funde de forma extraordinaria elementos tan dispares como lo fantástico, lo mítico y legendario con lo real. Esta novela, en la que se combinan realidad y fantasía, ha recibido las denominaciones de realismo mágico y lo real maravilloso. Sus principales representantes son:

• Miguel Ángel Asturias, autor de “El Señor Presidente”, “Hombre de maíz”.
• Alejo Carpentier, “Los pasos perdidos”, “El siglo de las luces”.

Los cambios principales fueron:

• Simultaneidad de la temática urbana con la rural.
• Preocupación por lo social, político y económico.
• Seguimiento de las innovaciones técnicas de los grandes novelistas europeos o norteamericanos.

La Novela de los Sesenta: Los Años del Boom

La definitiva renovación de la novelística hispanoamericana se produce a partir de los años 60, con un fenómeno que la crítica ha denominado como el boom de la novela hispanoamericana.

En un corto espacio de tiempo aparecen una sucesión de novelas (y novelistas) deslumbrantes:

• Jorge Luis Borges, autor de “Historia universal de la infamia”, “El jardín de los senderos que se bifurcan”, “Ficciones”, “El Aleph”, “El Hacedor…”, creador de un universo basado en la inteligencia, la memoria y el refinamiento intelectual.
• Ernesto Sábato, concibe la novela como camino para conocer y explicar el comportamiento humano y el del universo, a fin de transformarlos y mejorarlos, y alerta sobre la deshumanización de la sociedad. Algunas de sus novelas son: “El túnel”, “Sobre héroes y tumbas”…
• Julio Cortázar: destaca su habilidad para crear cuentos. Su consagración literaria le llega con Rayuela, novela vanguardista, que narra el amor entre Horacio Oliveira y la Maga. Produjo un gran impacto por los aspectos novedosos que incorpora (ejemplo: propone dos lecturas diferentes de la obra, se entrecruzan numerosos temas que se interrelacionan, el lenguaje se convierte en juego y recreación…). Otras obras: Bestiario, Las armas secretas, La vuelta al día en ochenta mundos…
• Juan Carlos Onetti, El pozo, Tierra de nadie, El astillero.
• Juan Rulfo, El llano en llamas, Pedro Páramo, relatos en los que muestra la miseria, la violencia y el desamparo del mundo campesino.
• Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz, novela que reconstruye la vida de un hombre poderoso que está agonizando, utiliza varias personas narrativas, mezcla realidad e imaginación…
• Mario Vargas Llosa, La ciudad y los perros, se desarrolla en el ambiente cerrado y opresivo de un colegio militar de la ciudad de Lima; este lugar cerrado contrasta con el mundo de fuera, el de la ciudad abierta.
• Gabriel García Márquez: En 1982, tras una larga trayectoria narrativa, obtuvo el Premio Nobel de Literatura. Su carrera literaria arranca del periodismo, que nunca ha abandonado. De 1955 a 1962, publica novelas cortas y cuentos: La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba… Son espléndidos relatos que giran en torno al imaginario pueblo de Macondo. La vida de ese pueblo, real y mítico, adquirió tales proporciones que acabó por tomar cuerpo en una prodigiosa novela: Cien años de soledad, su obra maestra. Su aparición constituyó uno de los grandes acontecimientos de la literatura en lengua castellana; cuenta la historia de una familia, los Buendía, y del mundo que la rodea. La obra es una gran síntesis de todos los elementos que se han dado en la narrativa hispanoamericana: la naturaleza, los problemas sociales y políticos, las realidades humanas; pero todo ello aparece traspasado por fuerzas sobrenaturales, humor y tragedia. Se ha querido ver en Macondo una imagen de la realidad de América Latina: este lugar es descrito desde sus orígenes en un pasado arcaico, para luego narrar las diferentes etapas que atraviesa (feudal, colonización española, revolución, invasión de las multinacionales norteamericanas que conducen a la irremediable destrucción del pueblo). Otras obras: El otoño del patriarca, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera, El general en su laberinto…

Nuevos Modelos Narrativos

Los nuevos modelos narrativos seguidos por españoles e hispanoamericanos se caracterizan por:

1. La integración de lo fantástico y lo real se consolidan. El “realismo mágico” y “lo real maravilloso” son uno de los rasgos principales de los nuevos novelistas.
2. Renovación de las técnicas narrativas y mayor experimentación formal de la estructura del relato: ruptura de la línea argumental, cambios del punto de vista, combinación de las personas narrativas, estilo indirecto libre, monólogo interior.
3. El tiempo puede ser lineal o puede romperse esa linealidad y, en ocasiones, se utiliza la técnica del flash-back cinematográfico, o son atemporales.
4. La combinación de diferentes personas narrativas en una misma novela. Además de la tercera persona narrativa, aparece la primera y la segunda. En La muerte de Artemio Cruz, el narrador dialoga consigo mismo.
5. Introducción de la técnica del perspectivismo. Frente al autor omnisciente y presente en la obra, se ha propugnado la desaparición del autor (se debe escoger el ángulo desde el que van a contarse los hechos).
6. Disminución del diálogo en favor de procedimientos que recogen el pensamiento.
7. Introducción del lenguaje poético en la novela.

Se exploran todas las posibilidades de las frases, desde las muy cortas hasta las más largas y complejas.

Se rompe con la puntuación tradicional y ortográfica: ausencia de puntuación, disposiciones especiales de párrafos…

Se alterna el vocabulario culto y erudito con el popular e, incluso, vulgar.

La ampliación temática incrementa la preferencia por la novela urbana.

En definitiva, esta profunda renovación de la narrativa ha supuesto una profunda transformación y enriquecimiento de la novela. Ello exige nuevas formas de lectura; el lector se encontrará con sorpresas y dificultades, por lo que es necesaria la colaboración activa para la interpretación de lo que está leyendo.