Renacimiento y Barroco en España: Literatura, Sociedad y Arte

Renacimiento y Barroco: Un Recorrido por el Siglo de Oro Español

El Siglo de Oro español, un período de florecimiento artístico y literario, se divide en dos etapas principales: Renacimiento y Barroco. Este recorrido se centrará inicialmente en el Renacimiento.

El Renacimiento: Un Nuevo Paradigma Cultural

El Renacimiento, movimiento cultural que surgió en Europa Occidental durante los siglos XV y XVI, tuvo su origen en las ciudades-estado italianas. Estas ciudades buscaban reconstruir repúblicas inspiradas en el modelo clásico, con una activa participación ciudadana en el gobierno. Esto requería una sólida formación retórica, pedagógica y un amplio conocimiento, que se hallaba principalmente en la Antigüedad Clásica.

El ideal del perfecto renacentista, descrito en El Cortesano de Baltasar de Castiglione, se caracterizaba por:

  • Proporción física, agilidad y fuerza.
  • Destreza en las armas y la caballería, así como habilidad en la danza, el canto y la música.
  • Capacidad para la creación y crítica literaria.
  • Ingenio en la conversación.
  • Habilidad en el amor.
  • Naturalidad como regla de oro.
  • Admiración por Cicerón, Virgilio y Horacio.

La base cultural del Renacimiento se encuentra en el humanismo, y su estética, en el neoplatonismo.

El Humanismo: Un Giro Antropocéntrico

El humanismo, movimiento intelectual nacido en la Italia del siglo XV (especialmente en Florencia, Roma y Venecia), con precursores como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio, dominó gran parte de Europa hasta finales del siglo XVI. Sus rasgos principales fueron:

  • Antropocentrismo: En contraste con la mentalidad teocéntrica medieval, el ser humano se convirtió en el centro del universo y la medida de todas las cosas. Los intereses humanos adquirieron una importancia moral prioritaria. Esta doctrina, conocida como antropocentrismo, condujo a una secularización de la cultura y la vida cotidiana.
  • Admiración por el mundo clásico: Los humanistas se inspiraron en los textos griegos y latinos, así como en los valores filosóficos y estéticos de la Antigüedad. Aunque Europa siguió siendo cristiana, la cultura y el arte de la época fusionaron ambas tradiciones.
  • Curiosidad y espíritu crítico: La búsqueda de la verdad a través de la investigación y la reflexión impulsó una profunda renovación científica (Copérnico y Galileo Galilei defendieron el heliocentrismo; Torricelli inventó el barómetro; Harvey descubrió la circulación de la sangre; Leonardo da Vinci diseñó proyectos de máquinas voladoras, entre otros).

El Neoplatonismo: La Búsqueda de la Belleza Oculta

El neoplatonismo, una actualización de la filosofía de Platón, postulaba que la misión del hombre era descubrir la belleza oculta en la naturaleza, manifestada en el paisaje, el cuerpo humano y las obras de arte. La contemplación de la belleza generaba un goce estético que elevaba el espíritu y lo acercaba a Dios. El amor, entendido como un sentimiento sublime nacido de la inclinación de las almas hacia la belleza, se reflejó en las formas artísticas de la época.

En España, el Renacimiento llegó más tarde que en Italia, pero arraigó con fuerza desde la figura de Nebrija. Su desarrollo coincidió con los reinados de Carlos I y Felipe II.

El Barroco: Exuberancia y Contraste

El Barroco abarcó cronológicamente el siglo XVII y principios del XVIII. Se manifestó principalmente en Europa occidental, pero, debido al colonialismo, también se extendió a numerosas colonias europeas, especialmente en Latinoamérica.

La Lengua Castellana en el Siglo de Oro

El castellano consolidó gran parte de sus rasgos actuales, tanto en la pronunciación como en el vocabulario. Aunque la ortografía era aún caótica, la imprenta contribuyó a fijar la de las palabras más comunes. Durante los siglos XVI y XVII, se produjo el reajuste de las consonantes sibilantes, un proceso de evolución fonética que dio origen al sistema consonántico del español moderno.

La Reforma y la Contrarreforma

A finales de la Edad Media, la Iglesia atravesó una crisis debido a la degradación de los ideales religiosos. Surgió la necesidad de una reforma de las órdenes religiosas y un retorno a la pureza de las creencias. En Europa, se observaron movimientos de renovación. Algunos se mantuvieron dentro de la ortodoxia, pero otros desembocaron en la Reforma Protestante, liderada por Lutero.

En este contexto reformista, destacaron las doctrinas de Erasmo de Rotterdam, que llegaron pronto a España. El emperador Carlos V protegió estas ideas al principio de su reinado, y contaron con el apoyo del cardenal Cisneros. Sin embargo, a partir de 1530, se produjo una fuerte reacción, y el Santo Oficio persiguió las publicaciones erasmistas e inició procesos contra sus seguidores.

Para contrarrestar la Reforma Protestante, surgió la Contrarreforma, un movimiento religioso, cultural y político. En este contexto, se fundó la Compañía de Jesús.

El Teatro en el Siglo de Oro

Teatro Religioso Medieval y Renacentista

El teatro medieval nació vinculado al ceremonial religioso cristiano, posiblemente para facilitar la transmisión de la doctrina. Las primeras manifestaciones eran breves textos con música que se añadían a la liturgia y que, con el tiempo, se hicieron dialogados. Las obras se representaban inicialmente dentro de los templos, pero, al ganar complejidad, pasaron a representarse en escenarios al aire libre.

Este teatro religioso estaba ligado a los ciclos de Navidad y Pascua. Al ciclo de Navidad pertenece la primera pieza teatral castellana conocida, el Auto de los Reyes Magos (finales del siglo XII). En el siglo XV, Gómez Manrique escribió obras dramáticas de contenido religioso. Entre ambos períodos, hay pocas referencias dramáticas en lengua castellana, pero el panorama es más rico en la zona de influencia del catalán.

Teatro Profano y La Celestina

No se conserva ningún texto teatral profano anterior al siglo XV. En este siglo, aparece Juan del Encina, el primer gran autor del teatro castellano. Sus obras están protagonizadas por pastores que utilizan una lengua rústica. En 1499, se publica en Burgos la primera edición conservada de La Celestina.

La Celestina marca el final de la literatura medieval y el inicio del Renacimiento. Reúne el idealismo amoroso del mundo cortesano medieval y el ambiente burgués de las ciudades de la época; los personajes de alta cuna y el mundo de los criados; el estilo latinizante y las expresiones coloquiales.

Fernando de Rojas afirma en la dedicatoria que encontró el primer acto escrito por un autor desconocido y que decidió continuar la obra. La primera edición (Burgos, 1499) se tituló Comedia de Calisto y Melibea y constaba de dieciséis actos. Posteriormente, se publicó una edición ampliada, titulada Tragicomedia de Calisto y Melibea, con cinco actos nuevos. La fuerza del personaje de la alcahueta hizo que la obra fuera conocida como La Celestina.

En La Celestina aparecen los temas recurrentes del final de la Edad Media: el amor, la fortuna y la muerte. Sin embargo, la perspectiva desde la que se tratan anticipa el individualismo renacentista:

  • Calisto, que pretende ser el amante perfecto, es en realidad un joven irreflexivo y egoísta.
  • Melibea no es la dama hierática de la poesía cancioneril. Toma parte activa y no se arrepiente de sus actos.
  • Las parejas de criados son el contrapunto a la relación de los protagonistas.

Los sucesos son gobernados por la fortuna, que conduce a la muerte a la mayoría de los personajes. Pero no es un azar caprichoso, sino que todas las acciones están encadenadas de forma verosímil. Todos los hechos están ligados por relaciones de causa-efecto, creando un ambiente trágico.

Se ha debatido la intención del autor. Este declara en el prólogo que escribió la obra contra los locos enamorados. La muerte de los personajes reforzaría la intención moralizante. Sin embargo, la actitud de Rojas es ambigua debido al contenido erótico de la obra.

La Celestina está escrita en forma de diálogo. Fernando de Rojas siguió el modelo de la comedia humanística, un género nacido en las universidades italianas que imitaba el teatro latino de Plauto y Terencio. No era un teatro para ser representado, sino para ser leído en voz alta. Desde una perspectiva actual, la obra presenta rasgos que la acercan a la novela, como su longitud o la existencia de escenas no dramáticas. La influencia de los libros sentimentales y la caracterización individualizada de los personajes le dan una profundidad más propia de la novela que del drama.

Los Orígenes de la Prosa Castellana

Las muestras más antiguas de prosa castellana son breves crónicas históricas de finales del siglo XII. En el siglo XIII, apareció la prosa literaria. El castellano comenzó a utilizarse para textos en prosa después de su uso en verso. La lengua se enriqueció a través de la redacción de documentos y como lengua intermedia en las traducciones del árabe al latín. Este proceso fue impulsado por Alfonso X el Sabio, quien convirtió la prosa castellana en lengua de cultura. Más tarde, en el siglo XIV, don Juan Manuel le otorgó madurez literaria.

Alfonso X el Sabio y la Escuela de Traductores de Toledo

Alfonso X el Sabio buscaba recopilar el saber de la época. Promovió la redacción de obras científicas, legales e históricas, tanto originales como traducciones. Favoreció la colaboración de cristianos, judíos y musulmanes en la Escuela de Traductores de Toledo. Su originalidad radica en el uso del castellano y en la primera fijación ortográfica del idioma.

Las razones para convertir la lengua vernácula en lengua oficial fueron:

  • Dotar de una lengua común a las tres comunidades (cristianos, musulmanes y judíos) y facilitar la unidad cultural del reino.
  • Alejar la cultura del contexto clerical, donde se utilizaba el latín, y hacerla accesible a quienes sabían leer pero no dominaban el latín, como los cortesanos.

La producción alfonsí incluye obras históricas, jurídicas, científicas y de entretenimiento. Destacan La Crónica General, La Grande e General Estoria, las Siete Partidas y el Libro del Ajedrez.

La Prosa de Ficción: Didáctica y Entretenimiento

Prosa Didáctica: El Exemplo

El exemplo o apólogo es un relato breve que transmite una enseñanza de forma amena a través de un caso ejemplificador. Las primeras recopilaciones, los ejemplarios, datan del siglo XIII y estaban dirigidas a reyes y nobles para proporcionarles una guía de conducta. Los predicadores los utilizaron para difundir la moral cristiana.

Algunos de estos cuentos proceden de la India y llegaron a través de versiones persas, árabes y latinas. Los relatos se adaptaron a la visión cristiana del mundo. Las primeras colecciones traducidas al castellano son Calila e Dimna y Sendebar o Libro de los engaños de las mujeres.

Las narraciones de exemplos suelen utilizar un marco narrativo para insertar los cuentos (por ejemplo, un sabio aconseja a un rey mediante cuentos). En el siglo XIV, los cuentos tuvieron gran éxito en Europa: Cuentos de Canterbury de Chaucer, el Decamerón de Boccaccio, entre otros.

Don Juan Manuel y El Conde Lucanor

El prosista castellano más relevante del siglo XIV fue don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X el Sabio. Se caracterizó por su conciencia estamental, su preocupación por sus propiedades y su fuerte individualismo. Es el primer autor castellano preocupado por la correcta transmisión de sus libros y por los recursos estilísticos y el lenguaje.

Su estilo se caracteriza por la búsqueda de la perfección y la combinación de concisión y claridad. Su personalidad se refleja en el manejo de las fuentes, ya que renuncia a citar las obras o autores de los que toma sus relatos y utiliza su propia autoridad. En ocasiones, modifica anécdotas de otros autores y las presenta como propias.

Su obra El Conde Lucanor se inscribe en la tradición didáctica que combina enseñanza y entretenimiento. Se divide en tres partes: 51 ejemplos, 100 proverbios y un tratado sobre la salvación del alma. Los personajes principales, el conde Lucanor y su consejero Patronio, aparecen en las tres partes. El tema constante es cómo salvar el alma dentro del estamento al que pertenece cada uno.

La parte central es la más conocida: el conde Lucanor expone a Patronio dudas relacionadas con problemas prácticos. Patronio responde con un ejemplo o cuento que contiene una enseñanza. Todos los relatos hacen referencia a cómo mantener y acrecentar la honra (el prestigio), la fazienda (las posesiones) y el estado (la posición social).

Todos los ejemplos tienen una estructura fija:

  • Diálogo inicial: Lucanor expone el problema a Patronio.
  • Ejemplo: Relato de Patronio como respuesta.
  • Aplicación: Patronio aplica la enseñanza al problema.
  • Intervención de don Juan Manuel: Incluye la moraleja.

Prosa de Entretenimiento: Novela de Caballerías y Sentimental

La prosa medieval de ficción de entretenimiento se inicia en el siglo XIV con dos subgéneros: la novela de caballerías y la novela sentimental.

La novela de caballerías se forjó en los siglos XII y XIII. El primer libro de caballerías en castellano es el Libro del caballero Zifar (principios del siglo XIV), con contenido didáctico-moral y técnicas propias de las colecciones de cuentos. El protagonista es un caballero noble, modelo de virtudes cristianas y fiel enamorado, que se enfrenta a obstáculos. Los relatos se estructuran en torno a un viaje lleno de aventuras. Son frecuentes los elementos sobrenaturales.

La novela sentimental fue muy popular en el siglo XV. Estas obras, escritas normalmente en forma epistolar, narran el proceso amoroso, con final triste, de dos protagonistas nobles que siguen los códigos del amor cortés. La novela sentimental más leída fue Cárcel de amor de Diego de San Pedro (1492). En el siglo XV, junto a una prosa que tenía como modelo el latín y la literatura clásica, se observa la irrupción del lenguaje popular en los textos literarios. En esta línea, el arcipreste de Talavera compone el Corbacho, una crítica contra el amor mundano y las mujeres. Estilo culto y popular conviven también en La Celestina.

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