Renacimiento: Contexto General, Cambios y Nueva Visión del Hombre
Contexto General
El Renacimiento es un amplio movimiento cultural -no solo artístico o literario- que pretendía volver a los ideales artísticos propios del mundo grecolatino. Florece en Italia en los siglos XIV y XV y se extiende al resto de Europa a finales del XV, donde triunfa plenamente en el siglo XVI. En general, se considera que durante el s. XVI predomina el Renacimiento y durante el s. XVII el Barroco o el Clasicismo. El Barroco se da fundamentalmente en los países mediterráneos y se caracteriza, a nivel formal, por la búsqueda del efectismo y la expresión rebuscada, jugando con el ingenio y el recargamiento expresivo y, a nivel temático, por el pesimismo y el desengaño. Mientras tanto, en los países protestantes y en Francia se desarrolla el Clasicismo, que sí mantiene el ideal de equilibrio renacentista, pero se le añade la importancia de la razón y una interpretación mucho más estricta de las normas de Aristóteles en su Poética.
Los Cambios del Mundo y la Nueva Visión del Hombre
El Renacimiento es un periodo decisivo en la historia de la humanidad, marcado por un redescubrimiento de la importancia del individuo en una sociedad que ya no se explica exclusivamente por la fe, y en el que el mundo ya no se concibe como un mero lugar de tránsito al que venimos a padecer, sino un lugar repleto de posibilidades para el placer y el deleite. Los cambios más destacados, en los distintos ámbitos de la sociedad, son:
- Se debilita el sistema feudal, característico de la Edad Media, y se fortalece el poder real. Surgen monarquías fuertemente autoritarias y se crean los grandes Estados modernos.
- Crecen las ciudades y se afianza la clase burguesa. Se potencian las actividades industriales y comerciales.
- Desarrollo de la ciencia. Se estudia el cuerpo humano y se escruta el Universo (Miguel Servet, Copérnico, Galileo).
- Adquieren enorme fuerza los movimientos religiosos reformadores (Erasmo de Rotterdam y Martín Lutero).
- Invención de la imprenta (siglo XV) que propicia la difusión de las nuevas ideas y facilita la alfabetización.
- Se instauran en las Universidades los studia humanitatis (gramática, retórica, poética, filosofía, moral e historia), acabándose así con el sistema educativo medieval, de base eminentemente escolástica.
- Se ensanchan las fronteras geográficas: descubrimiento de América, exploración de las costas atlánticas e índicas de África, la primera vuelta al mundo completa, los descubrimientos y exploraciones de las islas del Pacífico, etc.
El Humanismo
Movimiento que reforzó el cambio de mentalidad al situar al individuo en una posición de dignidad dentro de un mundo que pretendía conocer y disfrutar (teocentrismo > antropocentrismo). Los puntos esenciales del humanismo son:
- El estudio de las lenguas clásicas griega y latina, especialmente de esta última. Junto con ello, el interés y valoración de las lenguas vulgares o romances.
- La valoración entusiasta del mundo y del hombre, la orientación de la cultura hacia el conocimiento de lo humano y lo terreno, que supuso una nueva forma de entender la vida y el mundo, cuyas notas más distintivas serían las siguientes:
- El mundo ya no es un simple lugar de paso para la otra vida, sino un lugar bello y digno de ser gozado.
- El ser humano se siente integrado en la naturaleza, que constituye fuente de belleza y de placer para los sentidos.
- Por eso, el tipo ideal de la época es el cortesano, que, según Baltasar de Castiglione, debe cultivar a la vez las armas y las letras (armonización del clérigo y el caballero medievales) y ejercitar y dominar actividades diversas, desde los juegos físicos a las bellas artes.
La Estética Renacentista
El arte renacentista desarrolla una estética basada en el Neoplatonismo según el cual el mundo es bello porque refleja la belleza de Dios. El hombre solo puede contemplar la belleza divina a través de las cosas hermosas de la naturaleza. Este ideal se manifiesta igualmente en el estilo de lengua, que busca la naturalidad y rechaza tanto la afectación como el exceso ornamental. En el teatro, la Poética de Aristóteles impone la distinción entre el estilo elevado (tragedia) y estilo bajo (comedia), así como las tres unidades de lugar, tiempo y acción.
La idea central es la imitación de lo clásico, considerado como el modelo de perfección. La imitatio es, sin duda, uno de los caracteres y conceptos fundamentales de la literatura en el Renacimiento. Dentro de la amplia variedad de la literatura renacentista, los temas más frecuentes son:
- El amor. Por influencia de Petrarca, no se canta un amor feliz y compartido, sino la melancolía, el dolor o la nostalgia, sentimientos ocasionados por la falta de correspondencia de la amada o su ausencia. Las perfecciones físicas de la amada, idealizada mediante un selecto vocabulario, permiten al poeta participar de lo bello como reflejo de la divinidad.
- La naturaleza. La acción poética o novelesca se sitúa normalmente en paisajes idealizados y eternamente primaverales, con fuentes de agua cristalina, suaves brisas y arboledas y prados verdes (tópico del locus amoenus). Esta naturaleza bucólica, partícipe en ocasiones de los sentimientos del poeta, es el marco adecuado para el lamento amoroso y los refinados diálogos de unos pastores convencionales.
- La mitología. Los mitos clásicos griegos y latinos, despojados de significación religiosa, se convierten en bellas fantasías o son utilizados como símbolos de las fuerzas de la naturaleza.
- Otros temas clásicos, como el carpe diem o incitación al goce de la juventud y de la vida, y el beatus ille o elogio de la vida sencilla y retirada.
- Temas filosóficos y políticos. Se exponen muchas veces en forma de diálogo.