Relato de una Infancia Conflictiva: La Lucha de un Joven contra la Autoridad Familiar

Un Vistazo a una Infancia Turbulenta

Una carta de Marcel, su hermano menor, les permite obtener las últimas noticias de la Belle Angers. Folcoche ha contratado a un nuevo tutor aún más severo que los anteriores. También descubrió el escondite donde los niños guardan sus provisiones. El retorno puede ser terrible…

Los niños regresan a la Belle Angers. Tan pronto como conocen al abad Estufas, su nuevo tutor, le dan el apodo de bVII. Comienza azotando a Frede, debido a las provisiones encontradas en su habitación. Pero Brasse-Bouillon no espera: en la clandestinidad consuela a su hermano mayor. Luego, siembra el desorden en Folcoche haciéndole creer que el tutor ha sido muy amable para generar culpa. A continuación, le susurra a la maestra que su madre lo toma por un mero sirviente. Por último, consigue para su padre una amnistía para Fredi.

La Guerra Civil en Casa

Juan se ha convertido en el chivo expiatorio principal de Folcoche. Se multiplican la humillación y las represalias. Esta es la «guerra civil». En el activo de Folcoche: sopas terriblemente saladas, la ropa rota de su hijo, de la que ella misma es responsable y luego lo acusa de negligencia. Brasse-Bouillon no es una excepción: rompe la colección de sellos de Folcoche, riega sus flores con lejía. Para pagar por la piedad traidora de su madre, los hermanos se divierten en las iglesias: ponen los misales en las almejas, averían los relojes, cubren las paredes con grafitis…

La Escalada del Conflicto: La Guerra de los Alimentos

Entonces es la guerra del «alimento». Folcoche les da de comer pescado podrido y acusa a sus hijos de haber intentado envenenar a los caballos. Este cargo les da ideas a los niños. Vierten 100 gotas de belladona en el café de su madre para envenenarla. Pero como a menudo ha usado este medicamento durante su enfermedad, sufre un «simple» cólico. Los niños no deponen las armas, si la intoxicación ha fallado, entonces será ahogada en el río. Folcoche se recupera milagrosamente.

Folcoche, que entiende que ha escapado de la muerte dos veces, decide tomar venganza. Le pidió al abad Estufas que azote a Brasse-Bouillon, sospechoso de ser el cabecilla. Él se encerró en su habitación y huyó de noche.

Huida a París y Reencuentro Familiar

Se las arregló para ir a París con sus abuelos maternos, los Pluvignec. Está impresionado por el senador que vive en el lujoso distrito de Auteuil, pero su fortuna le molesta por su vanidad. El Sr. le Pluvignec, se divierte con la audacia de su nieto, y se compromete a trabajar para reconciliar al niño con su familia.

El Sr. Rezeau, padre, llega a París para recoger a su hijo y, ante la sorpresa de este último, no expresa ira, sino que lo considera un simple episodio vergonzoso. Juan casi desearía que no fuera Folcoche quien hubiera hecho el viaje. Aunque la odia, ella iba a ejercer autoridad y firmeza.

Brasse-Bouillon regresa con su padre a la Belle Angers. El ambiente es de bastante indiferencia. Entonces, tomó el hábito de refugiarse en la rama más alta de un árbol de la propiedad. El refugio, que visita con frecuencia, le permite analizar la nueva situación. Ahora sabe que su lucha contra Folcoche ha cambiado. Su gordura adolescente, sus iniciativas, su seguridad y su sentido de la provocación impresionan a Folcoche. Su sueño es ser expulsado de la familia.

La Rutina y la Celebración Familiar

El trabajo se reanuda en la Belle Angers: debe quitar las malas hierbas de los paseos del parque, encerar los pisos de la serie… Pero un aniversario cambia la rutina diaria. Se cumplen veinticinco años desde que el venerable René Rezeau fue elegido miembro de la Academia Francesa. Jacques Rezeau, padre de Juan, quiere organizar una ceremonia para celebrar a la gran familia del octogenario ilustre. El día de la fiesta, tienen que escuchar un discurso aburrido de tres horas. Jacques Rezeau aprovecha este día para exaltar los valores de la burguesía y la familia. Juan, por su parte, encuentra la ceremonia anticuada e inadecuada. El odio que sentía por su familia ahora se extiende a toda su familia y a toda la clase burguesa.

Descubriendo el Deseo y la Manipulación

Brasse-Bouillon y Folcoche se dan un respiro. Juan tiene ahora quince años y comienza a sentir el deseo por las mujeres. Lanza su corazón a Madeleine, una joven agricultora. Un domingo de verano, por la tarde, se las arregla para seducirla bajo la atenta mirada de Pedro, quien controla tanto el barrio como el éxito de su hermano.

Durante unas semanas, Juan disfruta de su conquista, pero rápidamente le irritan las muestras de ternura de Madeleine. Para él, las mujeres no pueden ser diferentes de su madre, por lo que desconfiaba.

Folcoche, quien ahora sabe que Brasse-Bouillon conoce el deseo, planea lo mejor. Ella planea ocultar su billetera en el dormitorio de su hijo y luego acusarlo. Juan intuye la trampa. Vio a su madre salir de su habitación y se apresura a devolverle la billetera que había «olvidado». La confrontación entre los dos adversarios no sucedió, porque en última instancia tienen la misma meta: la partida de Juan al Colegio. Lo que termina sucediendo con él y sus hermanos

Juan le impide a Madeleine su salida. Se burla de su tristeza. Ella rompe a llorar.

El Adiós y las Consecuencias

Tres niños se van de casa como los jesuitas en Le Mans. Queda un odio definitivo entre Folcoche y Juan. Esta animadversión ha moldeado para siempre la personalidad del narrador. No tiene más confianza en nada ni en nadie. Salió de la Belle Angers «con una víbora en la mano».

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