Rehumanización y Compromiso en la Poesía de la Generación del 27: Evolución y Figuras Clave

Introducción

La Generación del 27 representa una de las etapas más brillantes de la poesía española del siglo XX. Sus integrantes combinan la vanguardia con la tradición, logrando un equilibrio entre la estética pura y la preocupación por lo humano. En la década de los años treinta, debido a la crisis política y social, los poetas del 27 experimentan un proceso de rehumanización, reflejado en diversas corrientes poéticas: el surrealismo, el neorromanticismo y la poesía social y política. Tras la Guerra Civil, la generación se dispersa, surgiendo nuevas formas de expresión en el exilio y en la poesía desarraigada.

Poesía Surrealista

El surrealismo explora los sentimientos profundos del ser humano. Influenciado por el psicoanálisis de Freud y el marxismo, busca la liberación del individuo a nivel inconsciente y social. Los poetas del 27 adoptan sus técnicas, como la escritura automática y la transcripción de los sueños, para expresar una realidad suprasensible.

Los principales exponentes del surrealismo en la Generación del 27 son:

  • Vicente Aleixandre: Pasión de la tierra, Espadas como labios y La destrucción o el amor.
  • Rafael Alberti: Sobre los ángeles.
  • Luis Cernuda: Un río, un amor y Los placeres prohibidos.
  • Federico García Lorca: Poeta en Nueva York.

Estas obras exploran el deseo, la angustia existencial y la lucha contra la opresión social.

Neorromanticismo

Algunos autores del 27 recuperan la tradición romántica de Bécquer, creando una poesía amorosa más intelectual. Destacan Pedro Salinas y Luis Cernuda.

  • Pedro Salinas: Desarrolla una visión del amor como un sentimiento jubiloso y enriquecedor, reflejado en La voz a ti debida (1933) y Razón de amor (1936). Su estilo emplea juegos de palabras, paradojas y metáforas ingeniosas.
  • Luis Cernuda: Aborda el amor desde una perspectiva existencial y crítica, especialmente en Donde habite el olvido (1933). Expresa el conflicto entre el deseo y la realidad, la soledad y la marginalización.

Otros poetas destacados en esta tendencia son:

  • Federico García Lorca: Sonetos del amor oscuro (1935-1936).
  • Emilio Prados: Cuerpo perseguido (1927-1928).
  • Manuel Altolaguirre: Soledades juntas (1931) y La lenta libertad (1933).

Poesía Social y Política

La crisis política de los años treinta y la Guerra Civil Española llevan a muchos poetas del 27 a adoptar una postura comprometida. La poesía se convierte en un medio de denuncia y resistencia, con obras que exaltan la lucha del pueblo y reflejan el sufrimiento de la guerra.

Ejemplos significativos son:

  • Rafael Alberti: El poeta en la calle y Entre el clavel y la espada.
  • Emilio Prados: Llanto en la sangre.
  • Dámaso Alonso: Hijos de la ira, obra que refleja la angustia existencial y el desarraigo del hombre moderno.

Etapa de Posguerra

Tras la Guerra Civil, la generación se dispersa: algunos poetas marchan al exilio, mientras que otros permanecen en España. En este contexto, surgen dos tendencias principales: la poesía clasicista y la poesía desarraigada.

Poesía Clasicista

Poetas como Gerardo Diego retoman formas clásicas, como el soneto, buscando un ideal de equilibrio y armonía. Sus obras Amazona (1955), Amor solo (1958) y Canciones a Violante (1959) reflejan esta corriente. Esta tendencia influye en la poesía arraigada de posguerra, representada por Leopoldo Panero y Dionisio Ridruejo, que exaltan valores tradicionales como la patria y la familia.

Poesía Desarraigada

En contraposición, los poetas exiliados y los que permanecen en España muestran un profundo sentimiento de desarraigo.

  • En el exilio, Rafael Alberti, con Entre el clavel y la espada, expresa la nostalgia por la patria perdida. Pedro Salinas y Jorge Guillén también reflejan esta situación en sus obras Todo más claro y Clamor.
  • Dentro de España, Dámaso Alonso, en Hijos de la ira, y Vicente Aleixandre, en Sombra del paraíso, muestran una visión desesperanzada del mundo, anticipando la poesía de posguerra.

Miguel Hernández: Epígono del 27

Aunque a menudo se le considera un poeta de transición, Miguel Hernández comparte muchas características con la Generación del 27. En su última etapa, durante la guerra, su poesía adopta un tono combativo y desgarrado, como se observa en Vientos del pueblo y El hombre acecha.

Conclusión

La Generación del 27 evolucionó desde la experimentación formal hasta una poesía más humana y comprometida. La Guerra Civil y el exilio marcaron su producción, dejando un legado fundamental para la poesía contemporánea.

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