Ensayos
“El Pachuco y otros extremos”
Los Ángeles es una ciudad con una alta presencia de mexicanos de origen, cuya identidad flota en el aire sin mezclarse completamente con la eficacia y precisión estadounidense. Un mexicano, a pesar de adoptar patrones culturales similares a los del imperio, siempre manifiesta una diferencia, apreciable en su aire inquieto y su temor a la mirada ajena.
Los mexicanos intentan remarcar las diferencias entre ellos y los norteamericanos, mientras critican la falta de asimilación cultural.
Los pachucos son bandas de jóvenes mexicanos que viven en las ciudades del Sur de EE. UU. y se caracterizan por:
- Su vestimenta particular.
- Su conducta y lenguaje propios.
- Su rebeldía y ánimo de singularidad.
- Su atracción por lo ilícito, libre y desordenado.
Ellos niegan su pasado mexicano y tampoco desean asimilarse a la cultura estadounidense, sino desafiarla, manifestando su voluntad de ‘no ser’. La persecución estadounidense rompe su aislamiento, y su salvación depende, paradójicamente, de la aceptación que EE. UU. les otorgue, aunque aparenten lo contrario. Se refugian en un traje de moda, lo que los vuelve imprácticos y fomenta su agresividad.
Han perdido gran parte de su herencia (idioma, costumbres, religión). Se visten con un ‘traje’, una moda basada en la imitación y la novedad. Su novedad radica en la exageración; vuelven la moda estética e impráctica, negando así sus principios utilitarios, lo que da lugar a su característica agresividad. Su ropa los caracteriza y aísla, pero termina siendo un homenaje involuntario a la sociedad que rechazan. Simbolizan lo ilícito, lo libre y lo desordenado; representan a alguien que, según la sociedad dominante, debe ser silenciado.
El mito de Sísifo
Relata cómo Sísifo, por su arrogancia ante los dioses, fue castigado por ellos y enviado al infierno a realizar una tarea eterna. Debe empujar una gran roca hasta la cima de una montaña; cada vez que está a punto de lograrlo, la roca rueda hacia abajo, obligándolo a repetir el proceso infinitamente.
Algunas versiones lo presentan como un bandido, mientras que Homero lo consideraba el más sabio entre los mortales. Su desprecio hacia los dioses, su odio a la muerte y su apasionamiento por la vida le acarrearon este castigo eterno.
Según el ensayo (de Camus), no hay destino que no pueda vencerse con el desprecio. Por lo tanto, si el descenso puede vivirse con dolor, también puede hacerse con alegría.
El destino (la roca) triunfa cuando la tristeza invade el corazón del hombre, cuando este se siente limitado por su destino. Pero la dicha de Sísifo surge al comprender que su destino lo forja él mismo, que le pertenece. La consciencia del absurdo de su tarea le otorga libertad.
“Sísifo es considerado una metáfora de la vida actual”
Este mito puede tener un sinnúmero de interpretaciones y aplicaciones en la vida actual. Personalmente, lo interpreto como la imposibilidad de escapar del propio destino, donde todo esfuerzo por vencerlo —la piedra, en este caso— se vuelve inútil y desesperanzador si no se es consciente del propio rol en la construcción del destino. Esto se ilustra a través de Sísifo, un mortal condenado a subir una piedra hasta la cima de una montaña y verla rodar hacia abajo una y otra vez, como parte de su destino.
En la actualidad, esta metáfora se refleja cuando las circunstancias limitan la libertad de una persona, haciéndole creer que no puede influir en su destino. Pero al encontrar la dicha (la consciencia), se dan cuenta de que pueden cambiar su destino, lo que les devuelve la esperanza.
“El tipo del Indio Americano”
Parte 1: La vergüenza del mestizo
Gabriela Mistral (GM) expone la concepción de belleza predominante en Latinoamérica, que valora lo caucásico por encima de lo indígena. Se enseña desde la infancia a despreciar y avergonzarse de las características mestizas, mientras se alaban los rasgos europeos como símbolo de belleza. Una de las razones de esta vergüenza radica en la supuesta fealdad del indio, sumada a los prejuicios sobre su pereza y maldad. Gabriela Mistral sugiere enseñar desde la más temprana infancia el concepto de belleza diferenciada: cada uno es bello a su manera.
Parte 2: La belleza del indio
“Lo indio es feo dentro de su tipo en la misma relación en que lo es el europeo común dentro del suyo”
“La ilusión de ventaja la pone solamente el color…, que aquí como en muchas cosas, la línea domina la coloración”
Se menciona a Fidias, quien describe la raza blanca como describiría a Júpiter. Se compara el Apolo de Tula (México) con el Apolo de Belvedere (Louvre).
Parte 3: El falso tipo de Fidias
Fidias combinó los mejores rasgos de los griegos para crear un modelo ideal del género humano, pero este ideal no representaba al griego o romano común (ya que se seleccionaba lo excepcional, dejando fuera a la población general para construir este ideal caucásico). El ‘hombre de Fidias’ pasaría a representar al hombre europeo.
Mistral cree que, si se aplicara un proceso similar al de Fidias con los rasgos aborígenes, se obtendrían resultados igualmente valiosos. Valora rasgos como el cuerpo musculoso, la gran talla, el cráneo particular, los maxilares fuertes, los ojos negros profundamente dulces, los labios finos y la nariz aguileña.
A modo de conclusión, invita a abandonar la vergüenza por nuestra condición de mestizos, una vergüenza inculcada socialmente, consciente o inconscientemente.
Preguntas para una nueva educación
Vivimos tiempos en que la humanidad está mejor informada que nunca, donde podemos aprender a través de la televisión y otros medios, pero, por alguna razón, hemos puesto más énfasis en el detalle que en el conjunto, lo que lleva a que algunas personas duden de la existencia de Winston Churchill y otras ridiculeces. Es también la época de la frivolidad, la ignorancia y la manipulación informativa.
Todo quiere volverse parte del espectáculo: la arquitectura, la caridad, la intimidad e incluso las desgracias, tan características de los relatos periodísticos. Los periodistas tejen ‘la telaraña de lo infausto’, es decir, se centran en noticias sobre lo trágico y la desdicha, olvidando la normalidad cotidiana del ser humano.
Se cita a Oscar Wilde: “Lo saben todo, pero es lo único que saben”, en referencia a que el periodismo actual es efectista y no informa realmente, priorizando la novedad sobre el contenido.
Aparentemente, acceder a la información es muy fácil, pero esta nunca ha sido tan frágil. Por ello, se necesita un sistema de valores y un orden de criterios que dé sentido al vasto depósito de memoria universal que es internet.
Generalmente se critica la educación escolar, pero se descuida la educación impartida por la familia, los medios de comunicación y los líderes sociales.
Se muestra cómo autoridades políticas carentes de ética (ejemplificándolo con emperadores romanos que simbolizaban algún rasgo de maldad) pueden crear y destruir patrones de conducta, manifestando así el peso de la política en la sociedad. En la actualidad, esto se manifiesta en los medios de comunicación, que resaltan la ostentación, los golpes de suerte, el descubrimiento frente a la astucia, la fascinación por la extravagancia y el sometimiento a modelos de fama, en detrimento de valores como la austeridad o la paciencia.
Vivimos en una sociedad de moda, información superficial y rumores, olvidando la tradición, el conocimiento profundo y los saberes. Incluso la información se ha convertido en un bien de consumo. Se valora más el valor comercial (de un libro, por ejemplo) que su calidad intrínseca.
El autor retoma el tema de la educación, expresando su deseo de que esta enseñe criterios para resistir la información irresponsable, el conocimiento sin fundamento y lo ‘excesivamente comercial’ (cuando las cosas están demasiado gobernadas por el lucro, pierden su capacidad educativa). Propone la educación como un espacio de convivencia social, priorizándola sobre el mero conocimiento (tesis del autor, ejemplificada con Percy Shelley y Mary Wollstonecraft), y critica el carácter individualista, competitivo y uniforme de la educación actual. Dado que mucha información se olvida, sería más valioso enseñar formas de razonar que ofrecer respuestas memorizables.
Explica que, si bien la igualdad de derechos y oportunidades es valiosa, la educación debería valorar también las diferencias individuales y resaltar la cooperación entre ellos, ya que la interacción entre dos seres humanos abre posibilidades de enfrentamiento, transformación o alianza, haciendo que la enseñanza sea más compleja que la simple aritmética.
“Hay una parte de la educación cuyo énfasis debería ponerse en la convivencia y la solidaridad antes que en la rivalidad y la competencia”.
En esta sociedad que clasifica todo en ganadores y perdedores, una lógica darwiniana se impone e impregna incluso el arte. El autor introduce una crítica, preguntándose por qué no puede haber más de un ganador.
Existe una separación notoria entre medios y fines, entre aprendizaje y práctica. Debemos valorar el conocimiento en sí mismo, no solo como un medio para obtener un título. Postula que la educación no es meramente cuantitativa, sino que consiste en superar la ignorancia. Citando a Platón y el pensamiento socrático, define la ignorancia no como vacío, sino como una ‘llenura’ de conocimiento incierto que se da por sentado; la educación consistiría en reemplazar esas bases inciertas por certezas. El problema es que, a menudo, la gente prefiere no cuestionar sus certezas.
Transmitir conocimientos y destrezas es mero adiestramiento; es necesario, pero no tan primordial como fomentar las relaciones sociales y la búsqueda de la felicidad a través de la educación, donde no solo se busque la felicidad del profesional, sino que también se valoren todas las profesiones por igual.
Critica la desconexión entre teoría y práctica en la enseñanza: en lugar de responder a las preguntas innatas del alumno, se le ofrece teoría abstracta sin conexión aparente con su realidad. También critica la fragmentación artificial de la realidad en asignaturas separadas (geometría aislada de política, geografía de historia).
Los títulos profesionales no deberían ser límites insuperables.
“… los seres humanos aprendemos, y porque aprendemos somos peligrosos. …, criaturas admirables y terribles capaces de inventar hachas y espada… y bombas atómicas. Nuestras virtudes son también nuestras amenazas; el privilegio de pensar, el privilegio de inventar y el privilegio de aprender comportan también aterradoras responsabilidades…”
La educación puede entenderse como la búsqueda activa y la transformación del mundo en que vivimos. ¿Qué pasaría si el modelo occidental de desarrollo y productividad fuera reemplazado por un saber previsor enfocado en el equilibrio y la conservación (sostenibilidad), y no solo en la rentabilidad inmediata? Serán las generaciones futuras quienes decidan los criterios de enseñanza, ojalá cambiando la forma de valorar la naturaleza antes de que esta se convierta en un vago recuerdo.
Prueba de sonido
Introducción
Blops, Congreso y Los Jaivas son representantes pioneros del rock chileno. Mezclan instrumentos del rock con los del folclore. Sin una afiliación política definida, eran populares, reflejo de la sociedad chilena de los años 60 y 70, y producto de los conflictos y contradicciones de la época.
Los Blops muestran un mayor contacto con la naturaleza; Los Jaivas tienen un estilo más etéreo (‘volado’), capaz de inducir relajación; y Congreso, originarios de Quilpué, presentan un sonido más ‘mediterráneo’, con letras más complejas y concretas.
La Nueva Canción Chilena fusiona folclorismo, influencia latinoamericana, formación musical académica y compromiso político. Adopta una actitud hippie, lo que le vale críticas desde la izquierda.
El movimiento de fusión rock-folclore es criticado por sectores de la izquierda por usar instrumentos considerados ‘imperialistas’ (como la guitarra eléctrica) y por mantener una postura coherente sin militar en un partido político.
Durante la Unidad Popular (UP), se les facilitaba tocar para los trabajadores. Tras las presentaciones, se realizaban foros donde, por ejemplo, alguien comentaba que le habían enseñado a ver la guitarra eléctrica como un símbolo imperialista.
Congreso (1969)
Uno de los tres grupos pioneros en mezclar folclore y rock.
“Y el de Quilpué es el único Congreso chileno que nunca paró de sesionar en todo este tiempo”: Juego de palabras refiriéndose a que el grupo musical nunca dejó de tocar.
Con la llegada de Francisco Sazo, comienzan a cantar en español, abandonando el inglés.
Tras el golpe de Estado de 1973, decidieron permanecer en Chile como forma de resistencia cultural contra el régimen militar.
“Vuelta y vuelta”: Canción escrita en referencia al 11 de septiembre de 1973.
El nombre del grupo (‘Congreso’), el público que los seguía y el contexto político les generaron dificultades durante la dictadura. A pesar de ello, su música llegó a sonar incidentalmente, por ejemplo, en el informe del tiempo de TVN.
Francisco Sazo expresaba su convicción de que las dictaduras son ‘tontas’ porque, inevitablemente, terminan cayendo.
“Impresiones de Agosto” (1986): Canción cuya letra alude a los informantes (‘soplones’) durante la dictadura.
Miembros destacados: Joe Vasconcellos (inicialmente percusionista, luego también vocalista), Ernesto Holman (bajista).
“El hijo del sol luminoso”: Considerado uno de los mayores himnos de Congreso hasta la fecha, fue un disco experimental. Según Vasconcellos, sentían una razón tan potente para existir y una responsabilidad tan grande que evitaban acciones que pudieran perjudicar su imagen o mensaje.
La formación con Sazo, Vasconcellos y Holman llevó a la banda a ser catalogada como ‘inmensa’, destacando por su fusión musical y por un cantante (Vasconcellos) cuya identidad generaba curiosidad. Vasconcellos usó máscara, aros y ropa extravagante en escena, lo que inicialmente generó cierto rechazo en parte del público. Optaron por ser ‘atrevidos’ en lugar de buscar complacer, considerándolo retrospectivamente una buena decisión.
Tras la partida temporal de Sazo, el grupo se enfocó en la música instrumental, ante la dificultad de encontrar letras adecuadas.
Con el regreso de Sazo (y la salida de Holman), las armonías se simplificaron, pero los ritmos ganaron complejidad.
En 1990, Vasconcellos y Holman se reintegraron temporalmente para una gira.
Con el retorno a la democracia, grabaron “Los fuegos del hielo”, álbum inspirado en la extinción de pueblos originarios australes (selk’nam, kawésqar, yagán).