Reflexiones sobre el Amor y la Pérdida: Un Viaje Emocional

Reflexiones sobre el Amor y la Pérdida: Un Viaje Emocional

«Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontrará pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación, pero al final, volverá a pasar lo de siempre. Que en un momento dado saltarán pedazos, como tantas otras veces…«

Domingo 20 de junio de 2010

…y, aunque sé que te perdí para siempre, nunca voy a dejar de preguntarme qué hubiera pasado. Y lo que es peor: qué pasaría ahora, si te dejaras convencer para pasar un día entero conmigo…sólo uno. Y si yo me atreviera a ser «yo» contigo; como antes. Pero… es que ya no me acuerdo…



No me canso de decirlo: hay cosas que nunca han dejado de merecer la pena; por las que aún sería capaz de saltar. Porque me he equivocado mil veces, pero seguiría haciéndolo otras mil. Aunque me quedé esperando un toque al móvil que nunca llegó… porque ya no me necesitabas. Aunque llovió más que nunca. Aunque llegó diciembre…y fue como yo esperaba, a pesar de todo lo que prometiste. Y comprendí que las palabras se las lleva el viento, y nunca se sabe dónde pueden ir a parar. Porque tú dijiste demasiadas verdades a medias… y yo dije mil cosas que no debería haber dicho; y me callé otras mil y una…que podrían haber cambiado nuestra vida. Porque todavía no entiendo por qué no fui capaz de decirte aquel día que me pasaría la vida sentada a tu lado sólo para oírte respirar… Pero dije que algún día lloraríamos. Dije que tú me apagarías el llanto. Y dije que saldríamos juntos de la habitación. Y ha pasado.
Dije que perderíamos el miedo… ¿Y lo hemos perdido? Pues no lo sé… Sinceramente, creo que ahora tengo muchas más ganas de esconderme. Porque desde esa noche no sé cuál es mi papel aquí…

Miércoles 2 de junio de 2010

Vuelvo a creer que esto no es tan bueno ♫♪

[…]Vuelvo a creer que esto no es tan bueno
Vuelvo a sentir la rabia por momentos.

No hay marcha atrás, ya no me queda tiempo…
Apártate que ahora voy sin frenos.

Tan sencillo, que hay momentos en que a drede lo complico
por cruzarme un poco más en tu camino,
por pensar que no soy parte de tu olvido.

[…]A solas contigo vuelvo a estar, creyendo estar viva
y se me escapa el aire mientras olvido destinos escritos
que nunca pudimos cambiar.

Miércoles 26 de mayo de 2010

– ¿Y no estás contenta porque todo haya pasado?
– Bff… ¡No te imaginas cuánto!


Creo que llevaba mucho mucho MUCHO tiempo sin estar tan tranquila como ahora. Siento que todo se ha terminado; por fin he cerrado ese «capítulo» de mi vida.
Ahora sonrío si recuerdo lo que pasó, sonrío si leo, si escucho esas canciones… Ahora me da igual encontrarme de frente a aquella que intentó hacerme la vida imposible, porque veo que no lo ha conseguido.
…Porque ahora hay un antes y un después en mi vida.

Viernes 21 de mayo de 2010

-Prométeme que no llorarás nunca por mí
-Te lo prometo
-Júrame que jamás me echarás de menos
-Si tú no me preguntas nunca te mentiré…


——
Y mientras me hablaba de cualquier cosa, yo sentía y sabía que ese era el momento que tanto tiempo había esperado…

Domingo 16 de mayo de 2010

Miedo al miedo

Sólo tengo miedo a tenerle delante sin poder hablarle…una última vez.
A no poder olvidar su boca, sus manos, su olor…
A soñar con sus ojos, de nuevo.
Pero sólo tengo miedo a hablarle, a olvidar su olor. A no soñar con él.

Tengo miedo cada día por buscarle. Por querer verle en aquellos que no son él.
…Pero a la vez tengo miedo de no volver a encontrarle.

No tengo miedo a querer, sino a que no me quieran.
No tengo miedo a no poder cumplir mis sueños, sino a los límites que otros me pongan al intentarlo.
No tengo miedo al futuro, sólo a lo que vendrá con él…

Lunes 26 de abril de 2010

– ¿Qué te pasa?
– Que le necesito…
– ¿Y qué pasa por eso?
– Que yo NUNCA había necesitado NADA…
Sobre: «él»

Martes 13 de abril de 2010

Me odio

A veces busco recuerdos. Me paso un rato mirando, leyendo, pensando. Sonriendo a la vez que se me saltan las lágrimas. Sé que no es bueno, pero creo que todo eso me ayuda a entender que existen tiempos mejores. Que esperar merece la pena.
Que la felicidad se encuentra a la vuelta de la esquina, y que no vale llegar allí con mala cara, porque entonces la espantaré y no seré digna de ella…
Sin embargo, mientras miro, leo…recuerdo… intento entender cómo se puede echar tanto de menos a alguien durante tanto tiempo, sabiendo que no va a volver y que -pongo la mano en el fuego y sé que no me quemo- no se acuerda de ti a ninguna hora del día.

…Cuando hago esto me odio…



——
Hay días que te apetece gritar, pero no encuentras a nadie que te escuche.
Otras veces eres tú quien prefiere callar, porque sabes que no te entenderían…

Miércoles 31 de marzo de 2010

Supongo que es mi problema…mi culpa. No sé por qué me empeño en aparecer donde sé que no debo. Algo me empuja hacia aquel sitio donde sucede todo lo que yo me he perdido; todo lo que añoro sin siquiera haberlo vivido. Y me temo que hasta que no tenga motivos suficientes para estar enamorada de mi vida lo estaré de la de otros… o, incluso, de ellos mismos.
No hablo de amor de amar, sino de amor de recuerdos. De amor de añoranza; del que me hace morderme las uñas de los nervios. De amor de días perdidos, de besos a la deriva… De amor que ya no existe, pero quizás existió.



No estando contigo te he tocado, he sentido tu cuerpo, te he acariciado, me sentí sólo tuya. Allá en tus brazos… No estando contigo te he dicho te quiero. Rozando tus labios y al oído he susurrado te amo, y ha sido maravilloso. Pero al despertar y al parpadear dos veces, ya te habías borrado de mi vista, ay, por qué no de mi mente. Y he dibujado tu silueta en mi pared y te he buscado como loca. No estando contigo, contigo he hablado, he sentido tu voz y me has mirado, hemos reído, hemos llorado, hemos amado. No estando contigo, contigo he estado, llegué a tocar el cielo de tu mano. No estando contigo he deseado estarlo

Martes 23 de marzo de 2010

Mmmmm

Creo que ya sé lo que quiero.
Y, probablemente, lo que he querido siempre.

…pero NO



Miércoles 3 de febrero de 2010

…La sonrisa del bipolar

Vamos a hacer como si no hubiera pasado nada, ¿no?
Vamos a hacer como si yo no te hubiera visto…
…pero ni hoy, ni nunca; jamás en toda mi vida.
Como si no supiera ni tu nombre.
Vamos a pensar que no hay nada delante nuestra que nos incomoda.
O, directamente: que nos molesta.
Como si no supieras dónde vivo, y nunca me hubieras venido a buscar.
Vamos a hacer como si nunca me hubieras mirado a los ojos,
como si nunca me hubieras cogido la mano, o agarrado de la cintura.
Como si no conocieras mis labios…
…mis besos, mis abrazos. Mis risas, mis bromas, mis sueños,
mis lágrimas…

Eso es lo que quieres, ¿no?
Vamos a disimular, ¿pero a disimular el qué?

——
Yo creo que alguna vez en la vida todo el mundo mira hacia atrás, y se da cuenta de todo aquello que dejó. Que dejó a medias, o sin haber empezado. Con explicaciones o sin ellas. Con razón…o sin razón alguna. Pero…yo creo que sí, que todos nos terminamos dando cuenta de que hicimos las cosas mal. Y no una, sino muchas veces.

Martes 26 de enero de 2010

«Qué difícil; pero me parece que aún es más difícil quedármelo para mí sola…
Tú siempre me preguntabas en qué momento había empezado a quererte. Empecé a quererte exactamente cuando me dijiste que todo se acababa. De hecho fue en ese preciso instante cuando olvidé todo lo que sentía antes; me olvidé de la ternura y del sexo, de tu lengua, y me di cuenta de que lo que había sentido hasta entonces no era más que el simple reflejo de lo que podía llegar a sentir. Descubrí que realmente no te había querido nunca. De repente pensé en aquella tortura que practicaban en Francia. ¿Sabes qué hacían? Ataban las extremidades de una persona a cuatro caballos y los azuzaban en direcciones diferentes. Pues así es cómo me sentí…
Ahora ya sé lo que es querer. Te quise de esa forma que había rezado por sentir cuando era una adolescente, y que ahora rezo por no volver a sentir nunca más.»



«Cuando una historia termina, el dolor normalmente es proporcional a la
belleza del amor vivido. Y entonces llegan puntuales, a traición, los
recuerdos»

Miércoles 13 de enero de 2010

¿Solo un pez?

—Es como si ves a alguien por primera vez, alguien con quien te cruzas en la calle, y os miráis por unos segundos y surge una especie de atracción. Sentís que los dos compartís algo y en un instante el otro se ha esfumado y es demasiado tarde. Siempre recuerdas que estaba ahí y lo dejaste escapar; piensas ¿Y si me hubiera parado? ¿Y si hubiera dicho algo? ¿Y si…? ¿Y si…?. Puede que ocurra pocas veces en la vida…

—O sólo una.


El que dijo eso de que hay muchos peces en el agua mentía. A veces sólo hay un pez, créeme…

Lunes 4 de enero de 2010

¿Has vivido?

¿Alguna vez has sentido que tu alma ya no demanda amor?
¿Alguna vez has muerto entre las cenizas de los recuerdos?
¿Alguna vez has pensado que la vida se te escapa?
¿Alguna vez has suplicado por una segunda oportunidad?
¿Alguna vez te has sentado en el abismo de tu corazón?
¿Alguna vez has dibujado una sonrisa en las estrellas?
¿Alguna vez has mostrado dolor en un adiós?
¿Alguna vez has dormido abrazada a un sueño?
¿Alguna vez has gritado en la noche tu desesperación?
¿Alguna vez has juntado cuerpo y alma en el mismo plano?
¿Alguna vez has jurado no volver sobre tus pasos?
¿Alguna vez te has equivocado al decir un te quiero?
¿Alguna vez has pensado desde la locura?
¿Alguna vez has olido el aroma del deseo?
¿Alguna vez has soñado con tatuarte el alma?
¿Alguna vez has descubierto que debajo de tu coraza latía un corazón?
¿Alguna vez has contado hasta 100 al ritmo de tus latidos?
¿Alguna vez has encontrado equilibrada tu balanza?
¿Alguna vez te has visto reflejada en el rostro de una niña?
¿Alguna vez has llorado cuando por tus venas ya no corría sangre?
¿Alguna vez has sentido alguna de estas líneas escritas como tuyas?

…Entonces tú has vivido…


——

La vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento.

Viernes 25 de diciembre de 2009

Este año no había nadie que el día 25 me sacara a la calle.


…y tú me entiendes….

Miércoles 23 de diciembre de 2009

Miénteme

Túmbate aquí,
a mi lado, y que comience
esta obra de teatro,
esta tragicomedia
en la que ambos somos
actores desequilibrados
de los que acaban
creyendo-se(r)
el personaje al que interpretan.
Interpreta tu papel
sin dudar al decir el texto,
sin ser redundante
-tus palabras y tus gestos no pueden decir lo mismo-.
Hazme creer que soy yo
tu doña Inés,
tu dama soñada,
tu Dulcinea,
y miénteme
diciéndome que te gusta cuando cayo
porque estoy como ausente
y que de todas las actrices desequilibradas,
solo pasarías esta noche conmigo…
(Lucía Arias)

Lunes 21 de diciembre de 2009

Odio que te rías de mí mientras me dices a la cara todas esas verdades; mientras adivinas todo lo que pienso… Mientras yo sólo puedo sonreír y negar que es cierto.

Sábado 19 de diciembre de 2009

Lo has vuelto a hacer

Cuando sé que va a llegar uno de esos momentos en que nuestros ojos se volverán a cruzar, me preparo a conciencia para que no te des cuenta de que sigo sin poder controlar los latidos de mi corazón cuando me sonríes, y eso se me hace insoportable. Aunque no es nada comparado a cuando tu mirada se clava en mí, a cuando me miras de lejos y me hablas sin siquiera mencionar una palabra; a cuando me guiñas un ojo y yo sólo puedo sonreírme por dentro. Pero normalmente tú no te conformas con eso, y vienes y me agarras… y me llevas hacia ti y me abrazas, como si fuera la última vez que nos fuéramos a ver, y por un momento pienso que mi corazón se va salir del pecho; tú lo notas…y sonríes. No sabes muy bien por qué lo haces, ni si está bien lo que está ocurriendo, pero me abrazas cada vez más fuerte y mis latidos aumentan, y por un momento creo que voy a necesitar un desfibrilador, …y cierro los ojos. Y empiezan a aparecer momentos en mi memoria… Aparecen las miradas que siempre cruzamos, en medio de tanta gente y sin ningún sentido. Aparecen las canciones que me has hecho escuchar mil veces hasta entender la letra, y todas esas conversaciones que nos pueden llevar horas. Y vuelvo a la realidad, y tú estás ahí, de nuevo, en mis brazos, como tantas otras noches, y me muero por preguntarte si piensas en mí de vez en cuando, si se te acelera el pulso cada vez que me abrazas; pero en vez de eso no hago nada. Intento disfrutar los pocos segundos que me quedan y, como si me quitaran lo más preciado que tengo, me separo con alguna excusa. Soy incapaz de estar tanto tiempo abrazada a ti…

Aunque no lo creas en estas ocasiones soy muy fuerte. Llevo toda la vida entrenándome en eso de ser la mejor amiga… y es increíble la capacidad que tengo para anular mis sentimientos. Pero la verdad es que estoy un poquito harta de rebajarme, porque los dos sabemos lo que quiero; y como eso no va a pasar, yo todavía estoy intentando echar ovarios para conseguir pasar de ti…

Mientras, he decidido que me voy a quedar a tu lado, fabricando todos los recuerdos del mundo, para que un día te vayas a la cama y te des cuenta de que estoy en casi todos los instantes que te han hecho sonreír =)

Lunes 14 de diciembre de 2009

Las cosas son porque tienen que ser, y punto

Hace tiempo que me prometí que nunca le olvidaría, ingenua de mí. Pero no me malentendáis: simplemente me prometí que sabría recordarlo sin que me hiciera daño, como a todos los demás. Vivimos momentos alegres, amargos, pasionales, intensos… y cuando le perdí fue cuando por primera vez me di cuenta de que en realidad me importaba muchísimo más de lo que yo pensaba; me di cuenta de que no podía imaginarme sin él, y sin embargo ya lo había perdido. Intenté convencerme de que yo no era para él (o que él no era para mí), pero nunca llegué a ningún acuerdo con mi mente, con mis recuerdos. Me veía con él, sin poder evitarlo; y aún hoy admito que a veces sigo imaginándome. He conocido chicos, y cada uno me aporta algo que él no tenía. Incluso creo que he llegado a desesperarme y a buscar algo que hiciera de tapadera, un sustituto (un clavo saca otro clavo…) Pero no, él es de los que no se olvidan. Creo que soy de las que buscan a alguien para siempre, estable, que busca el respeto y la sinceridad entre dos, aunque siempre lo haya negado. Y por un tiempo pensé que él me daba todo eso.
Ahora supongo que él es feliz (SÉ que es feliz), y yo… bueno… yo estoy en proceso. Dicen que el tiempo lo cura todo, y te hace ver las cosas de forma distinta (dicen…), pero yo sólo creo que me obligo a anular mis sentimientos; vamos, que podría ir perfectamente a su casa y decirle que saliera, y soltarle lo primero que me viniera a la cabeza (que no sería la primera vez), pero supongo que hay que seguir adelante, cerrando círculos. Al menos ya no lloro tanto (antes lo hacía, sí…), ahora me obligo a pensar que las cosas son porque tienen que ser, y que si algo no sale bien es porque no estaba preparado para ti; y punto. Vale…en verdad todos los días me repito esa misma puta frase, pero ni siquiera yo me la llego a creer. «Joder, estaría mejor conmigo y no lo está. Me descolocó, me acorraló y dijo jaque mate así de repente»
Ahora me toca volver a colocar todas las piezas que están desordenadas. Poner cada cosa en su sitio, pero de verdad, no aparentando como he hecho estos meses. Y seguir, sólo seguir…

——
No lo he escrito yo, sólo lo he adaptado un poco.

jueves 10 de diciembre de 2009

Paulo Coelho…

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente ‘revolcándote’ en los porqués, tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tus amigos, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender ‘tu televisor personal’ para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando ‘puertas abiertas’, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate. Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

——
Hacía tiempo que no leía algo con tantíiiiisima razón… Gracias Herminia!^^

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