Recursos estilísticos del español: homonimia, polisemia, sinonimia y antonimia

Oposiciones Semánticas

Hiponimia/Hiperonimia

Se trata de un tipo de oposición semántica muy frecuente en español, también conocida como signo extenso y signo intenso. El signo extenso cubre semánticamente al segundo, sin que este cubra al primero (ejemplo: piel y cutis, piel es más general y cutis es un término más específico).

Homonimia/Polisemia

La polisemia alude al fenómeno según el cual una misma palabra puede tener varios significados distintos. La homonimia, en cambio, se da cuando dos o más palabras diferentes pueden ser idénticas en cuanto al sonido. En opinión de Gregorio Salvador, desde un punto de vista sincrónico, ambos fenómenos pueden estimarse como uno solo, ya que su diferencia es de carácter histórico. Así, si atendemos a ese carácter histórico, en la homonimia, significantes originariamente diversos han venido a coincidir por evolución fonética, mientras que en la polisemia ha sido la evolución semántica la que ha generado distintos significados para un mismo significante. En la homonimia, dos o más significantes idénticos son portadores de distintos significados (ejemplo, tengo un sobre sobre la mesa; sobre la mesa está el sobre).

Sinonimia y Antonimia

La sinonimia se produce entre dos significantes distintos que cuentan con significado similar (comenzar, empezar, principiar). Los sinónimos pueden intercambiarse en el mismo contexto; sin embargo, existe un fuerte debate crítico entre los gramáticos sobre la existencia de sinónimos absolutos. Muchos gramáticos niegan su existencia, de manera que no hay dos palabras que signifiquen exactamente lo mismo, debido a que un término es más general que otro (pelo/cabello), un término es más intenso que otro (horrendo/horrible), un término es más profesional que otro (amigdalitis/anginas), un término es más literario que otro (estío/verano), un término es más coloquial que otro (barriga/vientre), o un término procede del lenguaje infantil frente a otro normal (pipí/orina). Sin embargo, otros críticos defienden la existencia de sinónimos absolutos y señalan como prueba de ello que hay vocablos que son perfectamente intercambiables en el mismo contexto y en todos los contextos, y ponen como ejemplo de ello los geosinónimos (cerdo/guarro/puerco/marrano).

Por el contrario, existe acuerdo unánime a la hora de hablar de la existencia de la antonimia. Se trata de palabras que se oponen por su significado. Se establecen, además, dentro de la antonimia distintos tipos de oposición: antonimia propiamente dicha (frío/calor), se da entre términos opuestos que admiten gradación por darse grados intermedios en la serie en la que forman parte; reciprocidad, este tipo de antonimia se da entre términos opuestos que se implican mutuamente (comprar/vender); complementariedad, la existencia de un término excluye al otro (soltero/casado).

Intertextualidad y Tópicos Literarios

Algunos críticos han establecido distintos tipos de intertextualidad:

  • General: aquella intertextualidad que se produce entre textos de distintos autores. Ejemplo: la presencia en una novela de referencias y datos de la Biblia.
  • Restringida: aquella intertextualidad que se produce entre textos de un mismo autor. Ejemplo: cuando un autor utiliza un personaje en varias novelas.
  • Autotextualidad: aquella intertextualidad que muestra la relación de un texto consigo mismo. Ejemplo: cuando en una novela, un personaje sueña lo que le va a ocurrir y, de esta forma, adelanta datos que van a ocurrir en la novela más adelante.

Además, el tópico literario, que puede ser definido más particularmente, surge en la antigüedad clásica. Hacemos alusión a la presencia en las obras de determinados aspectos temáticos y argumentales que se construyen a partir de la enumeración de una serie de características que casi siempre pueden ser extirpadas de la obra sin que esta sufra significativamente.

A la hora de estudiar la tópica literaria, la crítica se ha planteado dos cuestiones básicas:

  1. ¿La recurrencia al tópico en la obra es un elemento positivo o negativo?
  2. ¿Qué elementos hacen que surjan nuevos tópicos literarios?

En el primero, para algunos críticos hay zonas muertas en la obra; para ese grupo de críticos, el tópico literario está visto de forma negativa. Otros, en cambio, consideran que, usados en su justa medida, permiten conectar una obra con la tradición, de manera que estos segundos críticos consideran que la recurrencia al tópico literario no es en sí negativa, aunque advierten de que la perversión de su uso puede hacer que la obra sea de mala calidad.

En el segundo, la crítica ha establecido cuatro elementos básicos que permiten generar tópicos. Estos elementos básicos permiten agrupar tópicos:

La Naturaleza

En nuestra tradición literaria nos vamos a encontrar con dos visiones opuestas de la naturaleza: una visión positiva, en la que la naturaleza es la buena madre del hombre, frente a una visión negativa, que la considera una mala madre o madrastra, que va a provocar daño al hombre.

En relación con la visión positiva de la naturaleza, tenemos los tópicos:

  • Locus amoenus: una imagen idealizada de la naturaleza, un paraíso terrenal benévolo y positivo para el hombre, que invita a la vida y que se caracteriza por la abundante presencia de árboles, la existencia de verdura, las flores variadas, la presencia del río cristalino, la armonía de la fauna y la existencia de árboles frutales.
  • Hortus conclusus: el jardín privado donde se produce el encuentro amoroso.

En relación con la visión negativa, tenemos:

  • Locus eremus: naturaleza hostil, dura, difícil, negativa para el hombre, que muestra la agresividad hacia los humanos. Es la imagen de la ruina a partir de la naturaleza.

La Reflexión sobre el Paso del Tiempo y la Muerte

El paso del tiempo como elemento generador de tópicos se desarrolla a partir de una gradación en la que entran en juego los siguientes:

  • Carpe diem: un tópico positivo porque, ante el paso del tiempo, el individuo se centra en vivir plenamente.
  • Tempus fugit: plantea una reflexión serena sobre el paso del tiempo, donde lo más importante es la idea de que el tiempo pasa inevitablemente.
  • Quotidie morimur: un tópico muy pesimista, supone el reconocimiento agónico del hombre como ser finito. Ante el paso del tiempo, el hombre no puede vivir ni valorar la vida; solo le queda esperar la muerte.

El tópico del mundo al revés, relacionado con el conflicto entre antiguos y modernos, funciona en el conflicto intergeneracional.

El Amor

Este tópico alude a la situación y comportamiento que tiene el individuo una vez que se ha enamorado. El tópico se desarrolla a partir de circunstancias como desmallarse, la necesidad de hablar con el confidente, la falta de apetito, la falta de sueño, la necesidad de estar con la persona amada, los celos… todas estas características hacen que los padres de la persona amada se preocupen. Ejemplo: los galanes de las comedias barrocas españolas.

  • Amor ferus: el tipo de amor que representa el Comendador en Fuenteovejuna, es ausencia de amor y solo deseo físico y sexual del otro.
  • Amor bonus: aquel que sigue todos los parámetros sociales para terminar en final feliz.
  • Amor exaudito: consiste en enamorarse de una persona a través de lo que alguien dice de ella.
  • Amor post mortem: consiste en enamorarse de una persona muerta.

La Vida

La construcción del tópico nuclear se basa en la consideración de la vida como algo que se está haciendo o como algo hecho y cerrado, sin posibilidad de cambio.

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