Recorrido por la Obra de Machado y Juan Ramón Jiménez: Soria, Amor, Soledad y Trascendencia

Antonio Machado: Un Viaje Poético a Través del Tiempo y el Espacio

Nació en Sevilla y a los ocho años se trasladó a Madrid, donde se educó. La vida de Antonio Machado está marcada por dos hechos importantes: su estancia en Soria y en Castilla, y su relación con Leonor Izquierdo. De su relación con la tierra soriana y de su experiencia amorosa dan cuenta los poemas de Campos de Castilla, donde la naturaleza y el amor impregnan el libro. A partir de aquí, Campos de Castilla se convierte en una dolorosa y hermosa elegía en que la evocación de la esposa muerta se funde con la visión sentimental del entorno, convertido ya en un paisaje interior, que el poeta se lleva en el corazón y rememora con emoción desde su otra tierra de Andalucía.

Etapas de su Obra

La obra de Machado se puede dividir en tres etapas principales:

Primera Etapa: Soledades y el Intimismo Modernista

Comienza con su primer libro, Soledades, publicado en 1903 y ampliado en 1907 con el título de Soledades, Galerías y otros poemas. Fue un libro de carácter modernista que toma sus fuentes de inspiración del Romanticismo tardío y de Verlaine. El poeta se refugia en su yo interior y busca una respuesta a los grandes enigmas del ser humano: el paso del tiempo, la existencia de Dios y la muerte.

Segunda Etapa: Campos de Castilla y el Compromiso con España

Comienza con Campos de Castilla. En esta obra, el poeta rompe su intimismo y se abre al mundo, identificándose con el paisaje castellano, que al ser descrito por el poeta, le lleva a reflexionar acerca del pasado, presente y futuro de España. Con actitud crítica, Machado denuncia las causas de la decadencia de España. Emplea un verso extenso y narrativo, con un lenguaje sencillo en el que se introduce el empleo de la métrica asonante.

Tercera Etapa: Nuevas Canciones y la Reflexión Personal

Comienza con Nuevas Canciones, es un libro breve en el que muchos de sus poemas recuerdan a los de Campos de Castilla, pero otros están dedicados a las tierras andaluzas, a veces con adornos mitológicos.

La Faceta como Prosista: Juan de Mairena

Por último, cabe destacar la faceta como prosista de Machado (Juan de Mairena), así como su vertiente teatral. Juan de Mairena es un conjunto de artículos atribuidos a este personaje ficticio que trata sobre temas muy diversos. A lo largo de toda la obra de Machado, está presente una simbología.

Juan Ramón Jiménez: La Búsqueda de la Belleza y la Eternidad

Juan Ramón Jiménez nació en Moguer (Huelva). En 1900 marchó a Madrid, donde entabla una relación con los autores modernistas. A raíz de la muerte de su padre, padeció depresiones por las que debió pasar una temporada en Burdeos, época en la que leyó a los simbolistas franceses. Permaneció retirado durante seis años e inicia la redacción de Platero y yo. En 1956 se le concedió el Premio Nobel.

Juan Ramón Jiménez vivió su mundo en soledad. Su poesía está presidida por una triple búsqueda: sed de belleza, sed de conocimiento y sed de eternidad. Mostrará una preocupación por la fugacidad de las cosas, así como por la idea de Dios, a quien identifica con la naturaleza. Su trayectoria poética evoluciona a lo largo de tres etapas:

Etapas de su Obra

Primeras Obras (Etapa Sensitiva)

Se observa una clara influencia de Bécquer, del Simbolismo y del Modernismo. Se trata de una poesía emotiva y sentimental. En esta línea se sitúan sus primeras obras: Ninfeas y Almas de violeta. Los temas de estas obras giran en torno a la nostalgia, la persecución de los misterios y la presencia de la muerte, y conectan con el clima de esteticismo y decadentista de la época. Según en el tiempo los poemarios Arias tristes y Jardines lejanos, Baladas de primavera y Pastorales continúan la producción del autor, escritos ambos en su pueblo natal. Compone Juan Ramón Jiménez varias obras: Elegías, La soledad sonora, Poemas mágicos y dolientes, todas ellas influidas por el Modernismo de carácter intimista y contemplativo. Ésta primera etapa cierra con dos libros en alejandrinos: Melancolía y Laberinto.

Poesía Desnuda (Etapa Intelectual)

Se propone ahora buscar más duradero y profundo la esencia de las cosas, formada por la belleza interior y el bien que hay en ellas. Se da paso a una poesía sencilla y pura, más directa y menos ornamental. Sus obras Estío y Sonetos espirituales suponen un primer ejemplo de esta nueva visión poética.

La ruptura definitiva con el Modernismo se produce con su obra Diario de un poeta recién casado. Desaparecen el léxico modernista, la adjetivación sensorial y los ritmos sonoros. Es una «poesía desnuda» que elimina lo anecdótico para dar paso a la concentración conceptual y emotiva. Predominan los poemas breves, densos y libres. En Eternidades y en Piedra y cielo la realidad no tiene existencia propia, sino que es creación artística del yo. En Poesía y Belleza se destaca el tema de la obra como vencedora de la muerte y lo desconocido. La etapa intelectual del autor se corona con el libro La estación total, título que alude al anhelo de ansia de eternidad.

Las Obras Finales (Etapa Suficiente o Verdadera)

Se incluyen en este grupo las obras escritas durante el exilio americano. Corresponden libros como En el otro costado, Dios deseado y deseante, Espacio, Animal de fondo. En esta etapa el poeta busca la trascendencia a través de la perfección y la belleza que Juan Ramón Jiménez identifica con la búsqueda de Dios, el poeta trata de fundir su conciencia con el todo.

Dios deseado y deseante, su obra más importante en esta etapa, es un poemario traspasado por un anhelo metafísico.

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