3-La estética del Realismo social, que prioriza el mensaje por encima de la forma, por el deseo de aproximar la novela al lector obrero, acaba agotando. De ahí que en la década siguiente, imitando los modelos provenientes de Europa y América, se busque por encima de todo la experimentación formal. Entre los nuevos procedimientos cabe destacar:
-La ruptura del orden cronológico en la narración: se incluyen saltos temporales o superposiciones de distintos planos.
-La alternancia de distintos puntos de vista y personas gramaticales (la mezcla de la primera y la tercera persona e incluso de una segunda persona autorreflexiva se utilizan para recuperar el pasado o en la indagación en el interior de los personajes.
-El diálogo, el estilo indirecto libre y el monólogo interior permiten la expresión de las vivencias y los sentimientos del protagonista.
-Las alternancias en la disposición tipográfica habitual y en las normas académicas de la puntuación, incluso separación de palabras o presentación de págs. En blanco se utilizan con diversos usos expresivos.
-La fusión de géneros literarios
-La riqueza expresiva manifestada en la elaboración retórica del discurso, en la creación de nuevos términos, en el uso paródico o satírico de distintos tipos de lenguaje (se incorporan incluso lenguajes técnicos y especializados, ajenos hasta entonces a las literatura) y en la diversidad de registros, entre los que se incluyen las estructuras caóticas y los planteamientos irracionales.
Tanto la novela como su lenguaje quedan sometidos a un proceso de desintegración, A través del barroquismo expresivo se pretende dar al discurso entidad en sí mismo, al margen de los referentes reales. Sin embargo, al contrario de lo que pudiera parecer, a experimentación no supone un rechazo total de los temas sociales.
La novela de los 60 a menudo nos presenta a un personaje problemático que encarna la lucha dialéctica del individuo contra la sociedad, de modo que finalidad social y experimentación en la forma se unen para meditar sobre la condición humana.
Tras la publicación de Tiempo de silencio (1962), mucho autores evolucionan hacia formas narrativas más ambiciosas y acordes a las nuevas tendencias: Cinco horas con Mario (Delibes), La saga/fuga de JB (Torrente Ballester), San Camilo (Cela), Últimas tardes con Teres (Marsé).
Luis MARTÍN-SANTOS Su obra más conocida es Tiempo de silencio, desarrollada en Madrid en los 40. Con un lenguaje culto y técnicas novedosas, el autor realiza una descripción de la realidad de España de la época, y una reflexión de su Historia y su cultura. Contiene abundantes reflexiones que critican la pobreza, las desigualdades sociales…Lo novedoso de esta novela reside en los rasgos formales: mezcla de perspectivas, monólogo interior, segunda persona, todo tipo de estilos…Hay ironía, hipérboles, parodia, discurso científico, neologismos, creaciones léxicas del autor…e incorpora expresiones populares y vulgarismos.
Juan MARSÉ En sus primeras obras, de estilo realista (Encerrados con un solo juguete, Esta cara de la Luna) aborda el tema de los jóvenes abúlicos y frustrados.Últimas tardes con Teresa se inscribe en la tendencia renovadora, se inscribe en la tendencia renovadora, y relata las relaciones entre una joven burguesa y un pobre chico murciano. Critica el progresismo superficial y esnob de cierta de cierta juventud universitaria. Sobresale el uso de la ironía, la parodia, la hipérbole y la variedad de registros.La oscura historia de la prima Montse, en la misma tendencia, critica también la conducta burguesa; y con Si te dicen que caí, su obra de mayor experimentación, retrata la sociedad sórdida y miserable de la posguerra.
Regresa de nuevo al estilo realista y a sus temas más importantes: historias de perdedores en los barrios barceloneses de la posguerra: Un día volveré, Rabos de lagartija…
Juan GOYTISOLO En sus primeras novelas (Juego de manos, Duelo en el paraíso), aparece el mundo de la niñez y la adolescencia. En la siguiente época escribe narrativa social, y posteriormente cultiva el objetivismo con La isla o Fin de fiesta, donde critica las formas de vida de la burguésía.
Señas de identidad, Juan sin tierra…muestran un cambio total de temática y estilo, vuelve al subjetivismo y cultiva la narrativa experimental.
Las dos novelas siguientes acentúan el ataque a la cultura, la religión, a los valores de las clases dominantes e incluso a la lengua castellana, e inciden en el carácter discursivo del relato, en el que se llega a eliminar la peripecia.Goytisolo fue mucho más allá del impulso renovador, junto con su hermano Luis y Caballero Bonald.También destacan en esta línea narrativa otros autores que no se han iniciado en el Realismo social, como Juan Benet con Volverás a regíón.