1. LA NARRATIVA EN EL EXILIO
Mezclan los temas del dolor por la guerra y la patria perdida (a menudo idealizada) con las técnicas propias del Realismo de la novelística anterior.Ramón J. Sender: “Réquiem por un campesino español”.Francisco Ayala: “Los usurpadores”.
2. LA NARRATIVA ESPAÑOLA DE POSGUERRA
La Guerra Civil provoca una fisura muy profunda con la tradición anterior: quedan abandonadas las tendencias renovadoras impulsadas por Unamuno o Valle-Inclán.
2.1. LOS AÑOS CUARENTA: EL Realismo TREMENDISTA
Conviven diversas tendencias: a las notas triunfalistas, el deseo de evasión, en novelas como “La Familia de Pascual Duarte”. La época está marcada por cierta desorientación. Esta situación incierta se ve agravada por la desconexión con el pasado literario inmediato: desconocen las obras de los exiliados.Sin embargo, a pesar de las dificultades propias del momento, el género va renaciendo paulatinamente de la mano de escritores notables como Miguel Delibes, Camilo José Cela, Carmen Laforet. Una de las primeras líneas originales de esta década fue el llamado tremendismo, inaugurado por Camilo José Cela con su novela “La familia de Pascual Duarte”. En esta breve pero intensa narración, ofrece una agria visión de los aspectos más míseros y brutales de la realidad. Miguel Delibes en “La sombra del ciprés es alargada”.
2.2. LOS AÑOS CINCUENTA: EL Realismo SOCIAL
Hacia 1951 la literatura dio un giro y empezó a marchar por la senda del Realismo. 1951 es el año de publicación de “La Colmena”, obra de Cela, con la que se inicia un decenio marcado por la estética del Realismo social.Surge una generación de narradores que comparten principios ideológicos, temáticos y formales. El objetivo de estos novelistas consiste en ofrecer el testimonio de la realidad española desde una conciencia ética y cívica.El relato trata de reflejar de modo objetivo la realidad. Así, el narrador no comenta los sucesos que relata ni se implica en ellos; se limita a presentar escenas, personajes y hechos como si fuera una cámara cinematográfica. A esta forma de narrar se la denomina objetivismo. Mediante esta técnica se persigue, además de adoptar una nueva posición narrativa, eludir en cierta medida la censura. Rafael Sánchez Ferlosio, Ana María Matute…Se han señalado diversos precedentes de la narrativa objetivista: Galdós y Baroja.El grado máximo de la técnica objetivista será el conductismo, en el que el narrador se limitará a registrar la pura conducta externa de individuos o grupos y a recoger sus palabras, sin comentarios ni interpretaciones.Ciertos autores optan por una crítica más directa. El Realismo crítico consiste en la denuncia de las desigualdades y las injusticias
TEMAS, ESTILO Y AUTORES
Los temas recurrentes son el desaliento, la insatisfacción, la soledad en medio de la sociedad, y el recuerdo de la guerra.Los principales campos temáticos son la vida en el campo, el mundo del trabajo y las relaciones laborales, la ciudad, la vida de la burguésía.Los protagonistas son seres solitarios que viven aislados dentro de sus barrios o grupos. Es una soledad que nace de la desconexión entre ricos y pobres, campo y ciudad, pueblo y Estado. La razón última de esa soledad está en la división de los españoles, recrudecida por la guerra.Desplazamiento de lo individual a lo colectivo.El estilo se caracteriza por una deliberada pobreza léxica y por una tendencia a recoger los aspectos más superficiales de los registros lingüísticos populares o coloquiales.
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ILO JOSÉ CELA
Está considerado el iniciador del tremendismo, con “La familia de Pascual Duarte”, uno de los principales acontecimientos novelísticos de la posguerra.Su segunda gran obra, “La colmena” es un retrato fiel de la amarga realidad de la posguerra, condicionada por el hambre, el miedo y el sexo. La acción se desarrolla en Madrid, en los años cuarenta. No hay un único protagonista: por la novela desfilan alrededor de doscientos personajes. Se trata de un gran retrato social. Está en el límite entre lo existencial y lo social, y supone el inicio de la novela social de los cincuenta.
Miguel Delibes
Está considerado como el máximo representante del Realismo intimista. En una primera etapa aborda los temas de la tristeza y la frustración. “La sombra del ciprés es alargada”. En su segunda etapa escribe “El camino” todas ellas novelas representativas del Realismo social. Las dos primeras se enmarcan en un ambiente rural.
ANA MARÍA MATUTE
Es una escritura personal e independiente. Su obra está enmarcada por el pesimismo y dominan en su producción los tonos trágicos y sombríos. “Fiesta al noroeste”.
RAFAEL SÁNCHEZ FERLOSIO
“Alfanhuí”, la obra con la que Sánchez Ferlosio se da a conocer, narra las aventuras mágicas y las visiones del mundo del niño que da título a la novela. Puede considerarse como un antecedente del Realismo mágico. Sorprendentemente distinta es su segunda obra, “El Jarama” representante del conductismo. La novela carece de protagonista: cuenta un día de excursión de unos jóvenes a orillas del río Jarama; su argumento es casi irrelevante.Estilo: “El Jarama” es una muestra representativa de los rasgos principales de la narrativa de los años cincuenta: personaje colectivo, técnica cinematográfica y transcripción del lenguaje coloquial.