Realismo, Posromanticismo y Vanguardias: Evolución Literaria del Siglo XIX y XX

Realismo y Naturalismo: Del Romanticismo a la Observación Social

El Romanticismo deja paso a un nuevo movimiento filosófico, cultural y artístico: el Realismo. Europa atraviesa una época caracterizada por cambios y conflictos que impactan en la sociedad. Los escritores intentarán describir esa realidad. Ese deseo de transmitir la realidad a los lectores deriva en las principales características del Realismo:

  • La sustitución de temas intimistas y fantásticos por la descripción del mundo real y exterior al escritor. De ahí el auge que experimenta la novela, el género más apto para reproducir la realidad.
  • El intento de abarcar toda la realidad, los ambientes familiares y sociales en que se mueve el personaje. Esto explica la minuciosidad con que se describe su pasado, el entorno en que se mueve, sus ideas políticas o morales.
  • La tendencia a la omnisciencia del narrador. Para poder ofrecer lo que piensan y sienten los personajes, sus secretos, etc.
  • El afán de objetividad, para hacernos creíbles sus historias, intenta ocultar el punto de vista personal, a diferencia del gusto romántico. Ello no impide tomar partido en los problemas de su tiempo.

Realismo en Francia

Stendhal

Stendhal, cuyo nombre real era Henri Beyle, se aleja del Romanticismo creando una obra basada en el análisis y la observación. Su capacidad para escudriñar el alma humana y su estilo claro y preciso lo convierten en el iniciador del movimiento realista y un maestro de la novela psicológica. En Rojo y negro relata las inútiles tentativas del hijo de un aldeano, cínico y ambicioso, por introducirse en la gran sociedad.

Balzac

A Balzac le gustaba la riqueza, el lujo y los placeres, lo que le obligaba constantemente a escribir para saldar sus deudas. Militó en los sectores políticos más reaccionarios; en sus obras, a veces defendía el trono y los pilares de la sociedad y en otras se identificaba con el pueblo. Pensaba que el literato está obligado a trazar un panorama completo de la sociedad, por lo que proyectó una obra de gran calidad, La comedia humana, que contendría todos los tipos y posiciones sociales, la fisonomía y el carácter de cada hombre o mujer, etc. De las cien novelas que debía comprender, Balzac solo terminó veinticuatro y varias series de narraciones. Entre sus novelas destacan Eugenia Grandet y Papá Goriot.

Flaubert

Flaubert es considerado el mejor novelista de su siglo y el fundador de la novela contemporánea. A sus capacidades para describir escenarios y ambientes se une una visión desesperanzada de la vida y un anhelo de objetividad. El afán realista le lleva a documentarse mediante la observación de las personas y la lectura. El afán de objetividad le hace neutral ante los conflictos que plantea. Para elevar lo vulgar a la categoría de bello, trabaja incansablemente el estilo, término que para él no solo abarca el tratamiento del lenguaje, sino todo lo referente a la estructura del punto de vista narrativo y la organización del tiempo. De ahí que escribiera con mucha lentitud y que corrigiera sin cesar. Además de Madame Bovary, entre sus novelas destacan Salambó y La educación sentimental.

Realismo en Rusia

Características

La literatura rusa coincide con una de las épocas más negras del país. El retraso y la pobreza se unen a la represión social y a la censura con la que los últimos zares intentaron frenar las ideas revolucionarias. Los escritores se solidarizaron con el pueblo denunciando los males que afectaban al país. Las novelas de este período se distinguen por:

  • Un fuerte contenido social y un detallado estudio de los caracteres.
  • Una inclinación a mostrar el dolor humano.
  • Un tono pesimista y sombrío.

Tolstoi

Tolstoi se dirige hacia la sociedad aristocrática del pasado, cuyos valores han de edificar el presente. Así ocurre en Guerra y paz, evocación de las campañas napoleónicas en Rusia, donde se entretejen los destinos individuales de sus personajes. En Ana Karenina, relata el adulterio de una mujer, que acabará suicidándose acosada por la sociedad que no admite la transgresión de sus costumbres puritanas.

Chéjov

Chéjov logró el mejor teatro de su época. Compaginó su trabajo de médico con la publicación de relatos breves en periódicos.

  • Cuentos: Por sus relatos breves pasan muchos tipos del campo, de la gran urbe y, sobre todo, de las pequeñas ciudades provincianas. Recrea sus vidas con humor y ternura, no exentos de crítica. Con breves instantáneas sin apenas argumento, logró dar al cuento una nueva dimensión, tan cercana a la poesía como a la narrativa. Sus cuentos son una especie de comedia humana rusa donde tienen cabida todas las clases sociales, sobre todo las bajas.
  • Teatro: Durante el Realismo, se desarrolla en Europa un tipo de drama de escasa calidad, con escenas costumbristas que exaltan valores familiares y el amor conyugal. Chéjov se desmarca de esos presupuestos y lleva a sus obras de teatro la misma conjunción de cotidianidad, lirismo, etc. El tema principal es la frustración.

Inglaterra

El Realismo coincide en Inglaterra con el reinado de la reina Victoria, período de industrialización y explotación de los obreros. El crítico más sutil fue Charles Dickens. Su obra narrativa nace de su experiencia personal y de la observación de la sociedad. Se caracteriza por:

  • Enredos melodramáticos y el sentimentalismo, que utiliza para denunciar los abusos de las instituciones victorianas.
  • El humorismo con el que dulcifica su crítica.
  • La viveza del estilo con el que reproduce los barrios y el habla.

Sus obras más importantes fueron Oliver Twist y David Copperfield.

Posromanticismo: La Búsqueda de la Belleza y la Rebelión contra lo Cotidiano

El Realismo buscó su forma de expresión a través de la novela y el teatro, no de la poesía, que cuadraba mal con las preocupaciones sociales y con el afán de hacer de la literatura un espejo de la vida cotidiana. Como rechazo a esto, se produce en el último tercio del siglo XIX una reacción de tipo idealista o posromántica. Se caracteriza por:

  • Los escritores se rebelan contra los valores y costumbres, y eligen un tipo de vida más irregular y marginal.
  • Como consecuencia de lo anterior, se entregan a la bohemia, un modo antiburgués de concebir la vida y el arte. La bohemia ofrece dos caras: el dandismo y el malditismo.
  • Los autores consideran que el fin último del arte ha de ser la belleza, no la reproducción de los aspectos grises de la realidad ni la denuncia de un estado de cosas que no pueden cambiar. Con ellos nace el arte y el artista contemporáneo.

Parnasianismo

El Romanticismo estaba, en la segunda mitad del siglo, ante un callejón sin salida. Bajo el lema «el arte por el arte», los poetas parnasianos defienden una poesía serena, impasible, con valor en sí misma, que haga oídos sordos a los sentimientos personales como a los problemas colectivos. Busca su inspiración en la pintura, la escultura y la historia antigua. El más destacable de los parnasianos fue Charles Leconte de Lisle.

Baudelaire

Baudelaire es considerado como el padre de la lírica del siglo XX. En él confluyen los principales movimientos del pasado y de él parten los caminos de la poesía futura:

  • Su romanticismo vital queda superado por su sentido crítico, la perfección e intensidad de sus versos y su visión moderna del hombre.
  • Algunos rasgos formales lo vinculan al Parnasianismo; pero lo apartan de él la complejidad de su mundo interior y el empleo de la intimidad como materia poética.
  • Su intento de armonizar formas y sus efectos musicales lo acercan al Simbolismo; pero lo alejan de él la densidad de sus temas.
  • La precisión y pureza de sus versos hacen de él un clásico.

Además de Las flores del mal, obra cumbre, publicó Pequeños poemas en prosa, donde recoge la realidad multiforme de la ciudad.

Simbolismo

El Simbolismo es una corriente estética surgida en Francia en 1885 que tiene como propulsor a Baudelaire. Los poetas simbolistas:

  • Conciben la poesía como algo misterioso, inexplicable, que permite descubrir los secretos que encierra la realidad, pero no nombrándolos directamente.
  • Buscan la creación de una atmósfera anímica, donde tengan cabida los ensueños más irreales y las sensaciones más íntimas.
  • Liberan el lenguaje en busca de la «palabra total», nueva, y gustan de los vocablos raros, la sintaxis compleja y las innovaciones métricas.

Verlaine

La poesía de Verlaine radica en la levedad con la que recrea sus indefinibles estados de ánimo, en la sencillez del lenguaje y en la sinceridad que transmite sus vivencias, que oscilan entre la perversión y el arrepentimiento. Fiestas galantes está compuesta por evocaciones llenas de voluptuosidad y melancolía. Romanzas sin palabras es una especie de diario de aventuras con Rimbaud.

Rimbaud

Rimbaud fue un genio de asombrosa precocidad y fugacidad. Encontramos a un joven Rimbaud que canta, en la línea de Victor Hugo y los parnasianos, los amores y paisajes; y a un Rimbaud joven, rebelde y blasfemo que asombra por su originalidad y estilo. En Iluminaciones y Una temporada en el infierno, hay un Rimbaud alucinado, profético y sombrío.

Mallarmé

Mallarmé llevó una vida rutinaria de profesor de inglés que contrasta con la profundidad de su pensamiento. Su tema central es la propia poesía, que intenta crear con un lenguaje nuevo, ilógico, al margen de la semántica. Publicó su escasa obra con el título de Verso y prosa. En ella figuran los poemas largos Herodías y La siesta de un fauno.

La Poesía del Siglo XX: Vanguardias, Existencialismo y Compromiso Social

La poesía del siglo XX se divide en cuatro grandes grupos:

  • Los vanguardistas, sobre todo el Surrealismo.
  • La poesía que podríamos llamar «pura».
  • La poesía existencial.
  • La poesía social.

Las vanguardias poéticas de principios de siglo fueron el primer intento de la literatura de romper con el pasado. Ya no se escribe para imitar la realidad, sino para interpretarla libremente. Por eso, las obras resultantes son grotescas, abstractas, ilógicas… Es una manera de protestar contra lo que les rodea. Junto a estas escuelas encontramos poetas que recorren caminos personales en busca de la esencia de la poesía. Es lo que hemos llamado «poesía pura». Otros utilizan la poesía para manifestar su angustia interior. No encuentran consuelo en Dios, y presentan al hombre en la más absoluta soledad, frente a lo absurdo de su existencia. Es la denominada «poesía existencial». Frente a la poesía existencial y pura, encontramos unos escritores comprometidos, que se proponen denunciar las injusticias que afectan a la sociedad: es la «poesía social».

Los Vanguardismos

Reciben este nombre los movimientos estéticos que intentaron abrir nuevos caminos al arte y la literatura. Todos ellos afirman que la belleza no puede percibirse a través de la realidad y las emociones, sino de la inteligencia. Hubo varios movimientos de vanguardia: Futurismo, Cubismo, Surrealismo… De todos ellos, fue este último el que dejó más huella en la poesía posterior.

Futurismo y Cubismo

El Futurismo nació en Italia, con Marinetti, que acabó a favor del fascismo. En Rusia fue Maiakovski, quien se convirtió en cantor de las ideas socialistas. Ambos ensalzan el progreso y elevan a símbolos de la civilización la máquina y el deporte. Para dotar de dinamismo al lenguaje eliminan la puntuación y quiebran la sintaxis. El Cubismo lo inició el francés Apollinaire, a partir de algunos presupuestos futuristas. En su libro Caligramas utiliza asociaciones arbitrarias, rompe con las normas lingüísticas y dispone los versos para lograr poemas-dibujos.

Dadaísmo y Ultraísmo

El Dadaísmo nació en Suiza de la mano de Tristan Tzara, quien lo trasplantó a París. Negaba todo sin proponer otra alternativa que el caos y lo absurdo. Su mayor mérito está en haber preparado el terreno al Surrealismo. El Ultraísmo o Creacionismo lo inició el chileno Vicente Huidobro. Según él, el poeta no debe reproducir la realidad, sino crearla al azar, mediante la eliminación de todo referente real y una gran libertad formal. El argentino Luis Borges se adscribió en su juventud al Ultraísmo. Escribió poesía y ensayo, pero en los relatos cortos alcanzó la perfección. Con una prosa ágil y brillante, nos transmite sus obsesiones intelectuales, encarnándolas en diversos símbolos: caminos, laberintos…

Surrealismo

Fue la mayor revolución poética del siglo. El Surrealismo persigue la liberación integral del ser humano por diferentes vías:

  • Sacando a flote sus impulsos reprimidos en el inconsciente, lo que lleva al desprecio de la realidad común para acceder a otras.
  • Comprometiéndose políticamente para liberar de la injusticia.
  • Rescatando el lenguaje de los dominios de la razón, mediante la escritura automática, asociaciones libres de palabras, etc.

La influencia de este movimiento se ha dejado sentir en toda la poesía del siglo XX y en otras artes, como la pintura y el cine.

Francia y Portugal

Valéry es el máximo representante de la «poesía pura», que es una poesía esencial, cargada de ideas sin concesiones al sentimentalismo. En El cementerio marino, poema escrito en versos clásicos de gran elegancia, utiliza el mar, contemplado desde un cementerio, para transmitir sus reflexiones sobre el ser y la nada. Saint-John Perse fue un francés que se exilió en Estados Unidos a raíz de la guerra de los años 40. En Anábasis canta el poder civilizador de la humanidad. Con un lenguaje elaborado, cargado de imágenes visionarias, nos traslada a una época heroica, donde sentimos la presencia de la naturaleza y la creación de un imperio. El portugués Pessoa necesitó desdoblarse en varios «yo» para expresar la multiplicidad de su yo.

Grecia y Alemania

Kavafis no publicó sus poemas en libros; los difundía en hojas sueltas entre sus conocidos. Canta a los héroes de La Ilíada con un afán ejemplificador y como medio de evocar la fugacidad de la vida y el amor. Celan, rumano de origen judío, soportó la invasión de su país por los nazis. Se instaló en París, donde se suicidó arrojándose al Sena. En él confluyen el Simbolismo, la tradición hebrea y el Surrealismo.

Inglaterra y Estados Unidos

La poesía de Yeats gira sobre dos ejes básicos: la defensa de la identidad nacional de Irlanda y la exploración de los misterios psíquicos y sobrenaturales. De la primera nace su interés por los mitos y el folclore de su tierra; de la segunda, su abundante y difícil simbología. La rosa y El viento entre los cañas son de influencia simbolista. Pound buscó en Europa modelos de vida diferentes a los norteamericanos. Por su apoyo al fascismo fue recluido doce años en un psiquiátrico de su país. Retocó y amplió sus Cantos a lo largo de cuarenta años, hasta lograr una de las obras poéticas más monumentales del siglo XX, una especie de poema sobre la humanidad. Eliot, aristócrata norteamericano, en La tierra baldía ofrece un panorama desolador de nuestra civilización. A través de un densísimo tejido de mitos, símbolos, metáforas y alusiones culturales, expresa el sentimiento de fracaso y desengaño de la sociedad de entreguerras.

La Novela del Siglo XX: Existencialismo, Compromiso Social y Experimentación

En la novela del siglo pasado pueden establecerse unas corrientes o grupos similares a los que vimos en poesía: novelas de contenido religioso y existenciales, novelas sociales y novelas experimentales. Unos buscan respuestas en la religión tratando de encontrar en ella una razón; otros enfrentan al ser humano al absurdo de su existencia. Los autores de novela social tratan de contribuir con sus obras al cambio de la sociedad. Llamamos «novela experimental» a aquella que rompe con la forma tradicional de la narración alterando sus componentes:

  • La acción se desarrolla fragmentariamente, dejando zonas que el lector ha de interpretar por su cuenta.
  • El tiempo no discurre linealmente, avanza y retrocede a cada paso.
  • El héroe clásico es reemplazado por un antihéroe.
  • Hay varios narradores, incluso en ocasiones caóticos monólogos internos.

Kafka

El Existencialismo, como corriente filosófica y literaria, se desarrolló después de la Segunda Guerra Mundial, pero ya desde principios de siglo aparecen algunos precursores. Así ocurre con Kafka (1883-1924), un modesto empleado de Praga, que logró plasmar en sus obras los graves problemas que afectarían al hombre del siglo XX: la deshumanización, la pérdida de identidad, la angustia por una existencia cuyo sentido se le escapa, la confusión ante oscuros poderes que lo zarandean a su antojo, la soledad, el vacío, la incomunicación. Kafka construye sus novelas (La metamorfosis, El proceso, El castillo) conjugando el realismo con los hechos más insólitos y hace a sus personajes símbolos universales.

Sartre

Para Jean-Paul Sartre (1905-1980) el ser humano es una existencia entre dos nadas. La angustia que lo corroe tiene su origen en la necesidad de hacerse a sí mismo y de ejercer la libertad a la que está condenado tras la muerte de Dios. La única rebeldía posible es la acción. Su novela más conocida es La náusea. En teatro destaca La mosca, donde el mito de Electra le sirve para denunciar que quien calla ante la injusticia colabora con ella.

Camus

Albert Camus (1913-1960) nació en Argelia en una familia de obreros. Murió víctima de un accidente de automóvil. Para él, el absurdo no radica tanto en el hombre en sí, como en su desajuste con el mundo. Frente al absurdo no cabe la evasión, ni el suicidio, sino la rebeldía total y constante de enfrentarse a él para conquistar la realidad. Entre sus novelas destacan La peste y El extranjero. En esta última, el protagonista se siente extraño en el mundo, ajeno a toda ley y a toda moral, hasta el punto de cometer un asesinato gratuito y aceptar la condena a muerte con total insensibilidad. Escribió también obras de teatro.

La Renovación de las Técnicas Narrativas: Proust y Joyce

La novela ha sido siempre un vehículo de expresión de la realidad humana. Hasta el siglo XIX retrató una realidad más o menos conflictiva. En el siglo XX nos mostrará una imagen del hombre y el mundo caótica. Los novelistas cambian la manera de presentar la realidad; actúan sobre aspectos técnicos del género: tiempo, personaje, narrador y lector, del que exigen una participación activa. La experimentación comienza a principios de siglo con Kafka y Proust, alcanza su máxima expresión en Joyce y se mantiene durante la segunda mitad, como en la «nueva novela francesa».

Proust

Marcel Proust (1871-1922) disipó su juventud en los elegantes salones parisinos, hasta los 40 años, mediante la composición de una magna obra que le ocupó el resto de su vida: En busca del tiempo perdido. En los siete libros de que consta evoca las peripecias vitales y sentimentales del protagonista. El vaivén temporal, según los caprichos del recuerdo, junto a descripciones de un lirismo insuperable y, sobre todo, la complejidad estructural de la novela, hacen que estemos ante una nueva manera de narrar que tiene poco que ver con la de Flaubert o Dostoievski.

Joyce

El mismo año de la muerte de Proust publicó el irlandés James Joyce (1882-1941) su Ulises, la obra más novedosa e influyente del siglo XX. Concebida como el reverso de La Odisea, se recoge en ella un día cualquiera de una vida cualquiera. La mediocridad del ambiente y los personajes nos muestra una sociedad vulgar. Joyce subvierte sistemáticamente las técnicas narrativas clásicas, logrando así la más profunda revolución en la novela. El lector se encuentra ante un confuso rompecabezas, donde el hilo conductor no es el argumento ni los personajes, sino el mismo lenguaje.

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