Realismo, Naturalismo, Generación del 98 y Modernismo: Corrientes Literarias en España

Contexto Histórico y Social del Siglo XIX

La segunda mitad del siglo XIX, en los países europeos más avanzados, se caracteriza por la consolidación del sistema de producción capitalista. Ello supuso notables cambios sociales y políticos, que trajeron consigo lo que se conoce como los estados modernos, con un gobierno central, una legislación unitaria, un sistema fiscal común a todo el territorio, etc.

En el plano social, se desarrollaron enormemente la burguesía y el proletariado, con enfrentamientos constantes. Este último se vio fortalecido por la creación de las organizaciones socialistas y anarquistas, así como la constitución de la Asociación Internacional de Trabajadores.

Realismo

Este movimiento pretende reflejar la realidad tal y como es, mostrando no solo los aspectos agradables, sino también aquellos más difíciles.

Sus características más destacadas son:

  • El análisis y observación, acercándose a técnicas casi científicas.
  • La inclinación por la novela, como medio para reflejar más fielmente la época.
  • La contextualización contemporánea, utilizando un marco espacio-temporal próximo para conseguir mayor objetividad, con acciones creíbles y adaptadas a la situación concreta de cada personaje.
  • La crítica social, para denunciar aspectos de la sociedad del momento.

Naturalismo

La idea principal de este movimiento, muy de la mano del positivismo, es que el ser humano está determinado por las leyes de la herencia biológica, el medio social y el momento histórico y, por tanto, no es libre. El francés Émile Zola está considerado como el principal teórico de esta tendencia y, en España, autores como Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas «Clarín» y Emilia Pardo Bazán aportaron rasgos de la misma en algunas de sus obras.

Características del Naturalismo

  • Defendía que la literatura no debía limitarse a observar y reflejar la realidad, sino que tenía que interpretar los diferentes hechos cotidianos e, incluso, proponer soluciones.
  • Debía analizar las realidades más desagradables o problemáticas.
  • Buscar la raíz del problema, por herencia familiar (física o psicológica), los medios sociales o ambientes desfavorables.
  • Intentar encontrar soluciones mediante alternativas saludables o educativas.
  • Acercar la literatura a conceptos y preceptos científicos.

La Generación del 98

La Generación del 98 fue un movimiento literario y cultural en España que surgió tras la crisis de 1898, cuando el país perdió sus últimas colonias. Este evento provocó una profunda reflexión sobre la identidad nacional, el destino de España y sus problemas sociales y políticos.

Los escritores de esta generación, como Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Pío Baroja y Azorín, se caracterizaron por su preocupación por el futuro de la nación y su crítica a la sociedad de la época. Su obra abarca temas como la angustia existencial, la búsqueda de un sentido para España y el análisis de su historia.

Estéticamente, se alejan del modernismo y buscan una expresión más auténtica y sencilla, a menudo centrada en el paisaje y la realidad española.

La Generación del 98 dejó una influencia duradera en la literatura y el pensamiento español, contribuyendo a un cambio en la percepción de la identidad nacional y promoviendo una renovación cultural que se extendería a las generaciones posteriores.

El Modernismo en España

El modernismo en España, que se desarrolló principalmente entre finales del siglo XIX y principios del XX, fue un movimiento literario y artístico que buscaba romper con las convenciones del realismo y el naturalismo, abogando por la renovación estética y la exploración de la subjetividad. Aunque se inspiró en corrientes como el simbolismo y el parnasianismo franceses, el modernismo español adquirió características propias.

Figuras destacadas incluyen a Ramón María del Valle-Inclán, Antonio Machado y, especialmente, a Rubén Darío, quien, aunque nicaragüense, tuvo un gran impacto en el modernismo español. Los modernistas experimentaron con el lenguaje, la métrica y los temas, incorporando elementos de la naturaleza, la mitología y la espiritualidad.

El modernismo también se manifestó en otras disciplinas, como la pintura y la arquitectura, reflejando un deseo de innovación y belleza. Aunque fue un fenómeno que buscaba la renovación, también sirvió como crítica a la sociedad de la época, cuestionando las normas establecidas y explorando nuevas formas de expresión. Su legado ha perdurado, influyendo en movimientos literarios posteriores y enriqueciendo la cultura española.

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