NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS
Si en 1914 (empieza la Primera Guerra Mundial) comienza una nueva etapa para Europa, España va a sufrir profundos cambios a partir de la misma fecha.
Los nuevos caminos en la
producción literaria son muy variados. Con el tiempo, tres “etiquetas” se han
impuesto entre la crítica:
Novecentismo, Vanguardismo, Generación del 27. Se
trata de tres ondas que se suceden y, a la vez, se superponen con amplias zonas
de coincidencia. Pero, además, cada una de esas denominaciones se aplica a
realidades bastantes complejas.
La “generación de 1914” y el Novecentismo
Una serie de efemérides significativas confirma la consolidación de esos nuevos aires intelectuales. Algunos de estos momentos importantes son:
oEjercen una labor decisiva de renovación intelectual ciertas fundaciones derivadas de la Institución Libre de Enseñanza: la “Residencia de Estudiantes” (1911)
oEn 1915 Ortega funda la revista España, órgano de los intelectuales reformistas. También en 1915 se inicia la tertulia del café Pombo, a la que acuden los nuevos escritores y artistas, presididos por Ramón Gómez de la Serna.
oEn 1916, el crítico Cansinos-Asséns publica su libro La nueva literatura, primer reconocimiento expreso de las últimas tendencias.
Las novedades no se observan solo en el terreno de la crítica y del ensayo. Junto a un Ortega o un Eugenio d´Ors, entre tantos, se han dado a conocer nuevos novelistas como Gabriel Miró o Pérez de Ayala. Y se anuncian nuevos rumbos en la lírica, presididos por Juan Ramón Jiménez. Todos estos escritores constituyen “un clima intelectual distinto”.
El Novecentismo se gestaría en la primera década del siglo XX, alcanzaría su máxima afirmación en la vida cultural hacia 1914 y conviviría con las literaturas de vanguardia en los años 20; su ocaso ideológico y estético llegaría con la politización de la literatura y de las artes a partir de 1930.
Ideología del Novecentismo
Las ideas de los novecentistas tienen sus raíces en un reformismo burgués cuyo horizonte abarca desde un liberalismo puro a posiciones social-demócratas. Además se definen por su europeísmo. Con todo, el problema de España sigue estando presente, si bien con una revisión más rigurosa y serena de la cuestión.
El Novecentismo y la estética
Los novecentistas presentan una serie de orientaciones comunes.
El punto de partida de la nueva estética sería la citada reacción contra lo decimonónico y sus secuelas. Ello conduce a posiciones no sólo antirrománticas, sino también contrarias a un realismo chato.
El ensayo
Es notable el lugar que en ella ocupan los ensayistas. Los más destacados son Eugenio D´Ors, Gregorio Marañón, Manuel Azaña y, como no, Ortega y Gasset.
La novela
Conviven en la época diversas tendencias que pueden repartirse en dos líneas: de una parte, los novelistas que continúan modos narrativos de etapas anteriores; de otra, diversos intentos de renovación, algunos de los cuales enlazarán con las vanguardias.
Entre las primeras tendencias, destaca el realismo tradicional de Concha Espina.
Entre los autores que suponen una renovación de la novela, se hallan Gabriel Miró y Ramón Pérez de Ayala.
La poesía
Juan Ramón Jiménez en su etapa de producción de “Poesía desnuda”.
El Vanguardismo: una nueva ruptura
Los novecentistas habían introducido novedades; sin embargo, no podría hablarse de “ruptura” con respeto a la literatura precedente, sino de “depuración”, etc. En cambio, una verdadera ruptura es lo que significan los movimientos de vanguardia.
Los “ismos” vanguardistas se suceden a un ritmo muy rápido: Fauvismo, Futurismo, Expresionismo, Imaginismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo, etc.
Penetración y desarrollo del Vanguardismo en España
Hacia 1914 se perciben en España una nueva sensibilidad y unas nuevas orientaciones estéticas, que se acentuarán en los años 20. Y alcanza una intensidad inusitada la fiebre de exploración estética, en busca de nuevas formas, de un nuevo lenguaje. Todo indica que nuestros creadores están perfectamente sintonizados con las vanguardias europeas.
En literatura, las vanguardias tienen como pionero a Ramón Gómez de la Serna. Él funda en 1908 la inquieta revista Prometeo, donde publica, ya en 1910, un manifiesto futurista. Y desde entonces, no dejará de difundir entre nosotros cuantas novedades se produzcan en el panorama europeo.
En el ambiente literario del momento, hay que destacar las tertulias y revistas en que el Vanguardismo halla acogida o comentario. Son famosas las tertulias del Café de Pombo, presidida por “Ramón”. Son muchas las revistas que ejercieron un papel relevante, pese a su vida efímera; pero, destacan dos revistas esenciales : la Revista de Occidente y La Gaceta literaria
En síntesis, pueden distinguirse las cuatro etapas siguientes en el desarrollo del Vanguardismo español:
1.- De 1908 a 1918. Primeras manifestaciones de una literatura de vanguardia, protagonizadas por “Ramón”
2.- De 1918 a 1925. Son los años presididos por el Ultraísmo y el Creacionismo
3.- de 1925 a 1930. Influjo dominante del Surrealismo y, con ello, se inicia una proceso de “rehumanización”
4.- De 1930 a 1936. Las inquietudes del momento llevan hacia “un nuevo Romanticismo”
En todo este panorama el autor que fue precursor y figura destacada de nuestras vanguardias fue Ramón