Influencias del movimiento modernista
El parnasianismo
Movimiento poético francés de la segunda mitad del Siglo XIX, caracterizado por su inclinación hacia una poesía de la más serena objetividad en el fondo y la más clásica perfección de la forma.
Defienden el arte por el arte, es decir, la perfección formal. Seleccionan el léxico para escapar de toda fealdad o vulgaridad.
El simbolismo
Los simbolistas creen en la correspondencia entre las percepciones sensoriales y la vida espiritual.
Dotan a las palabras de un fuerte valor emotivo. Dan entrada a lo irracional y buscan lo oculto que existe más allá de la realidad corriente. El poeta se sirve para lograrlo de figuras retóricas como la sinestesia y el símbolo.
El decadentismo
Sus seguidores reivindican el encanto de lo prohibido o lo escandaloso, etc.; por eso, su actitud es bohemia y anarquista, porque no se ajusta a las convenciones sociales, pero también es aristocrática por su búsqueda de la belleza. A todo ello hay que añadir la influencia de los ROMánticos, de los que admiran su rebeldía, su gusto por lo irracional.
Rasgos esenciales de la poesía modernista
Los poetas modernistas, descontentos con la realidad, se enfrentan a la estética dominante y realizan una profunda renovación literaria.
La estética modernista se caracteriza por el rechazo de lo cotidiano y por la búsqueda de la belleza y de la perfección en las formas.
1) La renovación temática
temas relacionados con su concepción del mundo:
La búsqueda de la belleza, único medio de huir de la realidad cotidiana y mostrar su desacuerdo con ella, es el principal motivo artístico. Se manifiesta sobre todo en las evocaciones históricas y legendarias (evasión en el tiempo y en el espacio): el mundo oriental, la Edad Media, la mitología griega, etc. En estas evocaciones de tiempos pasados abundan los motivos coloristas: ninfas y dioses, jardines, palacios y castillos, cisnes -símbolo de belleza-, princesas, salones cortesanos, fiestas galantes, etc. Todo un mundo de belleza refinada y aristocrática, opuesto, según los modernistas, a la vulgaridad de la vida burguesa; lo bello e inútil se antepone a lo utilitario y materialista. El refinamiento, el gusto por la elegancia se aprecian en el léxico: las palabras se seleccionan por su brillantez, su rareza y su capacidad de sugerencia.
En relación con lo anterior aparece el cosmopolitismo:
París, ciudad cosmopolita por excelencia, símbolo de lo exquisito y aristocrático, se convierte en el centro del mundo modernista. Y, paradójicamente, otro de sus temas es lo indígena, lo autóctono.
La utilización del símbolo y el mito:
Los escritores modernistas utilizan símbolos para crear sensaciones y evocar lo que no puede expresarse por procedimientos racionales. Entre los símbolos preferidos destacan el color azul y el cisne, que puede tener distintos significados: representa la belleza, la pureza, la elegancia, la aspiración ideal, lo aristocrático; significa también el poeta, el encanto mágico y el misterio. También recurren a mitos clásicos como fuente de inspiración: Venus, Adonis, Orfeo…
Lo oculto o religioso
Se recogen elementos del Budismo, el Cristianismo, y la filosofía y religión griegas. Como Pitágoras, se cree en el ritmo y la armónía universales. Al modernista le atraen el misterio, lo espiritual.
El amor y el erotismo
En unos casos se sublima el sentimiento amoroso y, en otros, se resaltan los aspectos más sensuales. Aparece tanto la idealización de la amada como la pasión desenfrenada.
la expresión de la intimidad personal (el llamado Modernismo interior): la melancolía y la tristeza como manifestaciones del malestar existencial, sentimientos envueltos casi siempre en ambientes otoñales, parques solitarios, tardes grises, etc.,
2) La renovación de la lengua poética
El Modernismo inicia una renovación completa de la lengua poética.
Con el fin de conseguir el goce de los sentidos y la sugerencia de lo suave y delicado, los poetas utilizan los siguientes recursos:
Los efectos sonoros de las palabras, que se consiguen gracias al uso de esdrújulas, una profusa adjetivación (se concede mucha importancia al epíteto) y las más variadas figuras retóricas: aliteraciones (la libélula vaga de una vaga ilusión), sinestesias (para ver de sus ojos la dulzura de luz), que permiten sugerir la mezcla de sensaciones (la percepción de lo visual, lo táctil, lo olfativo…), abundancia de metáforas e imágenes originales, y todo tipo de recursos que contribuyan a crear ritmo (como las figuras de orden sintáctico) y efectos evocadores.
Un vocabulario insólito que alude a realidades exóticas y exquisitas (acanto, crisantemo, heliotropo, salterio…), a nombres de héroes y dioses (Jasón, Pan, Afrodita…), a realidades arcaicas misteriosas o aristocráticas (pagodas, castillos, odaliscas, marquesas…), o al mundo fantástico de los cuentos infantiles (Un quiosco de malaquita / un gran manto de tisú…). El léxico se llena de cultismos, neologismos y arcaísmos.
El colorido o cromatismo que va de los colores suaves a los más fuertes, a menudo dependiendo de la observación subjetiva del paisaje. Se pretendía conseguir efectos impresionistas que lograron mediante la sinestesia, los matices cromáticos y la musicalidad.
3) La renovación métrica
El ritmo es un elemento fundamental del Modernismo. No sólo se persigue una sonoridad nueva, sino también la correspondencia entre sentimiento y musicalidad.
La renovación métrica afectará a los siguientes elementos:
Los versos
Se utilizan versos antiguos, como el hexámetro grecolatino, y otros de procedencia francesa. Los preferidos, son el alejandrino, con una nueva acentuación; el eneasílabo y el dodecasílabo, junto a los tradicionales endecasílabo y octosílabo. Los encabalgamientos y las rimas internas rompen la cadencia habitual del verso. Son frecuentes las series de endecasílabos blancos (sin rima). En un mismo poema se combinan metros diferentes, acomodándolos al sentimiento o a la sensación que se pretende sugerir. En cuanto a la rima, se alternan la asonante y la consonante, y se va preparando el camino para el poema en prosa y el verso libre.
Las estrofas
La composición estrófica preferida sigue siendo el soneto, aunque con importantes variaciones de rima y longitud del verso. Se usan también la estrofa de pie quebrado y la silva asonantada, y se recuperan algunas estrofas en desuso, como la cuaderna vía.
En conclusión, la poesía modernista es a menudo una explosión sensual donde los colores, los sonidos, los aromas, los sabores y las impresiones táctiles impregnan las evocaciones del paisaje y sus figuras a través de una estilización e idealización extremas; pero, por otra parte, también se introducen los tonos grises e intimistas de la sensibilidad, buscando siempre la belleza y renovando temática y formalmente la lírica.
Autores y obras de la poesía modernista
Rubén Darío
destacamos a Rubén Darío, como representante fundamental de la poesía modernista. Destaca Azul, publicada en 1888, que incluye cuentos breves y algunos poemas, recrea un mundo de hadas, princesas, centauros, cisnes…; se observa claramente la influencia del parnasianismo y su concepción del arte por el arte y la búsqueda de la perfección y la belleza formal.
Igualmente destaca la utilización de símbolos entre los que destacan el color azul, al cual el propio Darío define como el color del ensueño, el color del arte, y firmamental y el cisne, ave en el que se unen ingredientes sensuales y el encanto de lo caballeresco; el cisne es símbolo de lo blanco, de la pureza, del ideal, lo aristocrático y lo misterioso.
Unos años después, Darío publicó Prosas Profanas, cuyo tema por excelencia es el del placer erótico, aunque también aparecen poemas relacionados con el arte, el tiempo, la vida, la muerte o la religión.
Por último, en el libro aparecen también temas españoles como la exaltación de lo andaluz y las referencias a la épica medieval.
Por último, en Cantos de vida y esperanza, aparece una expresión más sombría.
Los temas básicos de esta obra son los problemas del mundo hispánico y la reflexión existencial.
Busca revalidar la cultura hispánica con poemas como Un soneto a Cervantes. En algunos de los poemas de este libro se expresa la situación de cansancio y amargura del poeta ante la vida ya trascurrida, llegando al profundo pesimismo
Antonio Machado
Su poesía está fuertemente influida por los presupuestos del Simbolismo. Uno de los grandes temas de la poesía machadiana es el tiempo;
Los otros dos temas, el sueño y el amor.
En su obra Soledades.Galerías.Otros poemas, se percibe la predilección por determinados ambientes como los jardines sombríos, el otoño y la puesta de sol. Se expresa en la obra la reacción del yo poético ante la naturaleza y el problema de la muerte.
Los símbolos que aparecen en la obra son: la tarde, el agua y la fuente, el huerto, el jardín y los caminos.
En Campos de Castilla no existe una vinculación tan estrecha con el Simbolismo. El tema principal de los primeros poemas es la decadencia de
España, el carácter de sus habitantes. Aparecen algunos símbolos de larga tradición literaria como el río, que representa la vida y el mar como símbolo de lo absoluto e ilimitado.
Otros poetas
Manuel Machado, cuya poesía modernista se observa en su primer poemario Alma, donde aparecen paisajes exóticos, el erotismo y el amor por lo hispánico. Posteriormente publica El mal poema, una colección de versos sobre lo sucio y lo grosero de la vida en la ciudad. En su obra Cante hondo cultiva el género popular.
Miguel de Unamuno presenta una poesía alejada del simbolismo. Su poesía parte de la vivencia y de la experiencia. Trata tres grandes temas:
La familia, la patria y la religión
Su obra poética más valorada es de índole religiosa: