Prosa y Poesía en el Renacimiento Español: Del Idealismo al Misticismo

La Prosa Idealista del Siglo XVI

La imprenta influyó notablemente en el éxito de la narrativa en prosa durante el siglo XVI. Esta prosa se caracterizaba, en gran medida, por su carácter idealista: presentaba personajes nobles con sentimientos elevados y se desarrollaba en lugares ficticios o idealizados. Se recuperaba el principio clásico del docere delectando (enseñar deleitando), rescatando y adaptando diversos géneros narrativos.

Tipos de Novelas de Ficción Idealistas

Novela de Caballerías

  • Narran las hazañas extraordinarias de héroes caballerescos, a menudo de origen medieval.
  • Se caracterizan por la presencia constante de la fantasía y elementos mágicos.
  • Alcanzaron un gran éxito, reflejando el deseo de aventuras y el espíritu caballeresco, aunque ya anacrónico, de la época.
  • Fueron rechazadas por los humanistas debido a su exceso de fantasías e inverosimilitud, y por los moralistas, que repudiaban las intensas pasiones amorosas de los caballeros por sus damas.
  • Ejemplo principal: Amadís de Gaula.

Novela Bizantina

  • El desarrollo de la historia se articula a través de las numerosas peripecias y obstáculos que los protagonistas encuentran durante un largo viaje.
  • El eje central es un conflicto amoroso, que sirve para demostrar la virtud y la fidelidad inquebrantable de los personajes principales.
  • Siguen un esquema argumental repetitivo: encuentro de la pareja, separación forzosa, largo viaje lleno de peligros y reencuentro final.
  • El héroe se construye con rasgos como la nobleza, la castidad, la astucia y una profunda moralidad cristiana.
  • Ejemplo destacado: Los trabajos de Persiles y Sigismunda de Miguel de Cervantes.

Novela Morisca

  • Son relatos generalmente breves, a veces intercalados en obras mayores, que desarrollan historias de convivencia y conflicto entre cristianos y musulmanes en la frontera granadina.
  • Presentan habitualmente un final feliz y conciliador.
  • Idealizan la figura del moro, presentándolo, aunque sea el enemigo político, como un personaje que encarna altos valores caballerescos (valentía, generosidad, lealtad).
  • Ejemplo: La Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa (anónima).

El Lazarillo de Tormes y la Narrativa Realista

Frente a la idealización anterior, surge la narrativa realista, que se aleja de la visión embellecida renacentista y se acerca a la representación cruda de la realidad social. Los personajes presentan defectos y virtudes, mostrando una complejidad humana ya esbozada en obras como La Celestina. El Lazarillo de Tormes, obra fundacional de la novela picaresca, es anónima.

Estructura del Lazarillo de Tormes

Prólogo

AperturaDesarrolloCierre

Lázaro adulto

Tiempo presente

(Tratado I)

Linaje y familia

Lazarillo protagonista

Tiempo pasado (lineal)

(Fin de Tratado I al VII)

Vida con los diferentes amos

Aprendizaje / Práctica / Autonomía

Lazarillo convirtiéndose en Lázaro

Tiempo pasado (lineal)

(Resto de Tratado VII)

Lázaro adulto protagonista

Tiempo presente

Justificación del relato («el caso»)

Orígenes humildes

Amos principales:

Ciego / Clérigo / Escudero

(Tratados I, II, III)

Matrimonio y «honra»

Novedad del escrito (autobiografía)

Dificultades familiares

Otros amos:

Fraile de la Merced / Buldero / Maestro pintor

(Tratados IV, V, VI)

Situación final ambigua

Justificación de su «fortuna»

Abandono del hogar

Oficios finales:

Aguador / Ayudante de alguacil / Pregonero

(Tratados VI, VII)

Superación aparente y estado de «fortuna»

Temas en el Lazarillo de Tormes

Temas Principales

  • Narración del proceso vital y aprendizaje: Lázaro supera numerosas dificultades y, a través de sus experiencias con distintos amos, aprende a sobrevivir hasta lograr una relativa prosperidad material.
  • Crítica religiosa y social: Muchos personajes, especialmente los religiosos, muestran un comportamiento impropio (avaricia, lujuria, engaño), ofreciendo una visión crítica de la sociedad de la época.
  • La honra: La peculiar concepción de la honra (vista desde la perspectiva de un antihéroe) y la justificación de su situación final («el caso») motivan la escritura de la obra.

Temas Secundarios

  • La pobreza, el hambre y la lucha por la supervivencia.
  • El comportamiento antisocial como medio de subsistencia.
  • La hipocresía social.

Personajes Destacados

  • Lázaro: Es el prototipo de pícaro. De origen humilde y deshonroso, evoluciona desde la inocencia infantil hasta la astucia adulta, utilizando el ingenio y, a veces, el hurto para sobrevivir. Busca ascender socialmente y ser considerado un «hombre de bien», aunque sea a costa de su dignidad.
  • Personajes religiosos: Cinco de sus nueve amos pertenecen al clero, y la obra los retrata de forma muy crítica:
    • El clérigo de Maqueda: Representa la avaricia extrema.
    • El buldero: Encarna el engaño y la estafa, aprovechándose de la fe popular.
    • El fraile de la Merced: Se sugiere su falta de observancia religiosa y posible conducta licenciosa.
    • El arcipreste de San Salvador: Mantiene una relación ilícita con la mujer de Lázaro, ofreciéndole a este protección a cambio de su silencio.

Estilo del Lazarillo de Tormes

  • Realismo y verosimilitud: La obra busca reflejar la realidad de forma creíble, describiendo ambientes y personajes con detalle.
  • Lenguaje: Aunque el prólogo utiliza un registro más elevado, el cuerpo de la narración emplea un estilo llano, vivo y natural, con abundancia de frases hechas, refranes y un léxico y sintaxis generalmente sencillos, imitando el habla coloquial.
  • Humor: El humor, a menudo negro, está presente incluso en los momentos más duros y amargos, buscando la complicidad y la simpatía del lector.
  • Sátira: El humor sirve como vehículo para una profunda sátira social y anticlerical, suavizando en parte su acidez.
  • Ironía: Es un recurso constante, utilizado por Lázaro para narrar y afrontar las situaciones adversas, y como herramienta crítica.

La Poesía Lírica Religiosa: Ascética y Mística

En el contexto de la Contrarreforma católica y el ambiente espiritual intenso durante el reinado de Felipe II, surge con fuerza una profunda poesía lírica de temática religiosa. Se distinguen dos corrientes principales, que representan caminos hacia la unión con Dios:

La Vía Ascética

Busca la perfección espiritual a través del esfuerzo personal, la oración, el sacrificio y el dominio de las pasiones. Es un camino activo que implica la voluntad del creyente. Tradicionalmente, se describen varias fases en este proceso:

  • Vía purgativa: El alma se esfuerza por liberarse de los pecados y purificarse de los apegos y placeres mundanos.
  • Vía iluminativa: Una vez purificada, el alma, iluminada por la gracia, asciende espiritualmente y se acerca al conocimiento de Dios.

El principal exponente de la poesía ascética en España es Fray Luis de León.

La Vía Mística

No se considera tanto un proceso que dependa del esfuerzo humano, sino un estado de gracia extraordinario, un don concedido directamente por Dios. Culmina en la unión íntima y directa del alma con la divinidad.

  • Vía unitiva: Es la fase culminante, donde se produce la unión transformadora del alma con Dios, una experiencia que resulta inefable (difícil de expresar con palabras).

El máximo representante de la poesía mística española es San Juan de la Cruz.


Fray Luis de León (1527-1591)

Fue un destacado agustino, humanista, teólogo y escritor, que cultivó tanto la prosa (De los nombres de Cristo, La perfecta casada) como el verso. Fue también un importante traductor de textos bíblicos (como el Cantar de los Cantares) y autores clásicos. Su obra poética, de apenas 23 composiciones, no fue publicada en vida, sino póstumamente por Quevedo en 1631. En ella, predomina el uso de la lira (estrofa de cinco versos heptasílabos y endecasílabos) siguiendo el modelo clásico de Horacio. Su tema recurrente es la búsqueda de la paz interior, la armonía espiritual y la vida retirada (tópico del beatus ille) como camino para huir del mundo y acercarse a Dios.

Poemas Destacados

  • Oda a la vida retirada: Es una alabanza de la vida sencilla y apartada en contacto con la naturaleza, frente al bullicio y las vanidades de la vida cortesana. Utiliza el tópico horaciano del beatus ille («feliz aquel»).
  • Noche serena: A partir de la contemplación del cielo estrellado, el poeta expresa su anhelo de alcanzar la paz y la armonía celestiales, liberándose de la «cárcel» terrenal.
  • Oda a Francisco Salinas: Dedicada a su amigo, catedrático de música ciego, describe el poder de la música para elevar el alma, serenarla y acercarla a la armonía divina.

Estilo de Fray Luis de León

Su estilo se caracteriza por la búsqueda de la claridad, la serenidad y la armonía, logrando un perfecto equilibrio clásico. Combina magistralmente el profundo sentimiento cristiano con la perfección formal de la métrica italianizante (la lira) y la inspiración en los modelos clásicos (Horacio, Virgilio). Utiliza recursos como el hipérbaton suave, paralelismos y anáforas para dotar a sus versos de contención expresiva y gran musicalidad.


San Juan de la Cruz (1542-1591)

Juan de Yepes, reformador de la Orden Carmelita junto a Santa Teresa de Jesús, es la cumbre de la poesía mística española. Su breve pero intensa obra poética busca expresar la experiencia inefable: la unión amorosa y transformadora del alma con Dios.

Poemas Destacados

  • Cántico espiritual: Es su poema más extenso. Siguiendo el modelo del Cantar de los Cantares bíblico, presenta un diálogo alegórico entre la Esposa (el alma) que busca apasionadamente al Esposo (Dios) a través de la naturaleza. Tras un proceso de búsqueda y purificación, logra la anhelada unión mística.
  • Noche oscura del alma: Describe simbólicamente el proceso místico a través de la alegoría de una salida nocturna. El alma (la amada), en medio de la «noche» (la purificación de los sentidos y el espíritu), sale sigilosamente de su «casa» (el cuerpo y sus limitaciones) para encontrarse con el Amado (Dios), guiada únicamente por la «luz» interior del amor.
  • Llama de amor viva: Es un poema breve, de extraordinario júbilo y arrebato lírico, que expresa la experiencia de la unión ya consumada. El alma se siente herida y transformada por el toque de Dios, comparado a una «llama» que la consume y la diviniza gozosamente.

Estilo de San Juan de la Cruz

Para expresar lo inexpresable, San Juan recurre a un lenguaje cargado de símbolos (la noche, la luz, la fuente, la llama, la caza, el pastor) y alegorías, a menudo inspiradas en la lírica tradicional popular (cancioneros) y en el lenguaje amoroso humano tomado del Cantar de los Cantares. Combina la aparente sencillez de la expresión, utilizando metros tradicionales como la lira y el romance, con una profunda carga teológica y una intensidad emocional y espiritual incomparables.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *