Prosa Española del Siglo XVII: Un Recorrido por la Narrativa

La Prosa Filológica

El triunfo del humanismo se caracterizó por la importancia de la palabra como eje fundamental del pensamiento. Se refleja en la nueva consideración de las lenguas vulgares (latín).

Aparecen obras dedicadas al estudio de la lengua española. Una gran parte de estos libros están centrados en la enseñanza del español a los extranjeros. En otros casos, se trata de obras literarias anotadas (La Celestina) o de libros básicos para el conocimiento del idioma en la época clásica (El diálogo de la lengua, de Juan de Valdés).

Algunas obras, como los trabajos de Sebastián de Covarrubias y de Bernardo de Aldrete, siguen manteniendo su interés hasta el día de hoy.

Sebastián de Covarrubias

Autor del Tesoro de la lengua castellana o española, un diccionario de carácter enciclopédico y de gran envergadura. Hoy se mantiene de consulta por las informaciones sobre la época que contiene.

Bernardo de Aldrete

En Origen y principio de la lengua castellana anuncia muchas de las leyes fonéticas relativas a la transformación de los sonidos latinos al pasar al castellano, confirmados después por la lingüística moderna.

La Prosa de Ficción

La Novela Picaresca

A comienzos del siglo XVII, un fuerte sentimiento pesimista aparece en la literatura. El pesimismo encuentra su máxima expresión en las novelas picarescas. El carácter social y satírico que las caracterizó en su etapa renacentista se transforma ahora en desengaño y nostalgia.

Las novelas picarescas de esta segunda época presentan ciertos rasgos diferenciales con respecto al Lazarillo:

  • En obras como Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán y El Buscón de Quevedo, la novela adquiere un aspecto más moralizante, plasmado en escenas burlescas o satíricas, y existe menos realismo psicológico. El autor busca la brillantez, el chiste o lo ingenioso y se despreocupa de la justificación del personaje.
  • El protagonista sigue siendo un antihéroe; su vida sirve de medio para formular consejos y moralejas.
  • Desapareció la deshonra, cambiando el papel del pícaro, como en la Vida del escudero Marcos de Obregón de Vicente Espinel.
  • La Pícara Justina, cuya autoría no está clara, manifiesta una clara intención moralizadora.

El Relato Lucianesco

Surge del realismo característico de la novela picaresca. El relato lucianesco incorpora elementos mágicos y desarrolla la fantasía, manteniendo la intención moral y la visión crítica del mundo. (Los Sueños, La hora de todos y la fortuna con seso, de Quevedo).

La Novela Corta

Estos relatos breves suelen situarse en grandes ciudades y tener personajes de las clases altas. La trama gira en torno al amor y el honor.

Entre los cultivadores destacan:

  • Alonso Castillo Solórzano: su producción novelesca: la picaresca y las novelas cortas, en Tardes entretenidas.
  • María de Zayas: su didactismo y feminismo la diferencian de los escritores de su época. Sus protagonistas reivindican la misma libertad social que disfrutaba el varón de esta época. (Novelas amorosas y ejemplares).

La Novela Bizantina

Este tipo de novelas tuvo un gran desarrollo. Los amantes se ven obligados a separarse. Tras un sinfín de aventuras, vuelven a encontrarse, reforzando su amor. (El peregrino en su patria, de Lope de Vega; Los trabajos de Persiles y Sigismunda, de Cervantes).

La Novela Celestinesca

Es un tipo de novela dialogada basada en la tradición de La Celestina. Temas amorosos con la influencia de criados y alcahuetas. La Dorotea, escrita por Lope de Vega.

La Prosa de Quevedo

Novela Picaresca

El Buscón es la única novela de Quevedo. Introduce algunos cambios en la concepción de la picaresca de la época anterior: el narrador protagonista se deshumaniza, tiene un final abierto y el pícaro no sirve a distintos amos; vive una serie de aventuras a través de las cuales el autor nos da su visión de la sociedad.

Obras Satírico-Morales

  • En Los sueños, Quevedo realiza una sátira de la sociedad. El autor-narrador es transportado en sueños a un más allá fantástico habitado por tipos que son objeto de la sátira quevedesca.
  • La hora de todos y la fortuna con seso es la obra de mayor complejidad. Comienza con una fantasía mitológica: Júpiter, cansado de las lamentaciones sobre la fortuna, convoca una asamblea de los dioses en el Olimpo y decide poner remedio a la tragedia del mundo ordenando a la diosa Fortuna que reparta sus bienes de acuerdo con los merecidos de cada uno. Se produce tal confusión y desorden que Júpiter debe restaurar la injusta situación anterior.

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