Prerrenacimiento y Renacimiento: Literatura Española del Siglo XV al XVI

El Prerrenacimiento: Contexto y Características Literarias

Contexto Histórico, Social y Cultural del Siglo XV

El siglo XV marca una etapa de transición entre la Edad Media y el Renacimiento. Durante este periodo, las relaciones entre las tres comunidades que coexistían en cierta armonía (cristianos, judíos y musulmanes) se deterioran, culminando con la expulsión de los judíos y el fin de la Reconquista en 1492. Se producen continuas revueltas campesinas contra los señores feudales, generando una inestabilidad política que finaliza cuando los Reyes Católicos someten a la nobleza y concentran el poder en sus manos.

En el ámbito cultural, este siglo es trascendental debido al redescubrimiento de la cultura grecolatina por parte de humanistas italianos como Dante, Boccaccio y Petrarca. El ser humano cobra conciencia de sí mismo y de su individualidad, imponiéndose un concepto antropocéntrico de la existencia. La vida deja de ser percibida como un «valle de lágrimas» y comienza a valorarse como un espacio para el disfrute.

El Romancero: Origen y Evolución

Existen dos teorías principales sobre el origen de los romances:

  • Tesis tradicionalista (Menéndez Pidal): Los romances surgen a partir de la petición del público al juglar para que repitiera determinados pasajes de un cantar de gesta.
  • Tesis individualista: Los romances son creaciones de un solo individuo, ya que las muestras más antiguas son líricas o novelescas, y no épicas.

Evolución y Transmisión del Romancero

Los primeros romances datan de finales del siglo XIV. Se transmitían oralmente, lo que generaba diversas versiones de un mismo romance. Durante el siglo XVI, autores cultos los recopilan e incluyen en cancioneros y romanceros, fijando así las versiones. En la segunda mitad del siglo XVII, los autores cultos dejan de lado los romances, que sobreviven únicamente en la tradición oral del pueblo. Estos romances anónimos y transmitidos oralmente se agrupan bajo el nombre de Romancero viejo.

En la segunda mitad del siglo XVI, autores cultos como Lope de Vega, Quevedo, Góngora o Cervantes componen romances imitando el estilo del Romancero viejo. Estas composiciones son cultas, con una única versión, y se transmiten por escrito. Se conocen como Romancero nuevo. Se siguieron escribiendo romances incluso en el siglo XX, como el Romancero gitano de Lorca.

Jorge Manrique y las Coplas a la Muerte de su Padre

La producción poética de Jorge Manrique es escasa. Aborda tres temas principales de su tiempo: amor, reflexión y sátira. Sin embargo, ha pasado a la historia de la literatura por su poema Coplas a la muerte de su padre, una obra didáctico-moral en la que evoca y ensalza la figura paterna. En las coplas, Manrique también reflexiona sobre el sentido de la vida y el misterio de la muerte.

Género Literario de las Coplas

Las Coplas constituyen una elegía. La muerte de su padre lleva al autor a reflexionar sobre la muerte y la condición perecedera de la vida. Para aliviar la angustia, se consuela con la posibilidad de la vida eterna si se mantiene una conducta ejemplar durante la vida terrenal, un concepto característico de la Edad Media.

Estructura de las Coplas

La obra se divide en tres partes:

  • Coplas I-XIV: Reflexión general sobre la fugacidad de la vida y la inutilidad de los bienes terrenales después de la muerte.
  • Coplas XV-XXIV: Ejemplifica lo anterior con personalidades del pasado, todas víctimas del tiempo, la fortuna y la muerte.
  • Coplas XXV-XL: Elogia la vida de su padre y su forma de afrontar la muerte.

El Renacimiento: Un Nuevo Movimiento Cultural

El Renacimiento es un movimiento cultural que surge en el norte de Italia a mediados del siglo XIV y se extiende al resto de Europa durante el siglo XVI. Se denomina «Renacimiento» porque representa un resurgir de la cultura grecolatina clásica. Este movimiento, que abarca todos los aspectos de la vida, conlleva un cambio de mentalidad respecto a la Edad Media.

En España, la fecha simbólica del inicio del Renacimiento es 1526. En ese año, el emperador Carlos V se casa y visita Granada, donde coinciden los poetas italianos Castiglione (embajador del Papa) y Andrea Navagero (embajador italiano) con el poeta español Juan Boscán. Este último será animado a utilizar las formas métricas italianas en castellano.

La Poesía del Renacimiento

La poesía más escuchada por la población del siglo XVI sigue siendo la lírica tradicional y el romancero, que se transmiten a través de los cancioneros, donde convive la poesía popular con la culta. Desde finales de los años 20 y hasta la mitad del siglo, se produce la aclimatación de las nuevas formas y contenidos procedentes de Italia. Una fecha clave es 1543, año en que se publican póstumamente las obras de Juan Boscán y Garcilaso de la Vega, pioneros en la defensa de la poesía renacentista italianizante.

La rápida difusión de sus obras, especialmente las de Garcilaso, contribuye al triunfo de la nueva poesía. Esta introduce nuevos géneros, temas, versos y estrofas, además de una sensibilidad poética diferente.

La Poesía Ascético-Mística

En la segunda mitad del siglo XVI, comienza a desarrollarse un tipo de poesía religiosa cuyas figuras más importantes son Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Este cambio se debe entender a través de un acontecimiento histórico: la Contrarreforma católica, generada en el Concilio de Trento. España se cierra en sí misma para evitar el contagio protestante, la Inquisición adquiere mayor influencia en la vida de los españoles y el país vive la religiosidad con mayor profundidad. Todo esto origina, desde el punto de vista poético, dos posturas religiosas que seguirán los poetas renacentistas:

  • Ascetismo: Forma de vida que busca perfeccionar a las personas exhortando al cumplimiento de las obligaciones cristianas. Destaca Fray Luis de León.
  • Mística: Forma de vida que trata de expresar lo que algunos privilegiados experimentan en el alma al entrar en amorosa comunicación con Dios. Son autores místicos San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.

El Proceso Místico

El proceso místico, accesible solo a unos pocos elegidos, se desarrolla mediante tres fases o vías:

  1. Vía purgativa: El hombre se libera del pecado mediante la penitencia y la práctica de la virtud.
  2. Vía iluminativa: El alma se somete a Dios, renuncia a la razón y a la inteligencia humanas, y recibe una sabiduría especial que la ilumina.
  3. Vía unitiva: Supone la unión mística entre el alma y Dios. El alma se funde con Dios y es invadida por un gozo inefable, que no se puede expresar con palabras. Por ello, poetas como San Juan de la Cruz tienden a expresar esta fase con abundante simbología. La culminación de la unión mística es el éxtasis.

Las dos primeras vías son comunes a ascetas y místicos. A la tercera solo llegan almas privilegiadas, los místicos, por una gracia especialísima de Dios.

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