El Grupo Poético del 27: Un Hito en la Literatura Española
Las denominaciones Generación del 27 y Grupo poético del 27 suelen emplearse indistintamente para nombrar a una decena de poetas que coincidieron en el ambiente literario madrileño durante los años de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). En sentido estricto, se trata de un grupo poético, dentro de una generación histórica a la que, por edad, pertenecen otros escritores, artistas o intelectuales.
Miembros del Grupo Poético del 27
Los poetas que lo integran son:
- Pedro Salinas
- Jorge Guillén
- Gerardo Diego
- Dámaso Alonso
- Vicente Aleixandre
- Rafael Alberti
- Federico García Lorca
- Luis Cernuda
- Emilio Prados
- Manuel Altolaguirre
Todos nacieron entre finales del XIX y principios del XX; contaban, por tanto, entre veinte y treinta años en 1927. Ese año, algunos poetas del grupo participaron, en el Ateneo de Sevilla, en un acto conmemorativo del tercer centenario de la muerte de Góngora, en cuya recuperación se empeñaron. Este homenaje reforzó su unión, anterior a este acto, pues algunos de ellos convivían en la Residencia de Estudiantes, donde coincidieron con Dalí y Buñuel, también estudiantes, y con Juan Ramón Jiménez, que dirigía las publicaciones de la Residencia, poeta admirado por el grupo.
Colaboraron durante años en las mismas revistas: La Revista de Occidente, dirigida por Ortega, La Gaceta literaria, de Guillermo de Torre… y editaron las suyas: Litoral, fundada por Prados y Altolaguirre, o Carmen, por Gerardo Diego. Definitiva para la vida del grupo fue la antología Poesía española (1915-1931), preparada por Gerardo Diego, que, junto a los de la mayoría de los del 27, incluye versos de Machado, JRJ o Unamuno. Cada autor sitúa al frente de sus poemas un breve comentario, a modo de poética, lo que permite observar similitudes y diferencias entre su manera de entender la poesía.
Características del Grupo Poético del 27
Los poetas del 27 compartieron cierta tendencia al equilibrio, es decir, realizaron una original síntesis entre polos en principio opuestos:
- Entre lo nuevo y lo antiguo: conjugaron la práctica de innovaciones traídas por las vanguardias, con el ejercicio de las formas tradicionales (lírica popular de la Edad Media, Siglos de Oro: Garcilaso, San Juan, Fray Luis… y Bécquer, Rubén Darío, Machado y JRJ).
- Entre lo intelectual y lo sentimental: se les acusó de realizar una poesía deshumanizada, intelectual, bajo la influencia de la poesía pura de JRJ; pero, con el paso del tiempo, su poesía ganó calado humano y consiguió un mayor acento social, es decir, la rehumanización.
- Entre la inspiración y la técnica: pese a que varios de ellos hablaban de la poesía como algo inexplicable, sus poemas son piezas muy trabajadas.
- Entre lo popular y lo culto: suelen alternar la dificultad con la claridad y la sencillez; ejemplo de ello fueron Alberti y Lorca.
- Entre lo universal y lo español, pues, «aunque abierta a muchos influjos exteriores, está profundamente arraigada en la entraña nacional y literaria española», según Dámaso Alonso.
Innovaciones Formales
En cuanto a sus innovaciones formales, uno de los anhelos del grupo fue la renovación del lenguaje poético, para lo que se valieron principalmente de la metáfora, siempre audaz y sorprendente. En ello se aprecia la influencia de las greguerías de Gómez de la Serna y de las vanguardias en general. En cuanto a la métrica, utilizaron versos (octosílabo, endecasílabo) y estrofas (soneto, décima, silva, copla…) de la tradición, aunque no con la variedad modernista. Sin embargo, sí adaptaron los moldes tradicionales para desarrollar temas de vanguardia y consiguieron interesantes contrastes. Pero el metro más frecuente fue el verso libre o versículo: el ritmo del poema se basa en las repeticiones de ideas, palabras, figuras literarias…
Etapas en la Evolución del Grupo
Pueden señalarse tres etapas en su evolución, si bien no todos los poetas las cumplen en la misma medida ni al mismo tiempo:
Primera Etapa (hasta 1927, aproximadamente)
Entre los tanteos iniciales, se nota la presencia de tonos becquerianos, junto a huellas posmodernistas. Pronto se deja sentir el influjo de las primeras vanguardias: Ultraísmo y Creacionismo. A la vez, el magisterio de JRJ los orienta hacia la poesía pura, caracterizada por el anhelo de depurar el poema de toda emoción que no fuera estrictamente artística. El gran instrumento de este arte puro es la metáfora; fueron calificados de herméticos, fríos y deshumanizados. A todos afectó la lectura de Góngora, poeta que aunaba vanguardia, pureza y clasicismo.
Segunda Etapa (1927-1936)
Se inicia un proceso de rehumanización en su poesía y, más que lo puro, se busca la autenticidad. Ello coincide con la irrupción del Surrealismo, radicalmente opuesto a la poesía pura. Van a pasar a primer término los más hondos sentimientos humanos: el amor, el ansia de plenitud, las frustraciones, las inquietudes existenciales y sociales… En 1935, Pablo Neruda funda la revista Caballo verde para la poesía, donde aparece el Manifiesto por una poesía sin pureza, inmersa en las circunstancias humanas y sociales más concretas.
Tercera Etapa (dispersión tras la guerra)
Lorca muere en 1936; los demás, salvo Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego, parten al exilio. Cada cual sigue su rumbo, pero ninguno abandonará ya los caminos de una poesía entrañablemente humana. Las notas dominantes de la poesía del grupo en el exilio fueron el resentimiento, primero, y la nostalgia, después. Dentro de España, la poesía se carga de tintes pesimistas y alcanza un tono solidario de claro trasfondo social con Hijos de la ira de Dámaso Alonso, o Historia del corazón, de Vicente Aleixandre.