Tema 3-. Las Vanguardias y la Generación del 27
En la segunda y la tercera décadas del Siglo XX destacan dos fenómeno estéticos que marcarán el rumbo de la literatura española, la aparición de las Vanguardias y el surgimiento de autores.
En España las vanguardias se relacionan con el Novecentismo al buscar la renovación estética propia del silo XX con la defensa de un arte puro, minoritario y autónomo, tal como expuso Ortega y Gasset en La deshumanización del arte .
No tuvieron un carácter exclusivamente literario en tanto que influyeron profundamente en todas las expresiones artísticas del siglo. En estos ismos los autores rompen con el pasado y con las normas establecidas, desprecian al gran público y encumbran la originalidad y la experimentación.
Las Vanguardias entraron en España con el apoyo de la Residencia de Estudiantes de Madrid donde se encontraron lideratos, pintores o cineastas surrealistas como Lorca, Dalí o Buuel a través de la Revista de Occidente o La Gaceta Literaria y sobre todo gracias a la labor de Gómez de la Serna, creador de las greguerías.
El ismo más influyente, el Surrealismo (1924) nacíó como un intento de renovar el arte, de cambiar la vida y acceder a la realidad psicoanalítica del subsconciente. La liberación artística se logra mediante la escritura automática, con la presencia de lo onírico y del humor negro.
En España, influyeron el Creacionismo y el Ultraísmo que penetraron en 1918. El Creacionismo lo inició el chileno Vicente Huidobro con el objetivo de crear un poema con vida propia y lo siguieron autores como Gerardo Diego y Juan Larrea. El Ultraísmo es considerado un movimiento aglutinador de las formas de vanguardia alegre e influyó en la Generación del 27 o en Guillermo de Torre con poemas visuales como Hélices.
La Generación del 27 ha constituido un grupo bastante defiinido por la coincidencia de unos requisitos generacionales básicos entre los que cabe destacar el acontecimiento eneracional del homenaje a Góngora. Las relaciones personales y culturales y la veneración por la poesía de Juan Ramón Jiménez. El año de 1927, que les da nombre, resulta capital por la publicación de obras como El Alba del Alhelí de Alberti o Perfil del Aire de Cernuda. Entre los poetas más destados del grupo figuran Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca y Jorge Guillén entre otros.
Pueden distinguirse tres etapas. La primera hasta 1927, destaca la poesía pura y la lírica popular con obras como Manual de Espumas de Gerardo Diego o Marinero en Tierra de Alberti. En la segunda (1927-36), acompasada por crisis personales y con un mayor compromiso político y social, se profundiza en el Surrealismo con obras como Poeta en Nueva York de Lorca y Sobre los Ángeles de Alberti. La tercera etapa a partir de 1936, tras la muerte de Lorda y la Guerra Civil, la generación se separa e inicia caminos dospares dependiendo de los derroteros de sus vidas.
La importancia esencial de esto poetas del 27 radica en que realizaron una síntesis de vanguardia y tradición. Conocían y apreciaban la poesía tradicional, la de autores medievales, la del siglo de oro o del Siglo XIX, etc. Las vanguardias incorporaron temas y recursos como la imágen y la metáfora y se interesaron por la poesía pura de Juan Ramón Jiménez.
En cuanto a la temática, tratan los grandes asuntos del ser humano, desde el amor pleno y el canto gozoso a la vida hasta el dolor del enfrentamiento entre deseos y realidad o la propia muerte, sin olvidar los motivos relacionados con la tecnología y las artes. Centran sus composiciones en un espacio moderno, cotidiano y cosmopolita e introducen por su carácter simbólico a Nueva York y Moscú. Aun cuando se interesan por el hombre inmerso en su tiempo y con la mirada uesta en el futuro esperanzador, con el cambio de circunstancias históricas y personales captarán un presente angustioso.
En cuanto al plano estilístico, pretendieron la renovación del lenguaaje poético mediante recursos como la metáfora, la sinesteria y el símbolo o mediante la combinación de formas métricas clásicas y tradicionales con las vanguardias o mediante el uso de todo tipo de versos en composiciones de ritmos muy variados. Incluso utilizaron léxico de la vida actual y una disposición tipográfica variada.
Entre los poetas cabe destacar por motivos pedagógicos Pedro Salinas, Lorca y Alberti.
Las primeras obras de Pedro Salinas siguen la tendencia ultraísta y futurista, después se centra en el tema amosoro con obras como La voz a ti debida, por lo que ha pasado a la historia como el poeta del amor.
Lorca se ha convertido en el símbolo de la generación por su valor artístico incuestiobanle, engrandecido por su muerte mitificadora. Su actitud rigurosa ante la creación poética lo convierte en un gran creador de imágenes y de símbolos de valor universales. Si el romancero gitano lo encumbra rápidamente, con Poeta en Nueva York, de publicación póstuma, alcanza las cimas literarias entre los que habría que incluir igualmente obras como Sonetos del amor oscuro.
De Lorca destacan su humanidad y ese «abrirse las venas por los demás», su hondura trágica y su arte.
La poesía de Alberti asombra por la gran variedad de temas, tonos y estilos -poesía pura, lo tradicional, lo Barroco, lo vanguardista, el humor, el juego, la angustia o la pasión política- en obras como la mencionada Marinero en Tierra o Poeta en la calle.