1. Garcilaso de la Vega (1501-1536)
Es un prototipo del caballero renacentista, soldado y poeta que armoniza los ideales de las armas y las letras. Su trayectoria presenta tres etapas:
- La influencia de la poesía de cancionero.
- La etapa petrarquista.
- La plenitud creadora.
Obra (1543)
Abarca una epístola, dos elegías, tres églogas, cinco canciones y treinta y ocho sonetos, y alguna muestra de poesía tradicional, de temas, en su mayoría, amorosos. Sus obras más importantes son:
- La Égloga I: El pastor Salicio se queja del desdén de su amada Galatea, mientras Nemoroso llora la muerte de Elisa.
- La Égloga III: Escrita en octavas reales, el poeta recrea su propia experiencia amorosa y la convierte en el tema del bordado de una de las cuatro ninfas que plasman en sus telas historias amorosas y de muerte.
Temas poéticos
El tema principal es el amor, con rasgos neoplatónicos y huellas petrarquistas. Otro tema es la naturaleza: los personajes muestran en ella sus cuitas amorosas.
Estilo
Utilización de antítesis, oposiciones, juegos de palabras. Busca la armonía y ajusta su lengua poética a los ideales renacentistas de naturalidad y elegancia. Sus versos son de expresión sencilla y fluida.
2. Fray Luis de León
Impulsó un humanismo platónico y cristiano.
Obra en verso
La obra poética presenta menos de cuarenta poemas y suelen agruparse en tres periodos:
- Poemas escritos antes de la prisión (1572): aparece un Fray Luis moralista que muestra el ansia de soledad y desprecio de los placeres mundanos.
- Versos compuestos en la cárcel: temas religiosos en los que se queja de la injusticia de su encarcelamiento.
- Obras escritas tras la prisión: nos revelan un cierto misticismo espiritual, un anhelo de la armonía o nostalgia de paz interior.
Ideas poéticas e influencias
Los motivos predominantes en su poesía son la naturaleza, la añoranza del campo, la noche y la música. Sus orígenes son:
- Del neoplatonismo: visión ideal de un universo regido por una armonía.
- De los pitagóricos: acepta que todo puede reducirse a números.
- De la filosofía estoica: adopta el aurea mediocritas (dorada mediocridad).
De estas ideas surge la búsqueda de la vida descansada, en la que desarrolla el tópico del beatus ille (feliz aquel) y el tema de la huida del mundo.
Estilo
Emplea la lira. Sus poemas están dirigidos a una segunda persona, lo que aporta un carácter convencional, con enumeraciones, exclamaciones… Existe además una perfecta simetría en la construcción de las estrofas y una cuidada selección léxica y formal.
3. San Juan de la Cruz
De poesía breve.
Obras
El tema es la experiencia de la unión mística del alma con Dios. Esta unión aparece expresada de manera simbólica: una mujer (el Alma) inicia una búsqueda del Amado (Dios) a través de la naturaleza, que es el reflejo de ese Amado, al que acaba encontrando.
Temas poéticos
Sus poemas más importantes son:
- Cántico espiritual: sigue de cerca el Cantar de los Cantares de la Biblia y se organiza como un diálogo entre la Amada (el alma) y el Amado (Dios), a quien ella ha buscado por valles y montañas.
- Noche oscura: 8 liras en las que la Amada se une con el Amado en un éxtasis místico.
- Llama de amor viva: expone las sensaciones amorosas que expresa la Amada en la unión.
Estilo
Se aprecian tres influencias:
- Poesía popular: acepta temas, motivos, formas y estribillos de los cancioneros.
- La cultura italizante: utilización de endecasílabos y de la lira, o el empleo de algunas imágenes.
- Poesía bíblica: el sentido religioso de esta poesía «a lo divino».
Características formales
Empleo de sustantivos y escasez de adjetivos. El léxico alterna entre vocablos de raíz latinizante y vocablos populares; es básico el símbolo del amor humano.
4. La poesía culterana: Luis de Góngora
Fue la que mejor recogió la herencia renacentista, transformó sus temas y exageró sus recursos retóricos. Los poetas culteranos concibieron la lírica como un entramado complejo de fuertes contrastes formales que, basados en las percepciones sensoriales y en recursos retóricos arriesgados, dotaban al verso de una expresión bella y armónica para dar una visión embellecida del mundo y, de este modo, evadirse de la realidad.
Sus características son:
- Utilización de los versos y las estrofas para conseguir una gran musicalidad.
- Magistral tratamiento de la metáfora.
- Impecable transformación poética del lenguaje por medio de los cultismos y la sonoridad rítmica.
- Potenciación de los temas mitológicos.
- Complicación sintáctica.
Su expresión poética puede definirse como una conjunción de la exuberancia ornamental y sensorial con la complejidad conceptista. Dos estilos suelen diferenciarse en su poesía:
- La de metros cortos, de tipo popular y tradicional (el llamado «Góngora claro»).
- La culta o culterana (el llamado «Góngora oscuro»), en la que destacan los sonetos, la Fábula de Polifemo y Galatea (1612) y las Soledades (1613).
Sus sonetos abarcaron una temática muy variada. En el Polifemo, largo poema escrito en octavas reales, recreó el asunto mitológico de amor. La belleza del poema es inigualable, así como su elaboración estilística y su latinizante construcción sintáctica. Soledades supuso la culminación del estilo culterano, una obra inacabada: de las cuatro partes solo se escribieron dos. En la primera («Soledad primera»), el protagonista es recogido por unos cabreros; en la segunda («Soledad segunda»), se une a unos pescadores, a quienes relata sus amores y los desdenes de su amada.
5. La poesía conceptista: Francisco de Quevedo
Lo que hizo peculiar al conceptismo del siglo XVII fue la intensa acumulación en los poemas de agudezas verbales, juegos semánticos y elipsis. Los poetas conceptistas configuraron su estilo con unos recursos lingüísticos muy concretos:
- Figuras retóricas del pensamiento.
- Juegos de palabras.
- Juegos fonéticos.
- Artificios sintácticos.
- Procedimientos intensificadores o renovadores.
La máxima figura del conceptismo poético fue el madrileño Francisco de Quevedo y Villegas. Sus versos abarcan desde la poesía más profunda y filosófica hasta la más satírica y burlesca. Esta dualidad en la obra de Quevedo estaba condicionada por su condición humana, orientada en dos direcciones:
- Su interés por la idealización y el mundo suprahumano.
- Su interés por el mundo infrahumano y plebeyo.
La poesía de Quevedo puede agruparse en cuatro apartados:
- La poesía moralizadora: de carácter moralizante y reflexivo, existencial, metafísico o religioso. La clave de este conjunto poético debe buscarse en el pesimismo existencial del poeta ante su propia experiencia personal.
- La poesía amorosa: constituye la producción más paradójica del autor: misántropo y misógino, fue, sin embargo, un gran cantor del amor y de la mujer, considerando el amor como un ideal inalcanzable.
- La poesía satírica y burlesca: Quevedo se burla de todo, degradando el mundo. Destacan las letrillas, justamente célebres como las de Góngora, por sus ataques al dinero y las riquezas, al matrimonio y a diversos personajes de la época.
- La poesía política: el poeta reflexionó sobre España y censuró la corrupción.