Poesía y Prosa en la Edad Media: Lírica, Épica, Mester de Juglaría y Clerecía

La Poesía Lírica: Tradicional y Culta

Cuatro tipos de lírica están en el origen de nuestra poesía. Cada una se desarrolla en una región distinta de la Península. La escuela poética más importante de la Edad Media está en Provenza, al sur de Francia, lo que dará origen a la lírica provenzal, que crea una forma de hacer poesía que se extenderá por toda Europa.

Características de la lírica provenzal

  • Poemas refinados y cultos.
  • El tema es el amor cortés.
  • La amada está tan idealizada que se considera hecha de naturaleza divina lo que da lugar a la «religión de amor».
  • La relación es tormentosa pues la dama rechaza al poeta y esto produce en el amante «sufrimiento gozoso», «enfermedad de amor» o «muerte por amor».
  • Por la situación social de la dama y el adulterio que supone, el trovador debe ser discreto y guardar silencio por lo tanto exige «secreto».
  • Otros personajes que aparecen son el marido celoso, los aduladores del marido, las camareras y los escuderos.
  • El enamorado atraviesa por cuatro fases que son feñedor, pecador, entendedor y drudo.

En España la influencia de la poesía provenzal va a ser muy importante, sobre todo en Cataluña. Distinguimos:

  • Lírica catalana: de carácter culto por la influencia de la provenzal, perceptible en sus géneros más característicos: la cançó, el sirventés y el partiment y joc partit.
  • Lírica gallego-portuguesa: es la escuela poética más importante en toda la Península durante la Edad Media. Tiene dos vertientes una culta y otra popular. La culta tiene como género más importante «la cantiga de amor» y «cantigas de escarnio y maldecir». La popular el género más importante es «cantiga de amigo».
  • Lírica castellana: poemas populares recogidos por autores cultos, como estribillos.
  • Lírica hispano-árabe: presenta dos vertientes una culta y otra popular. La culta tiene como forma poética la moaxaja, que es un poema árabe en el que una voz masculina expresa su amor. Estos poemas incorporaban al final unos versos en mozárabe llamados jarchas, poemillas populares puestos en boca femenina en los que se trata temas de amor. Las jarchas son la manifestación literaria más antigua en lengua romance.

La poesía popular medieval tiene numerosas semejanzas:

  • Poemas anónimos orales.
  • Canta una muchacha en primera persona a su amigo.
  • Poemas breves, intensos y sinceros.
  • Tema principal el amor.
  • Léxico y sintaxis sencillos.
  • Elementos simbólicos de la naturaleza o de la vida cotidiana.
  • Personajes son la muchacha que canta, la madre, hermana y amigas, el vigilante y el muchacho al que se canta.
  • Enunciados comunes como ¿Qué haré?, ¿Qué será de mí?, ¿moriré?

Rasgos Diferenciadores de las Líricas

  • Lírica gallego-portuguesa: cantigas de amigo; escritas en gallego; influencia de la poesía culta; muy repetitivas con estribillo y paralelismos; se ambientan en distintos marcos como el monte, la ermita, el mar o el río; hay dos grupos guayadas (tristes) o de ledino (alegres).
  • Lírica castellana: villancicos y zéjeles, popular es el estribillo; escritas en castellano; influidas por las gallegas pero son más sencillas e intensas; tema de lluvia, siega, boda, infantiles, pero destacan las de amigo; temas propios como la malcasada y la monja a disgusto.
  • Lírica hispano-árabe: jarchas; escritas en mozárabe; aparecen al final de poemas de amor en árabe culto; canta una muchacha al habib (amigo); el tema es solamente amoroso.

La Poesía Narrativa: Mester de Juglaría y de Clerecía

La narrativa medieval difunde por medio de los juglares las hazañas de los caballeros cristianos relacionados con la Reconquista (mester de juglaría) y explican los dogmas y valores de la religión cristiana medieval, a través de textos escritos por clérigos (mester de clerecía). Ambos mesteres utilizan el romance como lengua con la que dirigirse a un público popular y analfabeto.


La Poesía Épica: Mester de Juglaría y los Cantares de Gesta

El Cantar de Mio Cid

En lo referente a la épica desconocemos el autor. La carencia de textos es otro de los problemas. Debido a su carácter oral, apenas hay manuscritos. Sabemos de su posible existencia gracias a los fragmentos prosificados en distintas crónicas históricas, pero solamente conservamos un breve fragmento del Cantar de Roncesvalles, otro de Mocedades de Rodrigo y el Cantar de Mio Cid. Esta última es la primera gran obra conservada de la literatura castellana. Nos ha llegado mediante un manuscrito del siglo XIV con 3735 versos, que es copia del anterior, cuyo copista fue Per Abbat. Este hecho nos lleva al problema de la autoría.

En lo que se refiere a la estructura algunos versos han permitido trazar tres partes: Cantar del destierro, Cantar de las bodas, Cantar de la afrenta de Corpes. La primera parte aborda la recuperación de la honra política del protagonista mientras que la segunda parte justificaría la recuperación de la honra familiar del Cid, desde el casamiento de sus hijas con los infantes de Carrión y el episodio infausto de la afrenta de Corpes hasta el castigo final a los culpables y las nuevas bodas. El poema revela la progresión ascendente del héroe, tanto desde el punto de vista personal como familiar.

El Cantar de Mio Cid no es un relato histórico, ni siquiera de la vida del Cid, de la que cubre una parte. Hay episodios completamente inventados. La narración nunca deja de ser realista y verosímil.

El Cid del Cantar es el héroe, que encarna todos los valores de un caballero valiente y cristiano. Es el protagonista absoluto del relato. No solo es un guerrero, sino que está humanizado: es un padre y esposo fiel, un servidor del rey. También tiene sentimientos y muestra otras habilidades menos habituales en un guerrero, como la astucia. Cabe destacar que los infantes aparecen ridiculizados.

La métrica está formada por versos irregulares de entre 10 y 20 sílabas, aunque predominan de 14 y 16, de rima asonante monorrima y de estructura bimembre mediante el uso de pausa o cesura. Estos versos se agrupan en tiradas de número variable de versos llamadas series.

El estilo del poema es sobrio y se adecua a la necesidad del juglar, que está recitando una historia ante un público al que ha de emocionar y conmover.

Recursos más destacables del Cantar de Mio Cid

  • Carácter oral (referencias al público y elementos deícticos).
  • Realismo (en las referencias a lugares y personajes, en las descripciones, en las referencias a costumbres, en los hechos descritos).
  • Empleo de fórmulas como epítetos épicos o refranes.
  • Figuras de repetición (versos bimembres, geminaciones, paralelismos, pleonasmos, antítesis).
  • Alusiones religiosas propias de la mentalidad de la época.
  • Los caballos «Babieca» y las espadas «Colada» y «Tizona» tienen nombre en la épica.
  • Sintaxis sencilla en las que predominan las oraciones coordinadas y yuxtapuestas, propias de una lengua que se está desarrollando.
  • Se mezcla la narración con el diálogo y la descripción.

La Poesía Narrativa Culta: Mester de Clerecía

Presenta una clara conciencia de escuela culta y una fuerte voluntad de afirmación, que se manifiesta ya desde la primera estrofa del Libro de Alexandre. Esta estrofa es muy importante y algunas características de esta escuela son: nombra las dos escuelas por primera vez (mester de juglaría y de clerecía); lenguaje claro y artístico; utilizan la cuaderna vía, con rima consonante y el mismo número de versos, lo que es propio de personas cultas; los temas son religiosos y el fin didáctico; los versos usados de 14 sílabas toman el nombre de alejandrinos.

También encontramos un poema épico en cuaderna vía, el Poema de Fernán González. Esta escuela tiene dos etapas: en el siglo XIII encontramos uniformidad en los temas y en la estrofa. A esta época pertenecen Gonzalo de Berceo; el mester de clerecía en el siglo XIV rompe tanto su unidad temática como la métrica. Destacan Arcipreste de Hita y Canciller Ayala.

Gonzalo de Berceo

Berceo es nuestro primer autor conocido y el gran pilar de la poesía narrativa clerical. Su vida está ligada a los monasterios de San Millán de la Cogolla y Santo Domingo de Silos, donde profesó. Su obra, religiosa y de carácter propagandístico, se puede clasificar en los siguientes grupos:

  • Hagiografías (vidas de santos).
  • Obras marianas (dedicadas a la Virgen).
  • Obras doctrinales (menos importantes).

Milagros de Nuestra Señora

Obra más extensa e importante de Berceo. Está formada por 25 relatos precedidos de una introducción alegórica. Berceo difunde en lengua romance historias marianas escritas en latín para un amplio público. El tema es el mismo en todos los milagros: la Virgen, redentora de los pecadores. La estructura: presentación del personaje, castigo al personaje por sus pecados, la virgen intercede por él y lo salva, el narrador pide al público que alabe a María.

En cuanto al estilo, destaca el uso de elementos juglarescos y populares; alusiones al público; epítetos épicos; frases hechas y refranes; imágenes del campo o el hogar; sencillez y naturalidad léxica y sintáctica; uso de diminutivos; geminaciones; coloquialismos; realismo en las descripciones de campos, conventos; uso del humor y otros efectos para atraer al público.

Arcipreste de Hita

Los autores manifiestan una actitud más crítica ante esa sociedad, se observa en sus obras un mayor vitalismo y en consecuencia una expresión más amplia de lo humano. Sus autores abandonan la anonimia. Desde el punto de vista formal, se rompe la rigidez de la cuaderna vía al introducir otros metros.


Libro de Buen Amor

Se compone de más de 7000 versos en las que se relata una autobiografía erótica, de carácter ficticio. Escrito en primera persona en las que un autor confiesa su amor a Dios, pero también a las mujeres, actitud frecuentemente documentada entre el clero medieval. Su estructura es compleja y mezcla elementos diversos:

  • Autobiografía amorosa del Arcipreste, que da unidad al libro.
  • Introducción.
  • Colección de enxiemplos que sirven como enseñanza moral y cierre de episodios.
  • Numerosas composiciones de tipo lírico, religiosas y amorosas.
  • Diversos pasajes de tono didáctico o satírico.
  • Una paráfrasis de una comedia elegíaca anónima escrita en latín.
  • El relato alegórico de la «batalla de don Carnal y doña Cuaresma» que parodiaba los cantares de gesta medievales.
  • Reflexiones didácticas y moralizantes.

El estilo es variado y vitalista: predomina la cuaderna vía pero se usan versos como octosílabos. Riqueza de vocabulario, variedad de registros, enumeraciones, acumulación de sinónimos y antónimos, citas de autores clásicos y referencias eruditas, junto al uso de dichos y refranes o de diminutivos. Otro rasgo importante es el humor, que se manifiesta a través de recursos como paradojas, ironías, juegos de palabras…

La intención es muy discutida: unos defienden la intención didáctica y otros la artística.

En definitiva, el libro es reflejo de la sociedad del siglo XIV y de las costumbres de su época: convivencia cultural de cristianos, judíos musulmanes, el poder del dinero, la corrupción del clero o cómo eran las relaciones amorosas.

Prosa Medieval

Surge como un cierto retraso con respecto a otros géneros debido al prestigio del latín. Las primeras palabras escritas en una lengua romance que se puede considerar castellano se documentan en el siglo X. Son las glosas, unas anotaciones hechas por jóvenes monjes al margen de textos latinos que no entendían, pues no estaban escritos en la lengua que ellos usaban. Las glosas emilianenses fueron halladas en el monasterio de San Millán de la Cogolla; las glosas silenses, en el de Santo Domingo de Silos. Fernando III impuso el castellano como lengua oficial de la cancillería y fundó la Escuela de Traductores de Toledo, lugar en el que sabios cristianos, judíos y musulmanes traducían obras del árabe, griego y hebreo al castellano y al latín, desde donde pasaron al resto de Europa. Esta labor fue desarrollada y consolidada por su hijo, Alfonso X el Sabio, que se convierte en el decisivo empuje que necesitaba la prosa castellana. Se le atribuye el papel no solo de promotor, sino de coordinador y supervisor de otras pertenecientes a lo más diversos campos del conocimiento: jurídicas, científicas, históricas o lúdicas. Fue, asimismo, creador de otras, como las Cantigas de Santa María, colección de poemas en gallego-portugués.


Don Juan Manuel

El siglo XIV supone la consolidación de la prosa literaria medieval, que llegará con don Juan Manuel. Este, sobrino de Alfonso X, era un noble poseedor de una gran cultura y de carácter altivo y guerrero, muy diferente a la imagen que transmite en su obra más importante, El Conde Lucanor o Libro de Patronio.


El Conde Lucanor

Libro que contiene una colección de 51 cuentos con un claro fin didáctico: la enseñanza a los jóvenes de la nobleza en torno a problemas de naturaleza práctica. Estructura de los relatos: el joven conde Lucanor tiene un problema y consulta a su ayo Patronio para solucionarlo; Patronio le responde con un cuento en el que se da un problema similar; el conde entiende el cuento y acepta la enseñanza; a don Juan Manuel le gusta el cuento, lo pone en su libro y añade una moraleja. La estructura se denomina caja china o de muñeca rusa. Estilo propio, claro, conciso y elegante.

Orígenes del Teatro

El teatro medieval apenas carece de textos. Ciertos testimonios y prohibiciones nos permiten saber de su existencia. Las primeras representaciones teatrales están vinculadas a la ceremonia religiosa como una forma muy eficaz de ilustrar los pasajes más llamativos de la liturgia; se trata de breves textos musicados, llamados tropos, que se intercalaban entre las lecturas. Poco a poco estos textos se fueron haciendo dialogados y ganando en complejidad, por lo que pasarán de ser representados en la iglesia a salir al aire libre, lo que traerá como consecuencia con el tiempo el nacimiento de un teatro profano. Este teatro religioso estaba relacionado con dos ciclos, el de Pascua, que trataba el tema de la muerte y resurrección de Cristo, y el de Navidad, en torno a su nacimiento. A este último pertenece el texto más antiguo del teatro castellano, el Auto de los Reyes Magos. Para encontrar textos teatrales de tema profano, deberemos esperar hasta el siglo XV.


Influjos Importantes en Nuestra Literatura de este Siglo

  • El provenzal, que perdura desde la Edad Media en la poesía de cancionero y sigue desarrollando, ya de forma más artificial, los tópicos de amor cortés.
  • El italiano, derivación de la poesía provenzal cuyos máximos representantes fueron Dante y Petrarca, cuyo influjo continuará hasta nuestros Siglos de Oro. De Italia llegan también la influencia de la Divina Comedia de Dante a nuestra poesía alegórica y la del Decamerón de Boccaccio a nuestra prosa.
  • El clásico, a través de Italia y de los humanistas.

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